El final de 2024 trajo cambios de impacto bajo la gestión de Patricia Bullrich. La ministra de Seguridad aplicó dos medidas que prometen generar controversia: el retorno del Servicio Cívico en Valores, conocido como la “nueva colimba”, y la imposición de tareas obligatorias de limpieza para los reclusos en cárceles federales, una decisión amparada en la Ley 24.660.

Desde este miércoles, los presos alojados en los penales federales deberán realizar labores de mantenimiento y limpieza por hasta cinco horas diarias, según lo estipula la resolución 1346/2024 firmada por Bullrich. Estas tareas no serán remuneradas y alcanzarán a procesados y condenados, incluidos los internos bajo regímenes de máxima seguridad.

El Ministerio de Seguridad explicó que estas actividades apuntan a combatir la “cultura tumbera” y fomentar la disciplina. Según fuentes oficiales, el incumplimiento de estas asignaciones tendrá consecuencias directas en las evaluaciones para beneficios como excarcelaciones, traslados o permisos laborales rentados. “Queremos que los presos entiendan la gravedad de sus delitos y que la reinserción social no es automática”, señaló el subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Julián Curi, y añadió que estas medidas serán clave para reducir la reincidencia.

Además, se dio a conocer que el programa Manos a la Obra, que incluye trabajos remunerados en talleres penitenciarios, continuará operando en paralelo a estas nuevas obligaciones. Por ejemplo, el mobiliario de la nueva cárcel de Coronda, en Santa Fe, fue fabricado en estos talleres por internos que cobraron salarios monitoreados por sistemas biométricos.

Vuelve la “nueva colimba” para jóvenes desocupados

La otra medida estrella de la ministra es la reactivación del Servicio Cívico Voluntario en Valores, una iniciativa implementada durante el gobierno de Mauricio Macri y suspendida en 2020 por Alberto Fernández. Este programa busca incluir a jóvenes de entre 18 y 24 años que no estudian ni trabajan en un esquema de formación en valores, disciplina y capacitación laboral, a través de la Gendarmería Nacional.

Bullrich, junto con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, anunció que la iniciativa comenzará en once ciudades del país. “Vamos a sacar a los jóvenes de las calles y alejarlos del delito y la droga. Les daremos herramientas para retomar sus estudios y construir un futuro con oportunidades reales”, explicó la funcionaria.

X de Patricia Bullrich

Aunque en su etapa anterior esta propuesta fue presentada como un programa voluntario, las críticas apuntaron a su similitud con el servicio militar obligatorio. Sin embargo, Bullrich enfatizó que no habrá uso de armas ni coerción para quienes decidan inscribirse.

Estas decisiones marcan un cambio de doctrina en el Servicio Penitenciario Federal, que ahora será tratado como una quinta fuerza de seguridad bajo el mando directo de Bullrich. Mientras tanto, el retorno del Servicio Cívico busca apuntalar la gestión de Seguridad con un enfoque que combina disciplina con reinserción.