El Gobierno de Javier Milei sigue adelante con su plan de reestructuración del Estado. Esta vez, el blanco son los empleados públicos en edad de jubilarse. Según la resolución 3/2024 del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, encabezado por Federico Sturzenegger, se instó a las autoridades de cada área a intimar a aquellos trabajadores que cumplan con los requisitos para iniciar su trámite jubilatorio.

La normativa, publicada en el Boletín Oficial, afecta a más de 10 mil empleados, de los cuales 6.800 pertenecen a la planta permanente. El objetivo, según detallaron fuentes oficiales, es reducir el sobredimensionamiento del Estado y equilibrar las cuentas públicas. “Buscamos una administración más eficiente, ágil y transparente”, explicaron desde el Ministerio.

Pero no todo es tan simple. Desde ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), su secretario general, Rodolfo Aguiar, fue contundente al calificar la medida de “poco impactante”. “Esta resolución cambia muy poco el procedimiento actual. Es una estrategia de anuncios que busca efectos mediáticos, pero en la práctica no sirve de mucho”, lanzó Aguiar en sus redes.

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X de Rodolfo Aguiar

La resolución marca que los titulares de cada área tienen 30 días hábiles para informar a los empleados que cumplan los requisitos para jubilarse. Sin embargo, en caso de que sea necesaria la permanencia de algún trabajador por razones estratégicas, se podrá solicitar una prórroga de hasta seis meses. Esta excepción deberá ser fundamentada y aprobada por la Secretaría de Transformación del Estado y Función Pública.

La decisión del Gobierno se enmarca en un paquete de reformas más amplio, conocido como la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, que ya había introducido cambios en las contrataciones y el examen de idoneidad de los empleados públicos. Según la ley, en diciembre próximo, cerca de 40 mil trabajadores deberán someterse a una evaluación que determinará si continúan o no en sus puestos.

Desde el sector gremial, las críticas no se hicieron esperar. Rodolfo Aguiar volvió a la carga, esta vez apuntando directamente a las autoridades: “Quienes deberían jubilarse son Milei, Caputo y Sturzenegger. Nos harían un gran favor a todos”. Según Aguiar, la medida es apenas un cambio cosmético que no soluciona el problema de fondo.

El malestar en los gremios es evidente, pero el Gobierno parece decidido a continuar con la reforma. Con el paso de las semanas, se verá cuántos empleados públicos aceptan la intimación y cuántos intentarán quedarse en sus puestos más tiempo, aprovechando las excepciones que ofrece la normativa.

Para el Gobierno, la jubilación masiva de empleados estatales no solo apunta a reducir la plantilla, sino también a dar lugar a una nueva generación de trabajadores más especializados. Este recambio, según fuentes oficiales, se dará de manera gradual, acompañado por procesos de evaluación y selección más rigurosos.