Inflación global: ¿cerrar los bancos centrales?
El peso se ha devaluado tanto por exceso de oferta, no solo porque la imprenta está funcionando exageradamente, sino porque la demanda de ha caído fuertemente ante los esfuerzos del gobierno por ahuyentar las inversiones en el país.
No sé si Milei tiene razón en cuanto a la oportunidad y el método, pero definitivamente los bancos centrales son como un cáncer al que debería ponérseles fin.
El petróleo se ha desplomado un 20% desde su máximo de junio, situándose en un mercado bajista, mientras que el oro perdió un 8% en el segundo trimestre, lo que supone su peor trimestre en cinco. Aunque varios factores macroeconómicos y relacionados con la demanda son importantes para los descensos, el máximo de dos décadas del dólar es sin duda el factor más definitorio.
El billete verde no ha dejado de avanzar logrando la paridad con el euro por primera vez en 20 años y parece no tener techo a pesar de la subida récord del IPC y menos ahora que, por segunda vez consecutiva, la Fed decidió subir en otros 75 puntos base a las tasas de interés de referencia, en línea con su tendencia restrictiva o hawkish “para controlar la inflación” histórica de 9,1% en EE.UU.
Por supuesto, como buenos burócratas que jamás reconocen la propia culpa ni lo destructivo de sus acciones, la Fed nada dice de la astronómica emisión y culpan a "la pandemia, el aumento de los alimentos y la energía y las presiones generales sobre los precios. La guerra de Rusia contra Ucrania”. No tienen vergüenza ni remordimiento alguno sabiendo que “en última instancia, la Fed quiere una desaceleración económica significativa para frenar la inflación, y un dólar más fuerte es parte de ese coctel". O sea, no les importa empobrecer sus ciudadanos con la inflación y, encima, castigarlos con una desaceleración de la economía.
La subida del 16% del dólar en el último año -y el 6% de ganancia sólo desde finales de mayo- es "lo más extremo que se puede hacer, históricamente hablando" según muchos analistas. La última vez que el índice dólar (DXY) superó los 112 fue en mayo de 2002. El billete verde también ha despertado el interés de los inversionistas. En primer lugar, el halo de refugio que rodea ahora al dólar. Sí, el oro puede ser lo que típicamente viene a la mente cuando se habla de la necesidad de protegerse contra la inflación pero, insólitamente, el dólar ha superado al oro, arrebatándole la corona de refugio.
Ahora, por qué ocurre esto, no se supone que el oro es el refugio por excelencia frente a la inflación. Empecemos por aclarar que el dólar se fortalece frente a las otras monedas porque, a pesar de que EE.UU. se encamina a una recesión ya que el PIB se contrajo 1,6% en el primer trimestre y si las lecturas del segundo trimestre también fueran negativas el país ya estaría en recesión, aun así, seguiría estando mejor que Europa debido al desastre que trajeron las cuarentenas y las actuales sanciones a Rusia.
Si hasta México tiene menos inflación que su vecino norteño y más de uno, cerca de las fronteras con Argentina, ahorra en paraguayos y bolivianos antes que en pesos argentinos o dólares.
Volviendo al tema, los bancos centrales han logrado inflacionar hasta el mismísimo oro -que para ellos es como la luz para los vampiros- y por ello no aumenta.
Peter Hambro, una de las mayores autoridades mundiales en el mercado del oro, ha descrito detalladamente algo que es público y notorio pero pocos comentan. El detonante de estos comentarios fue el siguiente gráfico de la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) de EE.UU. que, debido a una reclasificación de datos que comenzó en el primer trimestre de 2022, ahora muestra la enorme medida en que los bancos de lingotes como JP Morgan han acumulado contratos de derivados de metales preciosos para mantener bajo el precio del oro.
En este gráfico pueden verse los aumentos interanuales de los derivados de metales preciosos en bancos comerciales de EE.UU. hasta el 31 de marzo de 2022. O sea, lo que están haciendo es aplastar el precio del oro físico mediante la producción alquímica de 'oro de papel’ con “la ayuda de los mercados de futuros y la connivencia de los alquimistas, los comerciantes de lingotes”, según describe Hambro.
Lograron crear una percepción inquebrantable de que las onzas de oro que se acreditan en una cuenta con un banco o un distribuidor de lingotes eran los mismos que los reales. ¡Y mucho más fácil! No tienes que almacenarlo ni asegurarlo”. Ahora, esta inflación del oro por parte de la banca privada jamás hubiera sido posible sin el reaseguro de los bancos centrales y las directivas de BIS (el Banco Internacional de Pagos de Basilea, el “central de los centrales”).
Explica Hambro que “para hacer que el oro papel exagerado pareciera aún más seguro, el Banco de Inglaterra esta dispuesto a prestar oro físico a los Miembros del Mercado del Oro de Londres, en caso de que las cosas se pongan complicadas y las bóvedas estuvieran vacías”. En 1987, el central de Inglaterra instruyó a los bancos de lingotes para que formalizaran su cartel, lo que se hizo mediante el lanzamiento de la London Bullion Market Association (LBMA). Así, hoy el Banco de Inglaterra y la LBMA están entrelazados simbióticamente a través del mercado de préstamos de oro en el que los bancos centrales prestan oro físico.
Por cierto, este esquema global de 'oro de papel' tiene una oferta ilimitada ya que, como dice Hambro, los gobiernos y los bancos centrales y el BIS "pueden imprimir hasta el infinito" total que después coactivamente imponen sus caprichos sobre el mercado. De momento, el único peligro para este esquema de falsificación de oro, es que grandes tenedores de lingotes como Vladimir Putin y Xi Jinping, decidan romper el juego.
Por si acaso, para que no queden dudas de que los “valores tradicionales” no solo no han bajado de precio sino que han aumentado en relación al IPC-como debería haber ocurrido con el oro- les dejo esta tabla, el índice global de precios de la vivienda de Knight Frank, para el primer trimestre del 2022:
Por cierto, Argentina no figura en la lista, es que ya casi no figura en el mundo. Porque aquí sí que, insólitamente, bajaron los precios en “moneda dura” hasta de los inmuebles, por la sencilla razón de que el gobierno hace lo imposible por fugar a los capitales y por ello el blue -que es la mejor medida de la inflación verdadera, esto es, la exagerada emisión por sobre la demanda- se ha disparado tanto, en rigor, el peso se ha devaluado tanto por exceso de oferta, no solo porque la imprenta está funcionando exageradamente sino porque la demanda de pesos ha caído fuertemente ante los esfuerzos del gobierno por ahuyentar las inversiones en el país.