El vicepresidente del Banco Central (BCRA), Vladimir Werning, se presentó el jueves en el congreso de los Ejecutivos de Finanzas (IAEF) y en tono retórico les preguntó a los hombres de empresas: “¿Quién hubiera dicho en diciembre que en el segundo trimestre la economía tocaba piso?”.

Lo cierto es que ese mismo día, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) daba a conocer un dato que mostraba la disparidad de la reacción económica.

El Índice de Producción Industrial Minero (IPIM) evidenció el comportamiento heterogéneo de la economía, en la que prevalecen los sectores vinculados a la exportación, frente a los destinados al mercado interno.

Un ejemplo de esto es que mientras que la extracción de arena común para la construcción cayó durante julio 33,1% interanual, la destinada a fractura (fracking) para la explotación de petróleo no convencional se incremento un 37,2%.

En tanto, la explotación de petróleo crudo aumentó 9,6%, y la de gas natural 9,9%. Por su parte, la extracción de minerales “no metálicos”, vinculados a la construcción, bajaron en conjunto 5,7%.

En esta senda, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, afirmó que “la obra pública no vuelve más” y con ella, su realización quedará en manos de las provincias, municipios, o empresas, que consideren “rentable” hacer una camino.

Según las estimaciones para este año del informe de perspectivas sectoriales de la consultora ABECEB dado a conocer hoy, están en verde los sectores destinados al mercado externo como la molienda de soja (+44,7%), la producción agrícola (+7,6%), la producción de agroquímicos (+8,5%), la venta de fertilizantes (+5,9%), todos ellos vinculados al “rebote” del sector luego de la sequía del 2023.

También aumenta la producción de petróleo (+8%), la de gas (+5,6%) y las exportaciones de servicios basados en conocimiento (+12,5%).En cambio, el semáforo cambia al rojo para el resto del conglomerado como la producción de electrónica de consumo (-51,3%), la de aparatos de uso doméstico (-31,7%), la automotriz (-24,1%), construcción (-19,8%), producción siderúrgica (-19,6%), venta de maquinaria agrícola (11,7%) y la producción industrial (-11,4%).

“La buena noticia es que todos, con distintos niveles, comienzan su recuperación en 2025. Si bien muchos sectores no logran saldar lo perdido, el escenario se vuelve positivo y el semáforo se pone en verde”, destacó la consultora que dirige el ex ministro Dante Sica.

Eso obedece a que este año el PBI caerá alrededor del 3,3% este año y pasara a mejorar el 4,6% por el efecto “rebote” con “un consumo que se recupera: pasa de una pérdida del 4,9% promedio este año a una mejora del 4,5%” en el 2025.

Por otra parte, la inversión que este año reflejaría una caída en torno al 20%, estará “rebotando parcialmente hacia 2025 y en el segundo semestre aceleraría notablemente su ritmo, incentivada por el RIGI, por el cambio de ciclo y fundamentalmente, si se concreta la eliminación del cepo”.