La producción de cemento bajó 7,4% en junio respecto a mayo y se acerca a cifras pandémicas
Desde el sector anticipan que de continuar por este sendero, la baja en el sector de la construcción solo será comparable con la ocurrida durante la cuarentena para prevenir el contagio del Covid-19.
La producción de cemento alcanzó en junio a 727.405 toneladas lo que representó una merma del 32,8% respecto del mismo mes del año pasado, pero también un retroceso del 7,4% en relación a mayo.
Como ocurrió en el sector automotriz, la concurrencia de dos feriados largos en la tercera semana del sexto mes, hizo que solo hubiera dos días laborales, lo que agravó la caída de la producción de cemento que ya lleva 15 meses consecutivos de caídas interanuales.
De acuerdo con el último informe de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP), los despachos acumulan bajas de manera ininterrumpida desde abril del año pasado, con la particularidad que desde diciembre de 2023 todas las caídas porcentuales son de dos dígitos: -12,9% en ese mes, -27,1% en enero, -36,1% en febrero, -42,9% en marzo, -23,5% en abril, -20% en mayo y -32,8% en junio.
Los datos del primer semestre indican que los despachos sumaron 4.273.963 toneladas, con una retracción interanual del 30,8% “y permiten proyectar un 2024 con el peor desempeño de por lo menos los últimos cinco años, incluso por debajo de un 2020 marcado por la cuarentena en el inicio de la pandemia de coronavirus, un período en el que la construcción fue uno de los sectores más castigados”, según adelantaron fuentes del sector.
Los despachos del mes pasado se compusieron de 725.580 de producción nacional, con una caída porcentual similar a la de los despachos totales, y exportaciones por 1.825 toneladas (-28,9%), en tanto las importaciones fueron de 81 toneladas (no hubo registros doce meses atrás).
El pasado 25 de junio, el titular de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, habló de “un Cammesa 2″ por una deuda del Ejecutivo con las compañías del sector equivalente a $ 400.000 millones. La cifra corresponde a contratos públicos de trabajos de infraestructura cuyos pagos están pendientes desde septiembre del año pasado.
Weiss aclaró que no existe un reproche desde el sector hacia el Gobierno, pero reconoció que esta deuda es un punto de tensión con el ministro de Economía, Luis Caputo. “Tomaron la decisión de no pagar para privilegiar el ajuste fiscal”, indicó. En simultáneo, también recordó a la gestión anterior: “A mediados del año pasado comenzó la ralentización”.