El decreto presidencial que abre las sesiones extraordinarias ya generó ruido entre la Casa Rosada y los mandatarios provinciales. Con un temario que incluye proyectos como la derogación de las PASO, Ficha Limpia y la ley antimafias, el oficialismo buscará apoyo para avanzar en sus objetivos. Pero la exclusión del Presupuesto 2025 y el desplome de las transferencias federales en 2024 complican el diálogo.

Desde el Congreso, los gobernadores son clave para asegurar votos, pero no están conformes. La caída del 10% en la Coparticipación Federal y un derrumbe del 76% en transferencias discrecionales dejaron a las provincias en alerta. Además, el rechazo de Javier Milei a tratar el Presupuesto dejó a muchos jefes subnacionales con malestar. 

La eliminación de las PASO es uno de los puntos más conflictivos. Aunque sectores de la oposición, como el PRO, y gobernadores como Claudio Poggi de San Luis apoyan su derogación, otros líderes provinciales mantienen reservas. 

X de Claudio Javier Poggi

Mientras tanto, bloques como Encuentro Federal y Unión por la Patria condicionan el quórum a la inclusión del Presupuesto en el temario. "El Gobierno busca aprobar temas que le sirven para la tribuna, pero no enfrenta las necesidades reales del país", criticó un diputado del espacio de Miguel Ángel Pichetto en confianza con Ámbito.

En paralelo, gobernadores como Maximiliano Pullaro de Santa Fe y Martín Llaryora de Córdoba, que han mostrado colaboración con la gestión de Milei, evitan definiciones claras. Otros distritos como Salta y Chaco ya suspendieron las PASO, alineándose parcialmente con el temario oficial.

La presión sobre los mandatarios provinciales no solo es política. Desde Economía, Luis Caputo reclamó a las provincias eliminar tasas municipales que dificultan el comercio. Estas exigencias, junto con las tensiones por los fondos federales, profundizan un clima de incertidumbre.

El paquete de leyes se debatirá entre el 20 de enero y el 21 de febrero, dejando un margen acotado para negociar. Más allá de los proyectos propuestos, el foco estará en cómo se reconfiguran las alianzas en el Congreso y qué impacto tendrán estas decisiones en las provincias de cara a un 2025 que ya arranca con dificultades económicas.

El proyecto para la eliminación de las PASO contempla modificarlas a nivel nacional, pero no implica cambios automáticos en las provincias, ya que estas regulan sus propios sistemas electorales. Además, la ausencia del Presupuesto 2025 habilitaría al Gobierno a usar el del año anterior, lo que generaría un manejo discrecional de los recursos.