Sucesión en la Ciudad: aflora Macri, desconfía Lousteau y los terrenales inclinan la balanza
Crece la preocupación en el radicalismo por un inminente encuentro entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta para ordenar la interna PRO en CABA. Los últimos movimientos de Martín Lousteau y una reunión netamente política con María Soledad Acuña. El sueño imposible de un gabinete colegiado y las dudas del juego limpio para la campaña.
La sucesión en la Ciudad de Buenos Aires toma aires cada vez más complejos. Las relaciones que alguna vez funcionaron en Juntos por el Cambio hoy recrudecen por el juego de las candidaturas. Alianzas que se rompen, acuerdos que no se cumplen y, sobre el final, traiciones que se ejecutan por la supervivencia del poder.
Todos estos condimentos estarán en juego cuando el expresidente de la Nación, Mauricio Macri y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tengan una reunión cara a cara para ordenar el desfile de candidatos que hay en el PRO para un único puesto como lo es la jefatura de Gobierno. Según pudo saber Data Clave, la reunión podría darse este viernes. La idea original era el jueves, pero el factor Selección Argentina y la atención centrada en los campeones del mundo obligó a cambiar los planes. Tampoco se descarta que este encuentro sea durante el fin de semana.
Como adelantó este medio, el encuetro cara a cara entre ambos es para ordenar a sus dirigentes en el distrito que administran a gusto y piacere desde 2007. En el pensamiento PRO la idea de coalición no trasciende más allá de los acuerdos políticos y la convivencia democrática. Y a pesar de la buena relación que existe con un grupo de radicales, en las filas del macrismo sostienen que CABA es el centro neurálgico de poder del partido amarillo. Es el lugar donde empezó el sueño presidencialista y actualmente es el refugio de campaña para confrontar con el peronismo en cuanto a la gestión.
La exigencia del hombre de Tandil es clara: quiere que su primo Jorge Macri, actual ministro de Gobierno porteño, sea el principal y único candidato del PRO para competir en las PASO. En las filas macristas tienen como excusa los resultados parciales de las encuestas, la experiencia e, inevitablemente, la “ventaja” de contar con portación de apellido. Sin embargo, no es el mismo sueño que tiene Rodríguez Larreta, quien le dio vía libre para que muestren sus armas a su ministro de Salud, Fernán Quirós, la ministra de Educación, María Soledad Acuña y el vicepresidente 1° de la Legislatura, Emmanuel Ferrario.
Pero no es el único problema que pasa por la cabeza de Rodríguez Larreta. En el medio está el pacto de gobernabilidad con el senador Martín Lousteau, quien puso a gente de la UCR-Evolución a trabajar en áreas de la Ciudad de Buenos Aires. El senador radical siempre fantaseó con la idea de ser el sucesor del actual jefe de Gobierno como el candidato de consenso en Juntos por el Cambio. ¿Qué fue lo que pasó en el medio? Negociaciones políticas que empantanaron la sinergia entre amarillos y radicales. Jorge Macri, que tenía decidido ser candidato a gobernador bonaerense y encabezar la lista de diputados nacionales en 2021, acordó bajar su candidatura, dar el salto a CABA con toda su estructura y darle vía libre para el proyecto de Diego Santilli.
Ese acuerdo político lo llevó al primo de Mauricio a hacer su propio juego en la Ciudad y erigirse como uno de los principales candidatos al que hoy las encuestas lo marcan como el ganador de una contienda electoral interna. Hace poco mostró parte de su poderío en la jurisdicción y encabezó un encuentro en Balvanera con más de 90 dirigentes y funcionarios del PRO. Incluso estuvo Augusto Rodríguez Larreta, hermano del jefe de Gobierno y actual consultor político.
Todos estos movimientos, sumados a la inminente cumbre entre Macri y Rodríguez Larreta, incomodan a un Lousteau que, a pesar del consenso que genera su figura en el radicalismo, teme repetir los fantasmas del 2015 cuando el propio jefe de Gobierno actual le ganó la interna para quedarse con el control de Uspallata. “Estos encuentros nos ayudan a poder contar lo que se está haciendo y proyectar lo que se viene en este año de gestión”, dijo en sus redes sociales.
Pero el centro de la cuestión estuvo en una foto que se volvió a sacar con una dirigente que trabaja hace 25 años para Horacio y con la que, según dicen, tiene una muy buena relación tanto política como personal. La foto fue con María Soledad Acuña, la otra precandidata lanzada por el “Larretismo” y, quizás, el modelo más “halcón” que tiene esa corriente.
La cumbre entre Macri y Rodríguez Larreta es un ítem que a Lousteau le genera un enorme grado de desconfianza. Sabe que de ese encuentro hay un enorme porcentaje de posibilidades para que sea Jorge Macri el candidato del consenso en el PRO. La idea de que el partido amarillo llegue dividido a las PASO no es más que un sueño difícil de proyectar en los hechos. Quizás por eso el propio senador radical esté tratando de elevar a algunos candidatos de ese espacio. Según pudo saber Data Clave, el propio Lousteau le pidió la reunión a Soledad Acuña.
El contenido de ese encuentro fue netamente político, pese a que la versión oficial habla de una charla que se dio en las oficinas de la Fundación Argentina Porvenir para conversar sobre las mejoras que se tienen que dar en el sistema educativo y “la importancia de trabajar por un sistema educativo que se adapte a los desafíos actuales y genere más oportunidades”. Acuña y Lousteau tienen una muy buena relación y ya el año pasado insinuaron cierta complicidad en una charla que compartieron en la facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
La retroalimentación en términos políticos es mutua: Soledad Acuña se muestra moderada ante un espacio netamente progresista y Lousteau intenta captar el voto halcón que aporta la figura de la ministra de Educación, de recurrentes peleas con el kirchnerismo de manera pública y que en el último tiempo se potenciaron con lo que fue la toma de colegios en CABA.
Más allá de esta buena relación, el sueño de una fórmula cruzada es difícil de imaginar. En primer lugar porque la elección para jefe de Gobierno porteño unipersonal en cuanto a la figura que aparece en la boleta. Y otro dato no menor que compromete a Acuña es que tiene una banca incondicional con el proyecto presidencial de Rodríguez Larreta. La ministra sabe que juega en los márgenes de lo que decida su jefe político.
La reunión de Macri y Rodríguez Larreta del próximo viernes o fin de semana probablemente evaporen estas dudas. Tampoco está muy claro cuál es el rol de Quirós en esta interna, a quien remarcan que si bien es un ministro que tiene una gran aceptación pública, ese síntoma no se traslada a las encuestas. Algunos comparaban este síntoma con el exministro de Economía Roberto Lavagna, un dirigente político tan reconocido como carente de votos.
En este manto de desconfianza se encuentra Juntos por el Cambio. Los dirigentes están a la expectativa de quién será el candidato, cómo jugarán los terrenales que se lanzaron y cuándo será la fecha de las elecciones. Por estas horas tampoco descartan que haya un desdoblamiento en la Ciudad de Buenos Aires, algo hasta lo que hace poco se resistía un Rodríguez Larreta que hoy no lo vería con malos ojos.