"Cambios funcionales, no políticos", la estrategia de Alberto para reforzar el gabinete post-Semana Santa
"El presidente está haciendo un análisis funcional para encarar los desafíos de la inflación, la guerra y los ingresos", le dijo a Data Clave un funcionario con acceso directo al despacho principal de la Casa Rosada. Respaldo "absoluto" a Guzmán y la intención de no desgastarse en polémicas estériles con los que "no se alinean".
A pesar de sus renovadas obligaciones parentales que parece asumir sin mayores inconvenientes, Alberto Fernández no se despega del teléfono celular y conversa con sus colaboradores de confianza, mientras recibe -y contesta- las felicitaciones y deseos de buenos augurios por el nacimiento de Francisco, el hijo nacido este lunes en el Sanatorio Otamendi.
Ya instalado en la residencia de Olivos junto al flamante nuevo integrante de la familia presidencial, entre biberones y pañales, el mandatario dispone las piezas sobre el tablero de un complejo ajedrez político que deberá jugar en las próximas semanas para encarar la resolución de los conflictos que enfrenta su gobierno, tanto en el frente interno, como en la gestión de los dos problemas principales de la gestión: la inflación y el déficit.
La idea expresada por el ministro de Economía Martín Guzmán de "alinear" a los funcionarios más afines con la vicepresidenta que vienen planteando objeciones al rumbo de la planificación diseñada para cumplir con los compromisos asumidos ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), parece haber convencido a Fernández de no postergar más los retoques en algunas áreas sensibles del gabinete.
"Alberto hace un análisis funcional para encarar los desafíos de la inflación, la guerra, los ingresos, por eso los cambios van a ser funcionales, no políticos", le dijo a Data Clave uno de los funcionarios más cercanos al primer mandatario. Sin embargo, hay sectores del albertismo que piensan en la necesidad de avanzar con decisiones más drásticas. "Si después de todo el quilombo que se armó, sólo se van a ir un par de funcionarios de segunda línea, va a tener sabor a poco", sostuvo un dirigente de la provincia de Buenos Aires.
La estrategia
La idea que tiene definida Fernández es avanzar con el esquema tarifario diseñado por Guzmán y poder así comenzar a reducir paulatinamente los subsidios energéticos con la finalidad de mostrar ante el FMI voluntad de cumplir con lo acordado. Para ello es fundamental que los funcionarios que vienen objetando esta planificación "dejen de poner palos en la rueda, para lo cual hay dos caminos: o se los separa del cargo o se los neutraliza para evitar que sus decisiones compliquen la estrategia", agregó otro funcionario que se desempeña en el edificio de Hipólito Irigoyen.
Este jueves la Secretaría de Energía convocó a audiencias públicas para aumentar las tarifas de luz. La convocatoria termina con una disputa que puede representar un cambio en el equilibrio de poder dentro del Frente de Todos, porque contradice los planteos del subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, con terminales directas al despacho de Cristina Kirchner.
A pedido de su superior inmediato, Darío Martínez, Basualdo elevó un documento que generó mucha controversia y provocó la reacción Guzmán, enojado porque no se había cumplido con la tarea encomendada.
"Basualdo tenía que armar un informe técnico para avalar la necesidad de una recomposición de las tarifas eléctricas y terminó haciendo todo lo contrario, incluso sacando conclusiones que no guardaban ninguna relación con lo solicitado", confiaron a este portal fuentes de Economía. "Contenía una evaluación política que iba a contramano de los elementos técnicos requeridos por Martín para avalar el programa avalado por el Congreso", completó el informante.
Esto precipitó la decisión de Guzmán de "puentear" a Basualdo para acordar directamente con Martínez la convocatoria a las audiencias públicas el 10, 11 y 12 de mayo próximo, con elementos que contradicen claramente la mirada "kirchnerista" sobre la readecuación tarifaria que representa el subsecretario.
Además de Basualdo, en la mira del ministro platense están el director del Banco Nación Claudio Lozano -quien encarna una de las voces más críticas respecto a la orientación económica y fue una de las espadas más filosas contra el acuerdo con el FMI- y los funcionarios que La Cámpora tiene dentro de la petrolera YPF.
El único "imprescindible"
En una entrevista concedida a un portal especializado, el canciller Santiago Cafiero planteó que "el Presidente es el único imprescindible" en la gestión y defendió la continuidad de Guzmán: "No veo para nada un ciclo cumplido, me parece que el Presidente sigue confiando en él y en todo caso será él quien determine, con Guzmán o con este Canciller. Si mañana precisa otra marcha, otra orientación u otro plan lo definirá él. El Presidente es el imprescindible en esta alianza de gobierno y en este Frente político", sostuvo.
En otro tramo del reportaje, el ministro ponderó el rol de su par de Economía: "Martín hizo una tarea ejemplar con la reestructuración de la deuda privada en septiembre de 2020 en plena pandemia. Y luego hizo una negociación que contaba con voces, sobre todo los que tomaron esa deuda, que decían que se resolvía en 5 minutos. Guzmán demoró mas pero porque consiguió un mejor acuerdo. El acuerdo que se hubiera conseguido en 5 minutos hubieran incluido reforma laboral, previsional... Nada eso está hoy producto de una gran negociación que hizo el ministro de Economía"