El PRO bonaerense atraviesa uno de sus mayores conflictos internos desde su creación. El acercamiento de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, al oficialismo nacional reavivó los roces hacia adentro del partido y obligó a que Mauricio Macri apruebe el renunciamiento masivo de los consejeros que dejó acéfalo al partido amarillo y que, como contraofensiva, llevó a que los referenciados en la funcionaria rompan el bloque legislativo.

Bajo ese marco, los intendentes también jugaron sus fichas. Y gran parte se acomodó en la línea que hoy comanda el presidente del PRO y que tiene a Cristian Ritondo, como parte de un acuerdo de varias terminales, como principal candidato a quedarse con la titularidad del partido a nivel provincial.

Con el jefe comunal de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, como uno de los más acérrimos defensores de la idea de generar una sólida unidad con el oficialismo nacional de cara a las próximas elecciones, el resto de sus pares no acompaña la postura. Al menos con el micrófono abierto.

En el grupo de los que prefiere reservarse y no inmiscuirse de lleno en la compulsa se encuentra el intendente de San Isidro, Ramón Lanús, quien como un equilibrista juega hace peso y contrapeso para poder atravesar la compulsa sin sufrir consecuencias. Y los motivos, abundan.

La reciente visita de Bullrich al distrito llamó la atención. La ministra de la Nación caminó junto al alcalde y también con el armador y funcionario nacional, Sebastián Pareja, uno de los responsables directos de la implosión del PRO. El arribo se dio solo días después de que Lanús recibiera a Macri.

“Junto a todo el Gabinete, le presentamos nuestro trabajo realizado en estos seis meses de gestión y le compartimos nuestro Plan de Gobierno. Un lujo contar con su mirada y enorme experiencia para esta etapa desafiante de inicio de gobierno”, manifestó el dirigente que logró terminar con la dinastía de los Posse.

No fue la única foto en el marco de la crisis interna. Sucede que el jefe comunal también se mostró con su par Jaime Méndez, de San Miguel, distrito de donde tomó la metodología para la prevención de delitos y la coordinación en la lucha contra la inseguridad. Se trata de otro alcalde que también se mostraba cerca del gobierno nacional debido a su vínculo con el exsecretario de Niñez y Familia, Pablo De la Torre, quien finalmente terminó eyectado del gobierno y provocó la bronca del sanmiguelino.

Lo cierto es que Lanús evita tomar un posicionamiento interno más allá de que hacia adentro se muestra como un alfil de Bullrich. Tiene motivos. En el distrito gobierna junto a Convocación, el partido vecinal que lo acompañó y que fue clave para ganar la interna. Un movimiento que se siente más cercano a las ideas del gobierno nacional.