El gremio de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y las cinco cámaras empresariales de las líneas de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) mantienen un conflicto paritarios donde la Secretaría de Trabajo intenta destrabar la crisis. ¿El motivo? El aumento salarial que reclama el sindicato. Fuentes ligadas al sector patronal señalaron que se pedirá “mas tiempo” para obtener financiamiento para alcanzar el incremento demandado por el sindicato.

Los empresarios estiman que para costear el pago del aumento salarial que homologaron con el gremio en febrero, el costo del pasaje tendría que llegar a los $1200, mientras que el Gobierno estaría dispuesto a reconocer un valor que oscilaría en los $650, entre la tarifa y el subsidio. 

La semana pasada, la UTA decidió posponer una medida de fuerza en el AMBA para seguir negociando un acuerdo con las cámaras patronales. "Hemos llegado a un acuerdo parcial con las Cámaras Empresarias. Que consiste en una suma fija no remunerativa de $ 500.000 pagaderas en dos cuotas iguales y consecutivas de Pesos $ 250.000 con fechas de pago 15 de mayo y 14 de junio, Sabemos que no podemos resignar nuestro salario, por eso continuamos con la discusión y necesitamos el apoyo de todos ustedes para continuar peleando por el sustento de nuestras familias", señaló el gremio a través de un comunicado, en el cual aclaró que “la discusión salarial continúa abierta”.

A todo esto, se suma la propia interna que el gremio mantiene con la cúpula de la CGT: en ese sentido, aún no está definida la participación de los colectiveros en el paro general del próximo 9 de mayo. Que el gremio no se adhiera (o que lo haga de forma parcial) conspira de manera directa con el éxito del reclamo.

Un conflicto que escala

Pese a los aumentos que se registraron en el servicio de colectivos, las empresas de transporte consideran que el precio del boleto “continúa retrasado” en el AMBA.

En ese sentido, el vicepresidente de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte (AAETA), Luciano Fusaro, sostuvo días en declaraciones radiales que el sector no le estaba pidiendo subsidios al Estado.

“Subsidiar el boleto es una política de Estado, lo que decimos es que si no hay plata, en todo caso, que se suba la tarifa o que se quite el subsidio y se lo dé a la gente que no pueda pagar el boleto”, apuntó Fusaro.

Para el representante de la patronal, estimó a cuál debería ser el precio del boleto de colectivo en el AMBA, y consideró que “si se quitan los subsidios y se calculan los costos de la actividad con el precio de mercado de los insumos nos lleva a un boleto promedio de $1.200”

“Es bastante más de lo que se está pagando hoy en día, con lo cual ahí también hay una restricción. Eso hace que se dificulte encontrar soluciones inmediatas", sostuvo Fusaro.

El pasado 24 de abril, y tras un acuerdo parcial, propiciado por la Secretaría de Trabajo, las empresas se comprometieron a pagar en dos cuotas los 250 mil pesos que hay de diferencia entre el haber que reclama la UTA y los que ofrecen las cámaras. En función de ello, Fernández desestimó la realización de la medida de fuerza tras más de cinco horas de negociaciones.