La compulsa interna del PRO, continúa. No cede. Y, al parecer, las cosas no pintan bien. Tras el quiebre legislativo en la provincia de Buenos Aires hoy “no hay posibilidad” de un nuevo acercamiento, según le confiaron a este medio, entre las partes. Es más, los lazos entre los liberales y la corriente interna que eligió abandonar el bloque oficial del partido amarillo cada vez son más fuertes. A tal punto que ya presentaron un proyecto en conjunto para autorizar el uso de pistolas taser “a miembros de las fuerzas de seguridad de la Provincia”.

Con el fin de dejar en claro que la distancia es un hecho, el macrismo salió a jugar fuerte. En las últimas horas realizó un pedido concreto en la Legislatura para prohibir el uso de la sigla PRO para otra bancada que no sea la oficial. De hecho, el planteo fue elaborado por el apoderado del partido amarillo en PBA, Luciano Gómez Alvariños. Se trata, en concreto, de la confirmación de lo manifestado dos semanas atrás cuando se reunió la asamblea.

"Si realmente hay un grupo que cree tener la representatividad de los afiliados para fusionarse con un espacio que llegó al poder, ojalá presenten listas”, porque sino “quedaría demostrado que fue una maniobra para desguazar un partido político por un proyecto e intereses personales”, aseguró Gómez Alvariños, quien busca afianzar la llegada de Cristian Ritondo a la presidencia del PRO en PBA.

Cabe recordar que tras un encuentro en Esteban Echeverría entre dirigentes del PRO alineados a la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, y legisladores de La Libertad Avanza, el presidente del PRO, Mauricio Macri, dio la venia para avanzar en una renuncia masiva que le quitó el control del poder del partido en la Provincia al bullrichismo. Acto seguido, los referentes de la funcionaria nacional rompieron filas y se armaron un bloque aparte, un PRO "blue" en ambas cámaras de la Legislatura provincial y también en algunos HCD.

“Yo no tengo nada mal con Macri, lo que yo tengo es una convicción. El PRO tiene que apoyar con toda la fuerza al Gobierno, esa debe ser la función del PRO. Nuestros diputados están votando los proyectos de este Gobierno. En la campaña apoyamos a Javier Milei, y ahora qué vamos a hacer ¿decir lo contrario?”, manifestó Bullrich en las últimas horas. La distancia es un hecho.

Lo que resta por ver es de qué manera se acomodará el PRO en PBA y si esto tendrá un impacto en el Congreso nacional, donde no hubo quiebre pero las diferencias también existen. Además, habrá que ver si en algunos HCD optar por seguir los mismos pasos con el fin de exponer que hoy por hoy las relaciones internas están rotas.