Cómo se reacomoda lo que quedó de Juntos en PBA a 100 días de la llegada de Milei al poder
Desde el PRO y la UCR aseguran seguir funcionando como una sociedad política algo que, en los hechos, se contrapone con la mirada de los dirigentes de ambos espacios hacia el gobierno nacional. Una distancia que se agranda con el correr de los días.
El presidente de la Nación, Javier Milei, cumplió hoy sus primeros 100 días al frente del país. Y, en estos más de tres meses, la provincia de Buenos Aires no le fue indiferente. Más si se toma en cuenta una serie de medidas que provocaron una fuerte reacción de parte de los principales dirigentes provinciales.
La eliminación por decreto del Fondo de Fortalecimiento de la provincia de Buenos Aires y la reducción del Fondo de Integración Socio Urbana, además de otros recortes que impactaron directo en las arcas bonaerenses, no pasaron desapercibidos. Y dejaron secuelas.
Pero tales movimientos tienen una explicación, al menos para el Presidente. El direccionamiento a la Provincia también es político. Milei sabe que en Buenos Aires el peronismo es fuerte y que, a la vez, contiene a buena parte de la dirigencia nacional del movimiento. De ahí la necesidad de ajustar y de ahogar. El problema, claro, está en que el golpe pega de lleno en el corazón de aquellos bonaerenses que menos tienen.
Con este marco tan breve, pero amplio, la otra parte de la oposición bonaerense, aquella que no responde al líder libertario, atraviesa un proceso de reconstrucción que, inevitablemente, obligará a reposicionarse de cara a lo que se viene. No solo en términos políticos sino también ante las propias demandas sociales y económicas de aquellos que brindaron su voto para acompañar una propuesta que no llegó a destino en la Provincia pero que hoy tiene una representación concreta en los distritos bonaerenses.
El PRO y la UCR hoy lucen más que distanciados. El partido amarillo, que este martes coronará al expresidente Mauricio Macri, cuando los referenciados en la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y Horacio Rodríguez Larreta no comulgan con lo que esto implica, tiene sus propias rencillas internas.
Por su parte, el radicalismo expone hoy un debate más hacia adentro entre los que buscan darle gobernabilidad al Presidente y los que pretenden poner los frenos necesarios pero que a su vez no quieren ser tildados como “kirchneristas”.
Y esas diferencias, como era de esperar, también tuvieron su correlato a nivel provincial. Desde el inicio del mandato de Milei hasta hoy, la distancia entre los dos principales socios de Juntos por el Cambio quedaron plasmadas en diversos ámbitos. La Legislatura provincial es quizá la prueba más cabal en lo que refiere a su conformación: cada espacio generó su bloque. Y pese a que aseguran funcionar como un interbloque, una figura que no existe en PBA, lo cierto es que la relación política se encuentra astillada.
La compulsa gira en torno a la posición respecto al accionar del primer mandatario. Mientras que desde la dirigencia del PRO bonaerenses han defendido ciertas medidas de Nación, desde un sector de la UCR se han mostrado en contra. Un conflicto de intereses políticos que, a la vez, obliga a mantener cierta unidad como oposición al gobierno de Axel Kicillof.
El conflicto sucedido esta semana en relación a una instigación directa de parte del primera mandatario a no pagar los impuestos en la Provincia, algo que provocó el pedido de juicio político contra el diputado nacional José Luis Espert, quien fue el autor de la frase que suscribió Milei, es solo una muestra más en las posturas que enfrentan al PRO y a la UCR en torno al presidente.
“La Provincia no le brinda ningún servicio a la gente y te cobran lo que te cobran. Los impuestos son para darte seguridad, salud y educación pública, pero nada de eso funciona. Es algo que hay que plantear. Siguen tomando gente en los lugares públicos, recargan los hospitales con todo menos con médicos. Lo que hace la Provincia es una abuso total. Hay que buscar la forma de poner el tema en el tapete. Nosotros achicamos tasas y el gobernador sigue”, le dijo a Data Clave el intendente de Pergamino, Javier Martínez (PRO).
La mirada es clara: para el partido amarillo la oposición que más pesa es hacia el gobierno bonaerense. Por en contrario, el jefe comunal de Balcarce, Esteban Reino (UCR), sostuvo en diálogo con este medio que el llamado a no pagar impuestos “no se corresponde con lo que están haciendo desde Nación, que es la quita de subsidios. De algún lado hay que equilibrar. La idea de bajar el gasto público la entendemos todos, pero hay un mientras tanto”.
Mientras que el presidente del bloque de senadores de UCR + Cambio Federal, Agustín Máspoli, argumentó ante este medio que “no se puede llamar a no pagar impuestos, es algo grave". Y añadió que "es desconocer cómo funciona un país o una provincia. Estamos en un sistema democrático. Con esos impuestos hay que pagar la salud, la educación y la seguridad. Después podemos discutir cómo funciona. Pero eso es posterior. Siempre hay que tener los fondos para poder pagar. Eso no tiene discusión”.
Lo cierto es que, mientras cada vez son más los dirigentes del PRO que se suman al gobierno nacional, el radicalismo toma distancia y se posiciona como una doble oposición tanto a nivel país como en la Provincia. Una diferencia que, a cien días de la llegada de Milei al gobierno, podría ir profundizándose cada vez más.