Alika Kinan: "Hay mujeres que tienen que aceptar la prostitución para poder sobrevivir"
El pasado 23 de septiembre se conmemoró el Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas. Una problemática social histórica que todavía tiene serios problemas para poder erradicarse. Además, en un contexto de crisis económica, pobreza y abandono en la Argentina, el porcentaje de mujeres que son raptadas o que caen en la prostitución, aumenta. En ese marco, Data Clave conversó con Alika Kinan, sobreviviente de la trata de personas y líder de una fundación que ayuda a víctimas en su proceso de recuperación. "Es un país proxeneta, aún con una ley abolicionista", manifestó.
El pasado 23 de septiembre se conmemoró otro año por el Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, una grave problemática social que atraviesa un profundo debate y que todavía está lejos de poder solucionarse a nivel mundial. En Argentina, con la crisis económica de por medio, es un hecho que se agrava.
En ese marco, Data Clave conversó con Alika Kinan, víctima durante 16 años de la trata de personas y sobreviviente. Fue rescatada por Gendarmería en 2012, donde le tomaron declaración al momento. Al año siguiente se incorporó como querellante en la causa.
Distinguida por el Departamento de Estado de Estados Unidos como una "heroína" en la lucha contra la explotación sexual, hoy cuenta con una fundación que lleva su nombre y que se dedica a ayudar a mujeres en la misma situación.
"Hay mujeres que tienen que aceptar la prostitución para poder sobrevivir. Que lo hacen para comer o poder comprarle una bolsa de pañal a los nenes. Después si el Estado la rescata, viene y te lo echa en cara. ¿Pero de qué nos rescata? Nos rescata de la prostitución, pero no tienen en cuenta que entramos ahí por pobreza", manifestó.
Data Clave: ¿Cómo fue su proceso de recuperación luego de ese horrible hecho?
Alika Kinan: El proceso de recuperación se inició a partir del momento de la primera declaración, donde no me reconocía como víctima. Aún sigo con terapia para conectar conexión, cuerpo, alma y sentir absolutamente todo, desde recuperar el sabor hasta el deseo y el placer. Son procesos muy largos en las víctimas y para todas son muy diferentes.
DC: ¿Hay un patrón común de una mujer víctima de trata? ¿O cada historia es diferente?
AK: No acuerdo con las políticas públicas y de Estado que quieren homogeneizar todos los casos. Hay mujeres que no quieren asistencia y quieren trabajar inmediatamente, mientras que otras necesitamos procesos más largos. Es como la maternidad, no hay una fórmula exacta para ser madre. En la recuperación pasa lo mismo, nuestras historias son diferentes. Los factores comunes son dos: las que sufrimos algún tipo de ultraje o violación en la infancia o las que venimos de la pobreza.
DC: ¿Cuál es su postura sobre la prostitución? ¿Coincide con los países en donde esta práctica está legalizada?
AK: Si vos mirás la explotación sexual-prostitución en Alemania u Holanda, donde está regulado, las prostitutas siguen siendo las sudamericanas, latinoamericanas o de poblaciones Africanas. Lo mismo de los países del Este como las rumanas, ucranianas, checas y rusas. ¿Cuál es el factor común? El hecho de ser mujeres y de venir de la pobreza. Y después bueno, hay que indagar en cada historia individual y ver quiénes son capaces de ser tolerantes a estas prácticas.
DC: Es decir, ninguna mujer es prostituta porque quiere...
AK: Yo jamás elegí la prostitución, jamás, y creo que ninguna mujer lo elige libremente. Estamos en una sociedad donde nosotras no somos libres. Si fuéramos libres, tendríamos pleno acceso a derechos. Hoy el aborto es ley, pero todavía seguimos discutiendo su implementación y aplicación en el país. El Gobierno está conformado en un 92% por varones, entonces, ¿de qué estamos hablando? Las mesas chicas y de debate político está casi 100% conformado por varones. Con suerte les dejaron a las mujeres el ministerio de Mujeres Género y Diversidad y el ministerio de Salud, que en realidad fue heredado por Carla Vizzotti, a pesar de que haber sido la que más trabajó durante la pandemia, a pesar de no haber tenido la cara visible.
DC: ¿Cómo está actuando el Gobierno y el Estado en sí para frenar esta actividad ilícita?
AK: Ningún Gobierno destinó un presupuesto claro para la asistencia y la contención de las víctimas. Tampoco para combatir efectivamente este delito. Después están las áreas de investigación, pero más allá de eso, no tenemos nada. Normalmente nuestros casos vienen de sectores económicamente vulnerables y llega el Estado para decirnos que no hay posibilidad económica, mientras que hay funcionarios con sueldos abultados y que hasta andan en camionetas decomisadas por la trata de personas o lavado de dinero.
DC: ¿Por qué no se combate con mayor intensidad a la trata de personas y la prostitución?
AK: Porque tenemos un Estado plenamente proxeneta. Aún hoy tiene intereses a la trata de personas y la explotación sexual de mujeres y niñas. Las mujeres no son asistidas correctamente y los decomisos de los bienes de los proxenetas se usan para infraestructura. No te digo que no se hagan autopistas, pero las que se construyen en nuestro país, las obras, están hechos sobre la explotación sexual. Es un país proxeneta, aún con una ley abolicionista. En mi causa me asignaron 20 años de terapia. ¿Sabes lo que es 20 años de terapia? Me diagnosticaron 70% de discapacidad. Una persona declarada ciega tiene un 60% discapacidad para que tenés una idea. ¿Qué está haciendo el Estado? Algunas con suerte cobran algún tipo de indemnización.
DC: ¿Hay algo que te siga sorprendiendo después de tantas historias y conocimiento del tema?
AK: En la fundación tenemos víctimas que hasta siete veces fueron rescatadas en diferentes allanamientos de diferentes provincias. También hay mujeres que tienen que aceptar la prostitución para poder sobrevivir. Que lo hacen para comer o poder comprarle una bolsa de pañal a los nenes. Después si el Estado la rescata, viene y te lo echa en cara. ¿Pero de qué nos rescata? Nos rescata de la prostitución, pero no tienen en cuenta que entramos ahí por pobreza.
DC: ¿Cree que el Estado puede dar un cambio para resolver el problema?
AK: El Estado piensa que es todo lo mismo. Nos meten en un plan donde entran travestis, trans y migrantes, cuando la problemática no es la misma. ¿Por qué no hay políticas diferenciadas? Yo, Alika, con seis hijos y víctima de una red de trata, no tengo el mismo problema que una chica que vino sola del exterior, por ejemplo. ¿Qué otra cosa hay? No se diseñan políticas o capacitaciones. No se resuelve nada, lamentablemente. Ni siquiera el propio ministerio de las Mujeres está diseñado para atendernos.