El nombre de Carlos Kikuchi fue uno de los más escuchados durante la campaña que llevó a Javier Milei a convertirse en presidente de la Nación. Como armador, el ahora senador bonaerense tejió fino para lograr que la mayor cantidad de dirigentes puedan sumarse al proyecto impulsado por el entonces diputado nacional.

Kikuchi integró durante buena parte del proceso electoral la mesa chica de Milei. Incluso, por momentos, llegando a tener una presencia equiparable a la de la actual secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Tan fuerte fue su cercanía que fue tildado por muchos como un “monje negro”, mote que hoy se utiliza a la hora de mencionar a Santiago Caputo, el asesor que, según el propio primer mandatario, ocupa un lugar en el "triángulo de hierro".

Sin embargo, en el devenir de la campaña, las cosas no salieron según lo planeado. Kikuchi, quien fuera vocero de Domingo Cavallo, fue corrido de la interlocución con los referentes nacionales y su lugar fue ocupado por el actual jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Vale recordar que hasta días antes del cierre de listas del 2023, Kikuchi ostentaba su rol de negociador político. Fue, en definitiva, quien logró alianzas estratégicas con varios partidos en diferentes provincias.

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Las denuncias por supuesta “venta” de candidaturas en el espacio y su repercusión judicial fueron uno de los principales detonantes para que Milei tomara la decisión de relegarlo a ocupar la boleta bonaerense como principal candidato a la Cámara alta de la Legislatura en representación de la segunda sección electoral.

Kikuchi esperó en silencio. Y ni bien asumió en diciembre rompió el bloque de los senadores para idear un espacio junto a otros dos compañeros de banca. Ahora, el legislador terminó de ponerle un broche a su salto interno al sumarse al armado que llevan adelante los libertarios dialoguistas que conforman la banca de Unión Renovación y Fe en la Cámara baja de la Legislatura

Una estructura a la que tanto desde el PJ como desde La Libertad Avanza mencionan como libertarios dialoguistas o “diputados massistas" en relación al vínculo que mantienen muchos de ellos con el referente principal del Frente Renovador, Sergio Massa. La oficialización de este pase se dio luego de un encuentro con comerciantes, emprendedores y dirigentes políticos de La Matanza, donde los dirigentes de Unión Renovación y Fe llevaron adelante su segundo plenario. 

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Armado territorial

"Vemos todo el tiempo una agresión contra los miembros de las instituciones de la República, los insultos al periodismo, ataques al ambiente artístico. Todo esto nos genera un rechazo. Nosotros tenemos el compromiso de hacer política de otra manera y ser distintos de la dirigencia que tanto cuestionamos”, sostuvo Gustavo Cuervo, titular del bloque en la Cámara Baja bonaerense.

El espacio llamó a la reflexión y pidió “menos grieta, más sentido común”. "Estamos viviendo bajo una grieta de intolerantes. Si no te gusta lo que hago, estás afuera. Lo único que están haciendo es gobernar con un grupo de obsecuentes, que le dicen todo que sí al gobierno nacional. Todos hacen lo que dice el gobierno, a pesar de que se esté equivocando”, explicó Fabián Luayza, otro de los diputados.

La intención de Unión Renovación y Fe es darle un marca territorial a un bloque que no solo tiene peso a nivel provincial sino que, además, tiene la posibilidad de torcer la balanza tanto para un lado como para el otro en la Legislatura bonaerense. “Carlos aporta una mirada de vasta experiencia en el territorio. Es de los que mejor entiende cuándo y cómo acercarse para lograr los acuerdos necesarios en medio de una situación en la que la sociedad reclama cambios profundos pero no tan dañinos”, le dijo a Data Clave una fuente del espacio.

Cabe recordar que, en su momento, hasta la propia vicepresidenta Victoria Villarruel salió a pedir que los diputado “devuelvan las bancas” por votar en alguna oportunidad con el oficialismo provincial. Quien recogió el guante en su momento fue Constanza Moragues, la diputada que supo tener vínculo con la vice. Días atrás no bajó el tenor de la disputa y se preguntó: "¿Victoria Villarruel quiere jugar a ser Cristina Kirchner? ¿O qué le pasa? No voy a caer en lo que tanto criticamos, de pelear por Twitter".

El bloque sabe muy bien de la capacidad de armado de Kikuchi y es por esto que ya comenzaron a mostrarse juntos. Y en ese marco expresó que la política argentina vive un proceso de reordenamiento donde la mayoría de los espacios políticos están “peleados”. “La sociedad se da cuenta que esto es un desastre a nivel micro, con las tarifas, el transporte, cuando vamos al supermercado, las cuentas, etcétera”, cuestionó.

Finalmente, el senador bonaerense continuó con su alocución y señaló que los partidos “tradicionales” están todos quebrados. “Esto va a llevar un tiempo, pero las fuerzas de la oposición van a ir encontrando referentes e ideas para mostrarle a la sociedad”.