La decisión de Los Grobo Agropecuaria SA y Agrofina es dejar de cancelar los distintos pagarés que tienen hasta el 31 de marzo de 2025… y ahí habrá que ver cómo sigue la historia en el marco de una caída de los precios agrícolas internacionales, la suba de los costos internos, y la falta de financiamiento.

¿Quiénes forman parte de Los Grobo? El grupo creado por el empresario Gustavo Grobocopatel, junto con su hermana Matilde, y que supo saltar al estrellato después del 2003, con el “boom” de la soja, aquel “yuyito” como lo calificó la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner y que supo alcanzar los US$ 600 millones la tonelada, si bien, mayormente, operó entre los US$ 400 y US$ 540.

Pero desde el año pasado se sabía que los precios internacionales iban a estar más bajos por las grandes cosechas de Brasil y Estados Unidos, los principales exportadores. De hecho, la semana finalizada rondaba con suerte los US$ 280 la tonelada para la posición abril, cuando se levanta la nueva cosecha.

De hecho, el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) redujo este viernes su estimación de área para la soja argentina 2024/25 a 18,4 millones de hectáreas, mientras que incrementó su previsión de superficie para el maíz de la misma temporada, a 6,6 millones de hectáreas, que algo más de rentabilidad brinda.

A los bajos precios internacionales de los granos, se le suma que los elevados precios internos, como son los fletes, han provocado que solo los productores de la zona núcleo logren una rentabilidad interesante para la próxima campaña.
"Llegamos a precios muy bajos, si lo vemos en el poder de compra de una tonelada de soja en el mercado local estamos en mínimos desde enero del 2018", explicó Matías Contardi, analista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

En este marco, el IERAL, la casa de estudios de la Fundación Mediterránea estimó que las exportaciones agrícolas, que representan el 60% de los ingresos externos, alcanzarán en el 2025 unos US$ 29.427 millones, un número similar a los US$ 29.331 millones con que cerrarán el 2024.

Pero cuidado: para lograr este resultado para el 2025 “el clima para a ser clave”, ya que una sequía podría hacer retroceder la cifra, advirtió el IERAL.

Los precios internacionales de las principales productos agrícolas argentinos “ingresaron en un tobogán a mediados del 2022, tendencia que se mantuvo hasta lo que va de este año”, destacó el informe.

Ahora, si las luces de alerta de la Fundación Mediterránea o la Bolsa de Comercio de Rosario estaban prendidas desde mediados de año ¿Los Grobo no lo sabían? ¿No podían haber evitado esta cesación de pagos?

Los Grobo le echan la culpa a la falta de financiamiento que registra el país. En su nota del viernes dirigida a la Comisión Nacional de Valores destacó que “ante la creciente iliquidez en el mercado de pagarés bursátiles para emisores del agro sumado a la imposibilidad de cobro de ciertos créditos en favor de la Sociedad y las dificultades financieras de una compañía relacionada, la Sociedad no pudo realizar el pago de un pagaré bursátil por US$100.000 cuyo vencimiento operó el día 26 del corriente”.

Como consecuencia de esto, tampoco podrá afrontar los vencimientos de los pagarés bursátiles con vencimiento hasta el 31 de marzo del 2025″, agregaron.

Ahora, en medio de este panorama de “patear para adelante” los pagos a proveedores, resurgió el reclamo del campo para que bajen las retenciones, uno de los costos internos que enfrenta la producción agrícola, aunque no el único.
El presidente de Coninagro, Lucas Magnano, enfatizó que cuando el Gobierno decida realizar una baja en los Derechos de Exportación (DEX) esta “no debe ser desprolija”, sino que debe ser una “quita planificada” porque, de otra manera, “puede traer inconvenientes en un montón de actividades”.

En una entrevista con ADN Rural, de Rafaela, el dirigente cooperativista aseguró que el problema del sector agroindustrial no está solo en las retenciones, sino que lo que hay que rever “es la presión fiscal consolidada, que es demasiado alta en toda la Argentina”.

En ese sentido, la Fundación Argentina Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) informó que, a poco de finalizar diciembre, el Estado se queda con $64,30 de cada $100 de renta agrícola, 2,8 puntos por encima de la medición de septiembre. Este aumento estuvo generado principalmente por la caída de precios y el menor efecto del dólar exportador.