Primero la buena: 9 de cada 10 niños terminan la escuela primaria en el tiempo previsto. La mala: sólo 4 de ellos llegan al final de la escolarización con los conocimientos satisfactorios en Lengua y Matemáticas.

Los datos surgen del informe ¿Cómo llegan los estudiantes al final de la escuela primaria? Trayectorias escolares y aprendizajes”, realizado por el Observatorio de Argentinos por la Educación y sus autores son Melina Furman (Universidad de San Andrés), Gabriela Catri y Martín Nistal (Observatorio de Argentinos por la Educación).

El trabajo analiza los resultados de los niños que ingresaron a primer grado en 2016 y llegaron a 6° grado, cuando se termina la primaria en la mayoría de las provincias. La Ley de Educación establece que la educación primaria y secundaria tiene que durar 12 años en total: en algunas jurisdicciones la primaria termina en 6° grado y la secundaria tiene 6 años. En otras jurisdicciones, la primaria termina en 7° grado y la secundaria dura 5 años.

Los autores del trabajo aclararon que, aunque la cohorte analizada (2016-2021) se vio afectada por la pandemia, que obligó a los niños a permanecer en sus casos, los resultados de la cohorte 2011-2016 muestran un nivel similar.

El informe destaca que a nivel nacional, el 92% de los alumnos llegan a 6° grado en el tiempo teórico: a diferencia de lo que sucede en secundaria, los niveles de repitencia o abandono en primaria son bajos.

Pero los resultados de las provincias varían. En algunas, prácticamente todos los estudiantes que ingresan a primer grado llegan a sexto en el tiempo teórico esperado, sin repetir ni abandonar: el porcentaje asciende al 99% en Córdoba, Jujuy, Neuquén y Río Negro. En el otro extremo se encuentran Misiones (82%), Corrientes (78%) y San Juan (78%).

Sin embargo, solo el 43% de los estudiantes llegan a 6° grado a tiempo y con niveles de aprendizaje satisfactorios o avanzados en Lengua y Matemática. Se trata de dos áreas fundamentales para generar una base de conocimiento que les permita acceder a una ciudadanía plena y continuar su trayectoria educativa en el nivel secundario”, dice el trabajo.

“Estos resultados muestran que las dificultades en los aprendizajes no comienzan en la secundaria y que hay que atajarlas antes, en la primaria. Que un alto porcentaje de alumnos comience la secundaria sin una base que los habilite a seguir aprendiendo es una mecha encendida para el fracaso escolar posterior, cuando la escolaridad se complejiza con más profesores y una modalidad más desafiante como la del nivel medio”, señala Melina Furman, coautora del informe. 

“Garantizar que los chicos y chicas alcancen en la primaria una buena plataforma de aprendizajes es clave para sus trayectorias posteriores. Para eso, es necesario fortalecer las estrategias de enseñanza de los docentes, asegurar recursos y acompañamiento a aquellos estudiantes con mayores dificultades”, agrega la especialista.