Patricia Bullrich pidió licencia a la presidencia del PRO y asume en su lugar un macrista de ley
La exministra de Seguridad estará alejada de la conducción del partido amarillo para concentrar sus esfuerzos en la campaña. Tomará su rol Federico Angelini, actual vicepresidente y uno de sus armadores en el interior del país. También es un hombre del riñón de Mauricio Macri.
La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, presentó un pedido de licencia a su cargo en el partido para dedicarse de lleno a su precandidatura presidencial. En ese marco, su lugar será ocupado por Federico Angelini, un macrista de ley.
La exministra de Seguridad, a través de sus redes sociales, anunció que se alejará por un tiempo de la conducción del partido amarillo para focalizarse en la contienda interna que tiene con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Según pudo confirmar Data Clave, la licencia será por cuatro meses y es con el objetivo de mostrarse “neutral” en el momento del cierre de las listas.
“Estando cerca del inicio de un proceso electoral y siendo consecuente con los valores de la verdad y la transparencia, pedí licencia a la Presidencia del PRO. Ha sido un gran privilegio liderar el partido estos años”, expresó en sus redes sociales.
De acuerdo al Estatuto del partido, es el vicepresidente quien asume el lugar del presidente en caso de un pedido de licencia, renuncia u otro tipo de contratiempo. Y ahí aparece la figura de Angelini, hombre fuerte del PRO en Santa Fe y actualmente ocupando el rol de vicepresidente.
Angelini es diputado nacional por Santa Fe y es el presidente de la Comisión de Seguridad del Interior. De hecho, este mismo año recibió al ministro Aníbal Fernández ante la polémica que hubo en su provincia por la avanzada del narcotráfico y la ola de crímenes que se desataron. Es una de las voces más críticas contra el Gobierno por este ítem.
Pero no es la seguridad lo único que lo vincula a la política. Angelini es un hombre de extrema confianza de Mauricio Macri. Es tan cercano que incluso es el encargado de recibir al expresidente siempre que tenga un evento o agenda de trabajo en territorio santafesino. En 2021, cuando fueron las elecciones legislativas, Macri apoyó su candidatura a diputado mientras del otro lado competía con su par Carolina Losada.
Genera tanta confianza en el exjefe de Estado que le encomendó la tarea de meterse de lleno en la campaña de Bullrich para fortalecer su armado y disputarle el poder interno de Juntos por el Cambio a un Rodríguez Larreta que viene tomando fuertes decisiones. Una de ellas fue la de establecer las elecciones concurrentes en la Ciudad de Buenos Aires, una jugada política y electoral que perjudica a su ministro de Gobierno, Jorge Macri y beneficia al senador Martín Lousteau. Ambos competirán en igualdad de condiciones por la sucesión del distrito porteño.
El diputado nacional fue otros de los que cuestionó públicamente al alcalde porteño por la decisión de cambiar las reglas electorales con cercanía a los comicios. “La ambición no puede estar por encima de los valores de Juntos por el Cambio. Un cambio de reglas no se puede hacer en un año electoral, sin planificación, sin antelación y generando más gasto ineficiente”, expresó.
Angelini aterrizó en territorio de los “halcones” para ser el armador político en el interior del país, pero hoy tiene una gran preponderancia en el armado nacional. La conducción del “Bullrichismo”, podría decirse, es tripartita: además de Angelini, están el legislador porteño Juan Pablo Arenaza y Hernán Lombardi, otro hombre del riñón del macrismo. Anteriormente estaba Gerardo Milman, pero fue desplazado por la polémica de su figura en torno al intento de magnicidio contra Cristina Kirchner.
El recambio en la cúpula del PRO es un poco de fachada. Bullrich sale para purificar su figura en la previa de los comicios pero entra una persona de su confianza y que tiene la aprobación total de Macri.Cambiar para no cambiar.