Con el reloj avanzando, Javier Milei sigue sin conseguir los votos necesarios en el Congreso para avanzar con la derogación de las PASO. La falta de consenso, incluso entre sectores del peronismo y de la oposición, agrava el panorama. Desde la Justicia advierten que cualquier modificación debería realizarse, a más tardar, antes de abril, mes en el que se activa la logística electoral en los 24 distritos del país.

Después de esa fecha cualquier cambio en las reglas electorales podría ser política y jurídicamente objetable”, deslizaron desde la justicia. Sin embargo, el receso legislativo podría extenderse hasta febrero, dejando solo un margen de dos meses para aprobar cualquier reforma en ambas cámaras.

En Buenos Aires, el juez federal Alejo Ramos Padilla fue tajante: “La falta de certezas sobre la modalidad de convocatoria y los nuevos desafíos que acarrea la boleta única de papel imponen una pronta y eficiente planificación”. El magistrado advirtió que las indefiniciones ponen en riesgo el operativo electoral en la provincia que concentra el 40% del padrón nacional.

Por su parte, el gobernador Axel Kicillof decidió no apurarse. Aunque evalúa desdoblar las elecciones provinciales, su decisión depende de si el Congreso deroga o no las PASO. Desde su entorno trascendió que no habrá definiciones hasta febrero. Mientras tanto, Cristina Kirchner insiste en que los comicios provinciales coincidan con los nacionales para fortalecer su estrategia electoral de cara a una posible candidatura a diputada.

En paralelo, el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, también analiza desacoplar las elecciones locales de las nacionales, preocupado por el avance del libertarismo en su distrito. Pero su reforma, que incluiría suspender las PASO en la Ciudad, depende de los votos del bloque kirchnerista en la Legislatura.

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X de Guillermo Francos

Desde hace unos meses, uno de los actores del gobierno que más presiona para eliminar las PASO es el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. A través de sus redes sociales, el funcionario detalló que el proceso electoral para el 2025 tendrá un costo de 500 millones de dólares. Sobre esto, puntalizó que si se eliminan las primarias, "se ahorraría entre 35% y 40% de esa suma".

“Desde 2011, fecha en que entraron en vigencia, solo han sido un costo económico para el Estado y una molestia para el conjunto de los ciudadanos, que han tenido que votar en Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) para resolver los problemas que los políticos no han sabido solucionar en sus propios partidos”, afirmó el jefe de ministros y agregó:Sería fundamental que podamos eliminarlas definitivamente, si hubiera acuerdo en sesiones extraordinarias o al principio del período ordinario, para ahorrarles a los argentinos tiempo, molestias y dinero”

Además de la derogación de las primarias, el Gobierno impulsa un paquete de reformas que incluye cambios en el financiamiento de los partidos políticos, la modernización de las afiliaciones y mayores requisitos para el reconocimiento jurídico de los partidos. Estas medidas buscan eliminar los llamados "sellos de goma" que, irónicamente, facilitaron la llegada de Milei a la presidencia.

No obstante, este paquete tiene aún menos consenso que la eliminación de las PASO. Con las elecciones cada vez más cerca, las reformas enfrentan un panorama complicado, y el cronograma electoral sigue siendo una incógnita para 2025.

La legislación establece que las elecciones primarias deben ser convocadas al menos 90 días antes de su realización. Esto significa que el 5 de mayo sería la última fecha para que el Gobierno oficialice los comicios, siempre y cuando no se derogue la ley antes de esa fecha.