Un fantasma recorre el sector energético: ¿habrá que importar gasoil?
Tras el fallido intento por subir el precio de las naftas el fin de semana pasado, las refinerías analizan cerrar sus plantas porque no pueden conseguir petróleo en el mercado local. Llegaron los primeros pedidos a la Secretaría de Energía para la importación de combustible.
En medio de las preocupaciones por sostener la cuarentena, hay alarma en el sector energético. Los productores priorizaron la venta de crudo al exterior, las provincias petroleras reclaman que se liquiden correctamente las regalías y las refinerías -que necesitan del crudo para poder producir gasoil y nafta entre otros productos- se quedaron sin poder comprar materia prima, por lo que sobrevuela el fantasma del parate de las instalaciones y la suspensión de personal.
La situación es crítica. "Sin crudo no hay gasoil, el principal insumo para los productores agropecuarios y el transporte" dice un especialista en energía consultado por Data Clave. "Salir a tener que comprar afuera cuando se puede hacer acá, con tecnología y mano de obra argentina, pone a ciertos sectores del Gobierno y al sindicato en alerta" completa el analista.
Lo que más preocupa a los sectores ligados a la actividad es que no hay aún una decisión de la Secretaría de Energía para sentar a todas las partes y acordar una salida. "Esta inacción hace peligrar el abastecimiento y las fuentes de trabajo", sostienen desde uno de los sindicatos petroleros.
A pesar que la demanda de naftas y gasoil sigue muy deprimida con relación al nivel de consumo anterior a la pandemia, no sobra producto en el mercado. Por esta razón, algunas compañías petroleras comenzaron a reclamar al Estado que las autorice a importar combustibles "ya que la oferta local no es suficiente para garantizar el abastecimiento".
De hecho, ya se empezaron a registrar faltantes de algunos derivados del petróleo. "En Bahía Blanca, uno de los principales nodos logísticos del país, la oferta de combustible para embarcaciones y asfaltos se achicó mucho en estos días. Las refinerías no integradas —Raízen, que opera la terminal de Dock Sud, y Trafigura, que opera la destilería de Bahía Blanca— no están pudiendo comprar suficiente petróleo en el mercado local para elevar la utilizar de su capacidad instalada. Toda una rareza: aunque el consumo en surtidores es relativamente bajo, las refinerías están teniendo problemas para conseguir petróleo. No hay aún desabastecimiento de gasoil, pero si la tendencia no cambia podría haber un quiebre de stock en las próximas semanas", explica el analista Nicolás Gandini en el portal Econo Journal.