El PRO ante su particular desafío 2025: no perder identidad ante LLA y evitar convertirse en la UCR
El partido fundado por Mauricio Macri enfrenta el desafío de no diluir su identidad frente a los libertarios de Javier Milei, mientras busca evitar el camino de irrelevancia que marcó a la UCR en décadas pasadas. La alianza electoral divide a sus dirigentes y plantea interrogantes para el año electoral.
El PRO llega al 2025 con un dilema que podría definir su futuro político: mantener su esencia como partido o adaptarse al estilo disruptivo de los libertarios liderados por Javier Milei, con quien se evalúa una posible alianza electoral. La comparación con la Unión Cívica Radical (UCR), que durante años quedó relegada dentro de la coalición opositora, no es gratuita y pone en alerta a los principales dirigentes del macrismo.
En las últimas horas, Mauricio Macri dio señales claras sobre su estrategia para este año: dejó entrever que no planea ser candidato presidencial, pero se acerca a la idea de construir un frente conjunto con La Libertad Avanza (LLA). Según el exmandatario, "este año podemos representar juntos las banderas del cambio que la sociedad está reclamando". Sin embargo, dentro del PRO, estas palabras hacen eco.
Un sector del macrismo, encabezado por figuras como Patricia Bullrich, ve en Milei un aliado estratégico para consolidar el voto opositor y garantizar gobernabilidad. Pero otros dirigentes, como el jefe de Gobierno porteño Jorge Macri, consolidan un frente más bien opositor y temen que esta alianza diluya la identidad del PRO y lo convierta en un partido accesorio, tal como ocurrió con la UCR dentro de Juntos por el Cambio.
La interna del PRO también está marcada por las presiones para que Macri vuelva a ser candidato. Si bien el expresidente no ha confirmado su decisión, referentes del espacio admiten que crece el pedido interno para que asuma el desafío. "Mauricio es el único que puede contener a todos y dar una dirección clara en este contexto de incertidumbre", confió Martín Yeza a Infobae.
“Quiero detenerme en algo que recién decía Mauricio, que no es menor. Dijo ‘voy a estar donde el partido lo necesite’. Ojo, que una vez nos dijeron ‘si quieren competir, armen un partidito y gánennos’, y les ganamos. Guarda que se viene Mauricio Macri candidato, ojo”, lanzó el alcalde porteño en un acto partidario realizado este jueves.
Más allá de la contundente frase, luego el jefe de Gobierno bajó el tono y deslizó un “me va a matar ahora”, entre risas, ante el compromiso en que puso a su primo. “Encima el tipo nació en provincia, tiene domicilio en ciudad... la puede seguir a Cristina (Kirchner) a donde haga falta”, completó Jorge Macri ante la militancia amarilla desde Villa Pueyrredón.
Por su parte, Milei no oculta su intención de liderar una coalición amplia que le permita consolidar su poder en el Congreso. Ya designó un equipo de negociadores para avanzar en posibles acuerdos con Macri y otros referentes del PRO.
Sin embargo, el riesgo de perder autonomía preocupa. La experiencia de la UCR, que durante años quedó a la sombra de los líderes macristas, es un espejo incómodo que los dirigentes quieren evitar. En este sentido, el desafío principal para el PRO no es solo construir una alianza electoral exitosa, sino también garantizar que sus valores fundacionales no se pierdan en el camino.
El escenario para las elecciones de 2025 también se ve condicionado por la creciente polarización política. Mientras Milei sigue capitalizando el descontento social con sus propuestas radicales, el PRO busca redefinir su lugar en el espectro opositor sin ceder completamente al liderazgo libertario.
Según encuestas recientes, la intención de voto combinada entre Milei y el PRO superaría el 50%, lo que convierte a una posible coalición en un fuerte contendiente electoral. No obstante, el desafío estará en definir reglas claras de convivencia interna para evitar tensiones como las que marcaron a Juntos por el Cambio en el pasado.