El enfrentamiento entre las universidades públicas y el Gobierno de Javier Milei alcanzó un nuevo nivel. Tras una asamblea en la Facultad de Psicología, la Asociación Gremial Docente (AGD) decidió aumentar la presión con una semana de protestas que incluyen paros, cortes de calle y una jornada de clases públicas en la Plaza de Mayo el martes 22 de octubre. Además, algunas facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y otras universidades nacionales mantienen tomas, mientras que la tensión con el Gobierno sigue escalando.

Ileana Celotto, secretaria general de la AGD UBA, explicó que las medidas no solo buscan visibilizar el reclamo por un incremento en el presupuesto universitario, sino también denunciar la pérdida salarial de los docentes. “Nos ofrecieron un aumento, pero nunca se discutió en paritarias. Perdimos 63 puntos porcentuales ante la inflación, y eso está descomponiendo nuestros ingresos", afirmó Celotto. Esta situación, según Celotto, es consecuencia de políticas de desfinanciamiento que se han profundizado en la gestión actual.

El malestar en las universidades no es nuevo, pero se ha intensificado desde que el presidente vetó un proyecto de ley aprobado en el Congreso que contemplaba un incremento salarial para el personal docente y no docente. El veto, sumado a la autorización de auditorías a las universidades por parte de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), ha exacerbado las tensiones con la comunidad educativa.

A la medida de clases públicas del martes en Plaza de Mayo se le sumará otra acción el miércoles 23, cuando docentes de la AGD y otras agrupaciones gremiales llevarán las clases a las puertas del Congreso de la Nación. El objetivo es continuar visibilizando el conflicto en un contexto donde las demandas salariales y presupuestarias siguen sin ser atendidas por el gobierno.

La situación en las universidades públicas también se ha visto reflejada en el creciente número de tomas de facultades. La Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) son algunas de las más afectadas, con un total de 25 universidades nacionales que mantienen la ocupación de sus edificios. En el caso de la UBA, facultades como Psicología, Filosofía y Letras, y Arquitectura continúan tomadas, mientras que Derecho y Medicina ya han levantado la medida.

Las tomas no solo se están llevando a cabo en la Ciudad de Buenos Aires, sino que también se replican en distintas universidades del conurbano y de provincias como Córdoba y La Pampa, aunque en algunos casos las clases se mantienen dentro de las facultades ocupadas, como modalidad de protesta.

El pedido de renuncia de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y otros funcionarios claves del Ministerio de Educación como Carlos Torrendell y Alejandro Álvarez, es otra de las demandas que los docentes llevaron a la asamblea. Consideran que estos funcionarios no han dado respuestas concretas a las necesidades de recomposición salarial y presupuesto que atraviesan las universidades.

Este conflicto universitario, que parece lejos de resolverse, mantiene en alerta tanto a la comunidad educativa como al Gobierno. Las próximas semanas serán clave para definir si las movilizaciones y paros logran una respuesta por parte de las autoridades, mientras el país sigue atravesando un tenso clima social en medio de la crisis económica.