Mauricio Macri busca depurar el PRO y los primeros apuntados son Bullrich y Larreta
El miércoles vence el plazo para la inscripción de alianzas en CABA y el partido amarillo enfrenta tensiones internas. Aunque hubo rumores sobre la posible expulsión de los exprecandidatos presidenciales, desde la cúpula macrista lo descartan. Mientras tanto, Bullrich se alinea con Milei y Larreta busca armar su propio espacio.
Los tiempos electorales aceleran los movimientos en la Ciudad de Buenos Aires. Con el cierre de alianzas a la vuelta de la esquina, el PRO enfrenta un dilema interno que lo tiene en el ojo de la tormenta. La posibilidad de que Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich sean expulsados del partido sacudió el tablero.
El rumor sobre la purga dentro del macrismo creció en los últimos días y tomó fuerza tras una reunión en la que participaron Mauricio Macri y su primo, el jefe de Gobierno porteño Jorge Macri. Sin embargo, desde el entorno del expresidente aseguran que la decisión no está en carpeta. El contexto es clave: mientras Bullrich se consolida como una de las figuras más cercanas a Javier Milei, Larreta intenta despegarse y armar un nuevo espacio que lo proyecte políticamente más allá del PRO.
Si bien la ministra de Seguridad hace tiempo que actúa en sintonía con el gobierno libertario, su distanciamiento del partido amarillo quedó más expuesto en los últimos meses. Por otro lado, el exjefe de Gobierno porteño comenzó a dar señales claras de ruptura. Su último posteo en X fue interpretado como un desafío directo a Jorge Macri y una marca de su nueva identidad política.
En paralelo, las definiciones en el escenario electoral avanzan a paso firme. La Libertad Avanza resolvió que competirá en solitario en CABA y ya tiene definido a su primer candidato. Desde el entorno de Milei aseguran que el elegido “comulga con sus ideas y lo representará bien”. Mientras tanto, el futuro de Ramiro Marra sigue en el aire: tras su abrupta salida del oficialismo libertario, quedó en un limbo electoral sin estructura propia para presentarse.
Del lado del peronismo, no hay demasiadas sorpresas. El kirchnerismo mantiene su armado tradicional con La Cámpora, los gremios y el sector de Juan Manuel Olmos, además de la adhesión de un sector progresista. La candidatura de Leandro Santoro sigue ganando peso y ordenando la interna, evitando fracturas mayores dentro del espacio.
El radicalismo, por su parte, todavía debe definir su estrategia. Martín Lousteau evalúa sumar al Partido Socialista de Roy Cortina y al espacio de Graciela Ocaña, aunque también existe la posibilidad de que la UCR compita sin ampliar su coalición. En la izquierda, en tanto, no habrá cambios significativos respecto a las elecciones pasadas.
Con este panorama, el cierre de listas promete ser un termómetro del futuro político de la Ciudad. La fractura dentro del PRO es evidente, aunque la conducción busca minimizarla. Lo que está claro es que Larreta y Bullrich ya no responden a la estructura que los llevó al poder y están trazando caminos propios.