El padre Lorenzo “Toto” de Vedia, a cargo de la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé en la Villa 21-24, pidió ayuda en una carta que difundió en forma pública para sostener el comedor que funciona en ese asentamiento situada en el barrio de Barracas, en el sur de la ciudad de Buenos Aires.

“Crece la cantidad de gente que necesita y se nos está haciendo difícil ayudarlos”, dice el texto que comenzó a difundir en las últimas horas a conocidos, amigos y allegados que colaboran con el comedor mediante cadenas de WhatsApp.

La carta se conoce en medio de la disputa judicial porque el Ministerio de Capital Humano sigue sin repartir los alimentos que tiene guardados en depósitos y que fueron comprados por el gobierno anterior para asistir a los comedores populares.

Este lunes, el juez en lo contencioso administrativo federal Martín Cormick resolvió que el Ministerio a cargo de Sandra Pettovello, tiene que informar en un plazo máximo de 48 horas cómo garantizará el derecho a la alimentación de quienes concurren a los comedores.

La carta que dio a conocer el Padre Toto dice textualmente:

De nuestra consideración:

Me dirijo a Usted para contarles la necesidad que tenemos para sostener el trabajo que nuestra Parroquia realiza en la Villa 21-24 y Zavaleta.

En este momento estamos muy necesitados de alimentos no perecederos. Crece la cantidad de gente que necesita y se nos está haciendo difícil ayudarlos. De allí que solicitamos que, en lo posible nos provea de alimentos no perecederos para la canasta  familiar. Los mismos podrán ser dirigidos a la Parroquia en Osvaldo Cruz 3470 (y Luna) Barrio de Barracas CABA. Agradeciendo su atención, lo saluda cordialmente, Padre Toto de Vedia

Vínculos con Francisco

El padre Toto es muy cercano al Papa Francisco, relación que se desarrolló cuando era arzobispo de Buenos Aires, y es además capellán del Movimiento de Trabajadores Excluidos y miembro del Equipo de Sacerdotes de Villas y Barrios Populares de la Argentina.

“Luego de que Bergoglio se convirtiera en Francisco, el cardenal Mario Poli me designó Capellán del Movimiento de Trabajadores Excluidos. Más allá de este nombramiento específico, me siento parte de nuestra Iglesia que palpita con todo lo que le pasa a la gente, ampliando una visión que no se queda en la sacristía”, escribió hace unos días en una columna que publicó el sitio Infobae.

“Alegra cuando el Estado se hace presente para los caídos del sistema y duele cuando desde el Estado se dice que dar comida al que vive en la calle alimenta su comodidad de no salir de esa situación”, se lamentó en esa nota.

“Este humilde testimonio se puede amplificar junto al de tantos curas y comunidades de CABA, del Conurbano y de tantos lugares del país que recorren las calles y también convierten sus capillas y centros barriales en dormitorios, comedores, lugares para bañarse, hospitales y tantas cosas más, buscando también dialogar con el Estado y con otros actores sociales, evangelizando en los espacios públicos, conscientes de que es salvación dar de comer y alojar a quienes lo necesitan, así como transmitir la Buena Noticia desde los pobres a toda la humanidad”, concluye.