Milei apostó a la grieta para desactivar el "salariazo" de la casta: error no forzado del Gobierno
El Presidente no asumió la responsabilidad de lo que firmó en el último Decreto que aumenta en casi un 50% su salario y el de todos los cargos ejecutivos. Subió al ring a una Cristina Kirchner que salió a responder con datos. Las críticas de la oposición no peronista ni kirchnerista. ¿Quién paga los platos rotos?
En el entorno de Javier Milei se niegan a reconocer que el último “salariazo” a los altos cargos del Gobierno fue un error no forzado que no estaba en sus planes. Aún cuando el Decreto de los aumentos lleva su firma y la del resto de su equipo de Gabinete.
El Decreto 206/2024 lleva las firmas del Presidente de la Nación, del jefe de Gabinete, Nicolás Posse y de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. En su artículo 4, establece que las actualizaciones salariales "se extenderá a las retribuciones de las Autoridades Superiores de las Jurisdicciones, Entidades y Organismos del PODER EJECUTIVO NACIONAL". Esa extensión se contradice con lo que disponía el decreto anterior que no tocaba ningún salario.
La que dejó en evidencia esta maniobra fue Victoria Tolosa Paz. La diputada nacional detectó que el Decreto, que tiene fecha del 28 de febrero, contaba con aumentos para todos los cargos ejecutivos y con incrementos que llegaban al 48%. En el cuadro que publicó, asegura que el Presidente pasó de ganar unos $4 millones en enero a más de $6 millones en febrero.
“El Presidente @JMilei firmó el Decreto 206/24 con fecha 29 de Febrero en la que se autorizó un aumento del 12 % en Febrero para los cargos jerárquicos producto de la paritaria del empleo público, también se sumó un 14 % de la paritaria de diciembre que no se aplicó en enero para esos cargos y en el mes de febrero se incrementó la base general de cálculo de las remuneraciones del SINEP en un 16% (como se dice en la jerga del estado: la cantidad de UR)”, explicó la legisladora.
El silencio del Gobierno fue atroz durante una buena cantidad de minutos. Quien tuvo que salir a aclarar lo que pasó fue el propio Milei, eligiendo la grieta como un mecanismo de defensa para disimular un error. “Me acaban de informar que producto de un decreto firmado por la ex presidenta Cristina Kirchner en el año 2010, que establecía que los cargos políticos siempre debían cobrar más que los empleados de la administración pública, se otorgó un aumento automático a la planta política de este gobierno”, justificó.
El gran problema para Milei es que el Decreto llevaba su firma. Y Cristina Kirchner se lo hizo saber: “Ay Presidente... usted quiere pelearse conmigo para que no hablemos del decreto que firmó dándose un aumento del 48% a usted y a sus funcionarios mientras pulveriza las jubilaciones y los salarios de los argentinos... y de las argentinas también. Admita que firmó, cobró y lo pescaron”.
El problema para Milei no es el sueldo, sino el discurso. Con el último aumento que supera los $6 millones brutos, su salario no llega ni a los U$S 7 mil mensuales. Según registros del año pasado, no alcanza la media de la remuneración de otros presidentes latinoamericanos. Ni siquiera supera a Gustavo Petro en Colombia (U$S 10.170) ni a Gabriel Boric (U$S 10.673), con quienes está en las antípodas del pensamiento político económico.
El jefe de Estado quedó expuesto a dos teorías que son igual de graves para el ejercicio de un Presidente: o se quiso aumentar el salario sin que nadie se entere o firmó un Decreto sin saber su contenido. De momento, fuentes de la Presidencia mantienen la versión original de los posteos en redes del propio Milei y un supuesto “aumento automático” vía un antiguo decreto de Cristina Kirchner.
Las críticas de la oposición no tardaron en llegar. Al margen de la manada peronista, también se sumaron diputados que provienen de otros espacios. Y justo se da a pocos días de que el propio Milei rechazara un aumento del 30% en la dieta de los legisladores.
“Estimado Presidente, me alegro que esta vez la demagogia les haya salido por la culata, pero no se haga el sorprendido, que la extensión del aumento a los cargos políticos está en el artículo 4 del Decreto que usted firmó”, le dijo Martín Tetaz, de UCR-Evolución.
También se sumó Manuel López, de la Coalición Cívica: “Presidente no caiga en su demagogia, necesita funcionarios que vivan austeramente pero con decoro. Personas idóneas, full time, sin apremios, sin conflictos de interés y con ingresos registrados. Que no se manejen como usted cuando fue diputado”.
“El Presidente tiene que conocer lo que firma. El secretario de Legal y Técnica le tiene que informar lo que firmó. No es un decreto de Cristina (Kirchner). Es un decreto que firmó él en febrero y está publicado en el Boletín Oficial. Si Milei no sabe lo que firmó, estamos en problemas”, agregó Miguel Ángel Pichetto, líder del bloque Hacemos Coalición Federal en la Cámara de Diputados.
De hecho, el bloque de Pichetto presentó un proyecto para que los Jueces de la Corte, el Presidente, el vice y los legisladores se ajusten con un mismo índice. “Equiparar las dietas de las cabezas de los tres poderes del Estado”, propone la iniciativa presentada.
También se sumó el expresidente de la Nación, Alberto Fernández: “Lamento que, después de tener que disculparse por el champán, ahora el presidente tenga que retractarse por haber aumentado su sueldo y el de sus funcionarios en un 48%. Javier Milei nos tiene acostumbrados a cambiar de opinión, como cuando en campaña dijo que no se iba a juntar con la casta política de Juntos por el Cambio, pero terminó haciéndolo para poder llegar a la presidencia en el balotaje”.
“Lamento que, después de tener que disculparse por el champán, ahora el presidente tenga que retractarse por haber aumentado su sueldo y el de sus funcionarios en un 48%. Javier Milei nos tiene acostumbrados a cambiar de opinión, como cuando en campaña dijo que no se iba a juntar con la casta política de Juntos por el Cambio, pero terminó haciéndolo para poder llegar a la presidencia en el balotaje”, agregó.
Los que no salieron a marcar la contradicción del Presidente fueron los gobernadores. La mayoría de ellos salieron entusiastas de la última reunión con Posse y el ministro del Interior, Guillermo Francos, donde se trató la posibilidad de reactivar el proyecto de Ley Ómnibus, entre otras medidas.
En algunas terminales del Gobierno evitan meterse en un problema que nace desde la propia Presidencia. Es más, una persona que forma parte de un importante Ministerio le dijo a Data Clave que ni siquiera se comentó en los chats internos.
De momento, la postura gubernamental sobre estos aumentos es la que expresó Milei y la que ratificó la Oficina del Presidente en un comunicado nocturno. "La situación heredada es crítica y los argentinos están haciendo un sacrificio heroico", argumentan. Y aunque no lo reconozcan públicamente, en el Gobierno saben que sufrieron un error no forzado.