Primer congreso de agroecología bonaerense: porqué también es un movimiento político
Este sábado concluye el primer encuentro de la provincia de Buenos Aires en la Universidad de Luján. Lo inauguró el gobernador Kicillof.
La agroecología es un movimiento que tiene muchas dimensiones. La más conocida es la que se refiere a llevar adelante un sistema de producción sostenible, respetuoso del suelo y sin el uso de agroquímicos.
Pero al mismo tiempo es una práctica que promueve el arraigo de las familias para que sigan viviendo en el campo, que respeta los saberes ancestrales de los campesinos y los chacareros, que se construye con la práctica y el intercambio comunitario.
Por eso es también un enfoque que viene a cuestionar el actual sistema de producción agropecuaria que se basa en obtener la mayor rentabilidad posible y que fomenta las grandes producciones y los pools de siembra.
Es en consecuencia un movimiento político que viene a cuestionar el discurso dominante, por lo que es rechazado por las grandes compañías internacionales, que son las que producen fertilizantes químicos y herbicidas como el famoso glifosato, que de esta forma ven cómo pueden ser afectados sus intereses.
En ese contexto es que este viernes 8 y sábado 9 se lleva adelante en la Universidad de Luján el Primer Congreso de Agroecología de la provincia de Buenos Aires, con la participación de estudiantes, productores, horticultores, veterinarios, ingenieros, profesionales y público en general.
En una multitud de mesas se realizaron exposiciones sobre sistemas productivos agroecológicos ya en marcha, de otros que se encuentran en transición, se indagó sobre nuevas formas de comercialización o el agregado de valor en el lugar de origen para generar más recursos para quienes trabajan la tierra.
Uno de los expositores, por ejemplo, fue el ingeniero Eduardo Cerdá, ex director nacional de agroecología durante el gobierno anterior. Fue despedido por la administración de ultraderecha que encabeza Javier Milei, que detesta estas cuestiones, a tal punto de desconocer un fenómeno evidente como el cambio climático.
Cerdá fue quien llevó adelante en un campo de Benito Juárez, La Aurora, hace 20 años un proceso de transición hacia la agroecología, junto a su propietario Juan Kiehr, que falleció este año, meses atrás. Ese campo es considerado hoy un modelo a seguir por la FAO, como ejemplo de la producción de alimentos sostenibles en el tiempo y respetuosa de la naturaleza.
En otras mesas participaron expertos del INTA con formación agroecológica. El gobierno busca llevar adelante una brutal reducción en el organismo con el despido de miles de técnicos y profesionales.
Por eso la presencia de Kicillof implica el respaldo a un cambio de paradigma, que promueve la agricultura familiar, la participación de las mujeres y el apoyo mediante líneas de crédito a los productores agroecológicos.
En ese marco, el gobernador Kicillof afirmó: “Hace algunos años era impensado contar con lineamientos en materia de agroecología en la provincia de Buenos Aires: hoy, producto de políticas públicas, estamos participando de un encuentro que deja muy claro que avanzamos hacia la construcción de sistemas agroalimentarios sostenibles”.
“Ese modelo tiene que ser con valor agregado, con sustentabilidad ambiental, con ciencia y con innovación tecnológica: es decir, apuntamos a un cambio en el modelo de alimentación con soberanía nacional”, agregó.
El ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, destacó: “Buenos Aires es la primera provincia en contar con un plan integral de promoción de la agroecología, porque entendemos que no podemos pensar en producir si no pensamos a la vez en garantizar la sustentabilidad.”