Sin reelecciones indefinidas, el radicalismo no podrá revalidar 17 de sus 27 intendencias
La UCR se reunirá el próximo 24 de enero en Mar del Plata. El desafío de acomodarse de cara a un escenario complejo. El peligro de perder presencia territorial.
El radicalismo bonaerense tendrá su primer encuentro de 2025 el próximo 24 de enero en Mar del Plata. La cita en el Club Quilmes de la ciudad costera servirá como punto de partida para lo que será un año político lleno de rosca de cara a las próximas elecciones legislativas.
Con ese marco de fondo, el partido centenario reagrupará a toda la tropa para comenzar a poner sobre la mesa cuáles serán las opciones con las que contarán frente a un escenario complejo. Cabe recordar que, por el momento, el ejecutivo bonaerense todavía no tomó la decisión sobre de qué manera se votará en la Provincia. Si habrá PASO o no, si los comicios serán simultáneos con boleta única, concurrentes con sistemas diferentes o si se inclinará por desdoblar, que es lo que pretende el gobernador Axel Kicillof.
Pero no solo eso. La UCR deberá tomar una decisión más temprano que tarde. Con Juntos por el Cambio ya extinto y con el PRO cada vez más cerca de un acuerdo con La Libertad Avanza, el radicalismo también tendrá que acomodar las piezas y terminar de definir cuál será su posicionamiento.
En la actualidad, los boinas blancas bonaerenses tienen un lugar difícil como doble oposición. Tanto al gobierno nacional como al provincial. Sin embargo, ninguna de las dos cosas es tan concreta. Sucede que los dos sectores internos que hoy tiene el partido se acusan mutuamente de ser condescendientes con La Libertad Avanza a nivel país y con Kicillof.
En lo concreto, ambos espacios favorecieron ciertos proyectos, tanto en el Congreso de la Nación como en la Legislatura provincial, a los libertarios y también al peronismo. Es por esto que hay mucho de lo que se dicen que en lo cotidiano se ve plasmado más allá de toda distancia que se intente demostrar.
Que el próximo encuentre se lleve adelante en Mar del Plata no es un detalle menor. La ciudad balnearia es el pago chico del senador Maximiliano Abad, quien lidera a través del presidente del comité provincial, Miguel Fernández, buena parte de los movimientos del radicalismo provincial. Se trata del sector que no cierra la puerta a nada de lo que viene y que está atento a todo lo que pueda generarse en un futuro.
Cabe recordar que la otra pata bonaerense, que maneja bloque propio, no reconoció la victoria de Fernández y sigue a la espera de lo que bajen sus referentes nacionales el senador Martín Lousteau y el diputado nacional, Facundo Manes, quienes se posicionan más en una idea de un frente de centro.
La extinción indefinida
Pero hay un tema que preocupa en ambos espacios interno. Y tiene que ver con el fin de las reelecciones indefinidas. Sucede que de no haber cambios, 17 de los 27 municipios que hoy son gobernador por el radicalismo no podrán volver a tener a frente de la boleta al mismo intendente.
El 62 por ciento de las intendencias se verán obligadas a cambiar de mando. Y eso pone en peligro la llegada del partido a los territorios bonaerenses donde siempre tuvo buena cantidad de distritos. Sin embargo, en la actualidad el poder radical disminuyó y no solo que hoy no cuenta con ningún distrito en el conurbano sino que, además, ya no cuenta con ninguna ciudad de cabecera seccional. La injerencia mayor hoy está justamente en la quinta, donde sigue formando parte del modelo de gobierno marplatense con el PRO a la cabeza y en Tandil, municipios más cercano a la dupla Manes-Lousteau.
El de Miguel Ángel Lunghi es, sin dudas, el caso más fuerte al tratarse de un jefe comunal que lleva más de 21 años sin interrupciones en el poder local de la ciudad serrana. Una figura de peso que es referencia para otros dirigentes del partido centenerario.
En concreto, quienes no podrán reelegir son el presidente del Foro de intendentes, Maximiliano Suescun (Rauch); la exvicepresidenta del comité provincial, Érica Revilla (General Arenales); Arnaldo Harispe (Lezama), Matías Rappallini (Maipú), Emilio Cordonnier (Ayacucho), José Castro (Monte), Martín Randazzo (General La Madrid), Javier Andrés (Adolfo Alsina), José Luis Salomón (Saladillo) y Ramón Capra (General Alvear), Salvador Serenal (Lincoln); Franco Flexas (General Viamonte); Miguel Gargaglione (San Cayetano); Esteban Santoro (General Madariaga); Osvaldo Dinápoli (General Belgrano) y Esteban Reino (Balcarce).
Por caso, este último ya aseguró que no volverá a presentarse más allá de lo que pase con las reelecciones indefinidas. “En 2027 finaliza mi último mandato y no voy a volver a presentarme. Tenemos un grupo muy grande de personas capacitadas que seguramente tendrán la posibilidad y nosotros vamos a aportar desde otro lugar", manifestó el jefe comunal.
Pero no todos van en la misma línea. Hoy el radicalismo enfrenta una cruzada difícil si quiere seguir conservando su presencia en los territorios del interior bonaerense y ganar llegada en el Gran Buenos Aires. Hasta el propio Gustavo Posse, último jefe comunal de un distrito del conurbano (San Isidro) ya dejó saber que si el partido toma un camino diferente al que él considera podría presentar una lista vecinalista.