A horas de que la Ciudad de Buenos Aires comience su plan de vacunación contra el dengue, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, lanzó duras críticas hacia el Gobierno nacional por la escasez de vacunas y la falta de una estrategia coordinada entre las provincias. Según Quirós, la compra inicial realizada por la administración de Mario Russo fue insuficiente, lo que obligó a varias jurisdicciones a buscar sus propias soluciones para cubrir la demanda creciente.

“La cantidad de vacunas que compró Nación fue escasa, y muchas provincias tuvieron que salir a comprar por su cuenta, aplicando cada una su propio criterio. Esto genera confusión y no asegura una distribución equitativa”, señaló Quirós en una reciente reunión del Consejo Federal de Salud (COFESA). Para el funcionario porteño, esta situación evidencia una falta de planificación que termina perjudicando a la ciudadanía.

En la Ciudad de Buenos Aires, la alta demanda en los vacunatorios privados, donde la vacuna Qdenga llega a costar más de 90 mil pesos por dosis, refleja el desborde que ha generado la limitada disponibilidad de vacunas. A esto se suman las demoras en la atención, que alcanzan hasta tres horas en algunos casos, y la incertidumbre respecto a la continuidad del abastecimiento.

Mientras tanto, la Ciudad ultima detalles para el lanzamiento de su campaña pública, que comenzará el 30 de septiembre. Los turnos estarán disponibles a partir de hoy, miércoles 18 de septiembre, y las primeras dosis estarán dirigidas a adolescentes de entre 15 y 19 años. "Hemos decidido implementar una estrategia ordenada, para asegurar que haya un tiempo adecuado entre la obtención del turno y la vacunación", explicó Quirós, quien destacó la necesidad de transmitir claridad y confianza en el sistema de salud porteño.

No obstante, el ministro volvió a señalar que la falta de un criterio uniforme a nivel nacional genera un mensaje contradictorio para los ciudadanos. "Este desorden debe ser un aprendizaje. Si no actuamos coordinadamente, cada uno termina aplicando su propia estrategia, y eso no es bueno para nadie", afirmó.

El Plan Estratégico Nacional contra el Dengue, presentado en junio por el ministro de Salud de la Nación, Mario Russo, tenía como objetivo articular esfuerzos entre Nación, provincias y municipios. Sin embargo, según Quirós, las discrepancias en la aplicación de las políticas públicas están generando incertidumbre en la población y dificultan una respuesta efectiva ante la llegada de una nueva temporada de dengue.

Expectativas ante la próxima temporada de dengue

Con la llegada de los meses de calor, las autoridades sanitarias se preparan para lo que podría ser una nueva epidemia de dengue en el país. Según proyecciones oficiales, se espera un aumento significativo en la cantidad de casos debido a factores climáticos, como las lluvias intensas y las altas temperaturas, que favorecen la proliferación del mosquito Aedes aegypti, principal vector de la enfermedad.

El último brote, que ocurrió entre finales de 2023 y principios de 2024, dejó un saldo alarmante de casos graves, y expertos anticipan que este año podría repetirse la circulación de los serotipos 1 y 2 del virus, lo que elevaría el riesgo de cuadros más severos en personas que ya hayan tenido dengue previamente.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha subrayado la importancia de vacunar en las zonas consideradas endémicas para evitar una mayor propagación del virus. En Argentina, las provincias del norte, como Misiones, Formosa y Salta, están en el centro de atención debido a su clima propicio para la reproducción del mosquito transmisor. La coordinación entre el Estado y las jurisdicciones afectadas será clave para mitigar los efectos de una nueva ola de contagios.

En este contexto, los especialistas insisten en que el control del mosquito es el principal recurso para evitar la expansión de la enfermedad. Sin embargo, las campañas de prevención deben complementarse con la vacunación en las zonas más vulnerables para reducir el impacto del virus en la salud pública.

El incremento en la circulación de serotipos más agresivos, sumado a la falta de planificación en la campaña de vacunación, plantea un desafío importante para las autoridades de salud. Se espera que, a medida que avance la temporada, los casos de dengue vuelvan a aumentar, por lo que las medidas de control y prevención se convertirán en un foco prioritario de acción para minimizar el impacto de la enfermedad en la población.