El jefe de gabinete, Guillermo Francos, sorprendió esta semana al asegurar que el Ejecutivo no está apurado para aprobar el Presupuesto 2025 actualmente en tratamiento en la Cámara de Diputados y, de no recibir el visto bueno del Congreso, volverían a utilizar el esquema de prórroga del presupuesto actual.

"No tenemos urgencia para que el presupuesto sea aprobado", afirmó Francos y explicó que el Gobierno está abierto a escuchar las propuestas del Congreso, siempre y cuando no se modifique el “equilibrio fiscal” que el Ejecutivo considera esencial. “Si necesitan realizar algún cambio, podrían decirnos a cuál partida le aumentan y a cuál le disminuyen”, detalló, sugiriendo que cualquier ajuste debería ser compensado.

La declaración del jefe de ministros se da en un contexto de presión opositora desde todos los frentes. El bloque UCR acercó un semáforo donde pidió quitar dos artículos. En el marco de la emergencia pública declarada en Ley de Bases se suspende para el Ejercicio 2025 el cumplimiento del artículo 9º de la Ley Nº 26.206 de Educación Nacional “El Presupuesto en Educación no será inferior al seis por ciento (6 %) del Producto Interno Bruto (PIB)” y también suspende los artículos 5º, 6º y 7º de la Ley Nº 27.614 de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia “el presupuesto destinado a la función ciencia y técnica se incrementará progresivamente hasta alcanzar, en el año 2032, como mínimo, una participación del uno por ciento (1%). Los radicales se fueron de su última visita a Casa Rosada con el compromiso de quitar estos dos apartados.

Por su parte, el bloque Encuentro Federal de Miguel Ángel Pichetto adelantó propuesta de dictamen propio donde establecen mayores partidas para universidades y jubilaciones. Sostienen que pueden generar un ahorro de $5.101.313 millones que podrían destinarse a estos fondos. En el primer término, proponen recomponer los haberes con el 8,1% que se perdió con el cambio de fórmula, más un bono de $70.000, que ya está contemplado en el Presupuesto. A su vez, proponen un aumento del 17% en las partidas para las universidades. Estos dos puntos se dan luego de la polémica por los vetos a la ley de movilidad jubilatoria y al financiamiento educativo. 

Para financiar estas medidas, el bloque que lidera Pichetto sugiere eliminar varias exenciones del IVA y el Impuesto a las Ganancias, así como también eliminar la asignación específica del impuesto a los combustibles.

Pero además, el Gobierno empezó a escuchar diferencias incluso del bloque PRO. La aparición de Mauricio Macri con gobernadores del partido amarillo y una posterior visita al bloque de diputados encienden las alarmas. Consideran que la construcción del consenso “va a llevar tiempo” ya que el Ejecutivo no cede en algunos aspectos. El bloque que conduce Cristian Ritondo también quiere discutir algunas partidas para las provincias.

Por todo esto, los tiempos que había imaginado en un principio el oficialismo se fueron diluyendo y todavía los diputados no se concentraron en la discusión de los artículos del presupuesto. Aún queda la visita de la cartera de Salud, iban a asistir este jueves 7 pero horas antes fue “postergada hasta nuevo aviso” por problema de agenda de los funcionarios. Las fechas apremian, el límite para dejar listo el proyecto es el 20 de noviembre, 10 días antes del fin del periodo ordinario de sesiones. Fuentes parlamentarias del oficialismo afirmaron a Data Clave que no hay hoja de ruta para el despacho del proyecto.

Suponiendo que a Diputados le queda todo el mes por delante para poder aprobar la media sanción, el problema es que esta misma fecha es el plazo que tiene el Senado para firmar dictamen y para llevar el Presupuesto al recinto. “Están trabajando con la idea de extraordinarias. Veremos si el Ejecutivo quiere”, aseguraron a Data Clave fuentes parlamentarias con acceso al despacho libertario que maneja los temas presupuestarios en la Cámara alta.

En el Senado, desde el oficialismo creen que las declaraciones de Francos son una manera de "amenazar" o "apurar" a la oposición con la posibilidad de prorrogar el presupuesto actual. Algo que hasta algunos sectores de la oposición más dura buscan evitar a toda costa. Es una manera para que no se avecine una avalancha de “pedidos y cambios”. 

“Billetera libre en año electoral asusta a cualquiera”, afirman en el Senado. Francos lo sabe y juega su partida de ajedrez con eso. En el Senado algo es seguro a esta hora, la realidad es que si no hay extraordinarias “no hay forma de tratarlo”.