La implementación de la Boleta Única de Papel (BUP) promete modernizar el sistema electoral argentino, pero en Corrientes y Entre Ríos, el camino está lleno de escollos. Estas provincias, gobernadas por figuras fuertes como Gustavo Valdés y Rogelio Frigerio, enfrentan dinámicas políticas internas que dificultan el avance definitivo de la reforma electoral.

En Corrientes, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de Boleta Única impulsado por Pedro Cassani, presidente de la Cámara, con apoyo del oficialismo y parte del peronismo. Sin embargo, el gobernador Valdés rechazó la iniciativa, y su destino en el Senado parece sellado. Según trascendió, "los legisladores que responden a Valdés bloquearán el proyecto; no saldrá nunca del Senado".

Valdés, que aspira a liderar la Unión Cívica Radical local, ve la reforma como un obstáculo para su estrategia política en 2025, año de renovación de autoridades. En Corrientes, la idiosincrasia política gira en torno a la cantidad de partidos aliados que pueden incluir sus boletas en el cuarto oscuro, un sistema que la Boleta Única modificaría drásticamente.

En Entre Ríos, el escenario es distinto pero igualmente tenso. El gobernador Rogelio Frigerio impulsa un proyecto de Boleta Única de Papel dentro de una reforma electoral más amplia. Esta incluye cambios en tiempos de campaña, publicidad estatal y el diseño de la boleta, algo que el peronismo avala parcialmente. "Queremos que la boleta sea como la nacional, con partidos en columnas y cargos en filas", señalaron desde el justicialismo.

Aunque Frigerio consiguió la aprobación en Diputados gracias al apoyo libertario, el Senado representa un obstáculo. Con 9 de las 17 bancas, el peronismo tiene mayoría y podría frenar la reforma. La ausencia del senador Juan Cosso, por problemas de salud, deja a la cámara en empate técnico, lo que obligaría a la vicepresidenta provincial Alicia Aluani a desempatar, como ya ocurrió con el reciente Régimen Impositivo General Inmobiliario (RIGI).

La estrategia del oficialismo entrerriano parece dividirse entre acelerar para conseguir una sanción rápida o negociar con el peronismo para alcanzar un consenso. Sin embargo, la implementación plena de la Boleta Única en Entre Ríos recién se proyecta para 2027, dejando margen para que las tensiones políticas reconfiguren el escenario.

Mientras tanto, otras provincias como Córdoba, Santa Fe y Mendoza ya implementaron este sistema, consolidando la tendencia hacia una modernización electoral en el país. Sin embargo, la fragmentación política en el Litoral y los intereses cruzados dejan un interrogante sobre si Corrientes y Entre Ríos se sumarán a esta ola de cambio en el corto plazo.