El precio del dólar continuó en baja el lunes, con retrocesos del 2% en el segmento financiero, y si bien achicó la brecha cambiaria con el dólar “blend” que se le paga a los exportadores, 80% por la cotización oficial y 20% en el Contado Con Liquidación, la oferta del sector agrícola no apareció, y se teme que siga restringida.

El investigador del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, Dante Romano, señaló que, a pesar de la reducción de la brecha “esto tampoco lleva a los productores a acelerar sus ventas” porque “la soja que queda seguirá a resguardo esperando mejor relación insumo-producto”.

Además, en el caso del maíz “si bien se muestran más propensos a vender, se ven atrasos de todas formas”, dijo Romano a través de un informe.

Es que el precio de la soja continuó en baja, el lunes perforó el piso de los US$ 400 la tonelada en el mercado de Chicago y nada hace pensar que esa situación se pueda revertir en el corto plazo.

En ese escenario “al productor le conviene quedarse con la cosecha, negociar el producto a cambio de insumos, y esperar que las condiciones mejoren, ya sea por precio de la soja o el maiz, o por una suba en la cotización del dólar”, dijo el consultor Julián Cuenca, de Economía y Sociedad.

“El problema no es que el campo no liquida, o liquida poco, sino que se fueron acumulando pagos de importaciones para este segundo semestre, y ahora el Banco Central tiene que poner esos dólares en el mercado”, explicó Cuenca a Data Clave.

Este lunes el Banco Central terminó con un saldo vendedor de US$ 124 millones en el Mercado Único y Libre de Cambios, y de esta manera las reservas internacionales en lo que va del mes, que termina mañana, anotan un descenso de US$ 1.884 millones, entre pago de importaciones y servicios de la deuda.

La pregunta que se hace el mercado es hasta cuándo podrá el Banco Central seguir vendiendo reservas para achicar la brecha entre el dólar exportador y el oficial, y levantar el cepo.

El ministro de Economía, Luis Caputo, regreso este fin de semana de Brasil, donde se entrevistó con la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva y con la Secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen y solo recibió apoyos formales, pero ningún avance contundente sobre los US$ 10.000 millones que necesita para refinanciar la deuda que vence el año que viene.