El gobierno coquetea con aplicar el protocolo antipiquetes en la marcha universitaria
Las protestas contra los recortes presupuestarios que el gobierno le aplica al sector tendrán su epicentro en Plaza de Mayo. El gremio docente de Ademys respaldó la marcha y anunció un paro. Bullrich afirmó que "puede haber una provocación" durante la convocatoria
Docentes, no docentes, autoridades, investigadores y estudiantes universitarios llevarán a cabo mañana una marcha nacional de Congreso a Plaza de Mayo, que se replicará en las ciudades más importantes del país, en rechazo a las políticas de “ajuste y desfinanciamiento” sobre las casas de altos estudios del sistema público aplicadas por el gobierno de Javier Milei, que adelantó su intención de aplicar el denominado protocolo antipiquetes durante esta movilización que tendrá un carácter multitudinario, según estiman sus organizadores.
En las últimas horas, el gremio educativo de Ademys anunció la realización de un paro en la Ciudad de Buenos Aires en adhesión a la marcha de mañana “en defensa de la Universidad Pública". En tanto que la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), otra de las organizaciones sindicales del sector que tienen representación en el distrito porteño, ratificó su apoyo a la movilización, pero no confirmó aún si como parte de ese respaldo se contempla la realización de una medida de fuerza.
La marcha fue convocada de manera conjunta por el Frente Sindical de Universidades Nacionales que nuclea a los gremios docentes y no docentes Conadu, Conadu Histórica, Fedun, Fagdut, UDA, Ctera y Fatun; la Federación Universitaria Argentina (FUA), que representa a más de dos millones de estudiantes en el país, y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), organismo no estatal que congrega a las autoridades de 57 universidades nacionales y 14 provinciales, entre otras instituciones.
Desde Conadu, la federación de docentes universitarios más representativa del país, anunciaron además un paro nacional con movilización para mañana.
“La expectativa que tenemos es de una gran marcha multitudinaria, que exprese el descontento generalizado hacia un Gobierno que avanza sin negociar”, señaló e declaraciones al portal Somos Télam, el secretario general de Conadu y arqueólogo de la Universidad de La Plata y Conicet, Carlos De Feo.
Desde la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) anunciaron Jornadas nacionales de protesta con marchas en todas las provincias junto a las universidades, además de la movilización a Plaza de Mayo en CABA.
El acto central está previsto para las 18 en Plaza de Mayo donde se leerá un documento conjunto firmado por los integrantes de la comunidad universitaria, según informaron las organizaciones convocantes.
Distintos sectores de la sociedad expresaron su acompañamiento a la marcha esta semana como parte de sus planes de lucha ante el ajuste de la administración libertaria.
La CGT, CTA Autónoma, CTA de las y los trabajadores; organismos de Derechos Humanos, organizaciones estudiantiles secundarias y terciarias, movimientos sociales; legisladores y legisladoras; partidos políticos; graduados y la comunidad científica, anunciaron su intención de sumarse a esta convocatoria.
La semana pasada, trascendió la noticia de que un grupo de 200 estudiantes autoconvocados de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), que luchan por conformar un centro de estudiantes en esta institución privada, se pronunciaron en favor de la marcha.
Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció que el Gobierno aplicará mañana el protocolo de orden público cuando la marcha discurra por el centro porteño hasta confluir en Plaza de Mayo.
“Pensamos que, en esta marcha, sinceramente, puede haber una provocación. Vamos a tener cuidado”, remarcó la ministra consultada sobre la aplicación de ese protocolo en una entrevista concedida al canal la Nación +.
El protocolo antipiquetes habilita a las fuerzas de seguridad federales a intervenir ante casos de “impedimentos al tránsito de personas o medios de transporte, cortes parciales o totales de rutas nacionales”.
La resolución del Ministerio de Seguridad, vigente desde diciembre pasado, también dispone que la intervención de las fuerzas se podrá producir sin orden judicial, al sostener que el corte de calle “es un delito flagrante”.
¿Puede aplicarse esa normativa en el contexto de una manifestación multitudinaria como la que se desarrolló el 24 marzo pasado en Plaza de Mayo, en conmemoración del día de la Memoria, la Verdad y la Justicia? Es un interrogante que por estas horas se formulan desde varios sectores.
Los organizadores de la protesta presentaron un permiso para la realización de la marcha ante las autoridades porteñas, algo que fue recibido de forma positiva por los funcionarios de la administración que encabeza el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri.
No obstante, la custodia de los edificios públicos como el Congreso y la Casa Rosada estarán a cargo de las fuerzas federales que dependen de Bullrich.
En las últimas horas, funcionarios de Capital Humano, la cartera que encabeza Sandra Pettovello que tiene bajo su órbita la administración del sistema educativos, se realizaron gestiones ante rectores con el propósito de desactivar la realización de la protesta, que resultaron infructuosos.
Desde la comunidad universitaria consideran que, a esta altura, no hay posibilidades de desactivar la marcha debido a la manera en la cual “escaló el conflicto”, indicaron fuentes gremiales.
Recién el jueves pasado, el oficialismo dio señales de la masividad que podría tener la movilización universitaria y el costo político que pagaría por desconocer sus reclamos. Así fue como el Ejecutivo anunció un acuerdo con las universidades, al que resultó desmentido a los pocos minutos por las autoridades de las principales casas de altos estudios.
El Ministerio de Capital Humano aseguró, en sus redes sociales, que las universidades habían aceptado propuestas de aumentos del 70% para los gastos de funcionamiento, pero el CIN negó la existencia de un acuerdo y ratificó la marcha.
En la mañana del jueves, se realizó un masivo abrazo al Hospital de Clínicas, y el rector de la UBA, Ricardo Gelpi, advirtió que la universidad podría cerrar en dos o tres meses si no se actualiza el presupuesto.
Por los recortes, en la UBA --que recientemente fue la mejor clasificada a nivel nacional en el Ranking global QS con seis carreras en el top 50 mundial-- hay actualmente facultades sin luz, ascensores ni calderas.