La mano humana y la poca prevención: las causas de los peligrosos incendios en Corrientes y otras provincias
Un informe asegura que el 95% de las quemas "se originó por causas antrópicas, principalmente por negligencia o intencionalidad para deforestar". A su vez, reclaman poca ayuda operativa y financiera por parte del ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable que conduce Juan Cabandié.
Un informe del Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos (CADIA) expresa que el 95% de los incendios se originó por la mano humana y señala que no hay un apoyo firme del ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable para combatir las grandes olas de fuego.
"Los incendios son recurrentes en amplias zonas del territorio argentino. El verano es la estación más propicia para su inicio y propagación. En 2020 más de un millón de hectáreas fueron arrasadas por incendios forestales. Las principales provincias afectadas fueron Córdoba, Entre Ríos y Chaco. La zona serrana y el Delta del Paraná fueron los escenarios naturales más violentados por las llamas", comienza diciendo el informe.
Según los datos, las superficies afectadas por el fuego superan las 520.000 hectáreas (unas 28 veces la Ciudad de Buenos Aires) y con una expansión seis veces mayor a la del 15 de enero pasado, de acuerdo a lo que publicó el INTA-Corrientes. El informe dice que "123.899 hectáreas son esteros y otros bañados, 123.567 malezales, 41.037 ha de vegetación de valles aluviales, 22.509 ha de bosques nativos y 12.536 ha bosques cultivados. Las pérdidas superan los 25.000 millones de pesos. Recomponer alambrados e infraestructura necesitará de inversiones y llevará además mucho tiempo".
A su vez, señalan en el primer párrafo que "según el Servicio Nacional de Manejo del Fuego el 95% de los incendios se originó por causas antrópicas (humanas) principalmente por negligencia o intencionalidad para deforestar".
Desde CADIE dicen que "se afectaron humedales, pastizales naturales, vegetación arbórea y cultivos". y que la lucha contra este fenómeno supera los recursos propios de las provincias para hacerle frente. Señalan que "la asistencia nacional se ha circunscrito a un aporte de $200 millones de para que se destinen a los más necesitados".
"La ayuda operativa por parte del Ministerio de Ambiente de la Nación se ha limitado a dar consejos sobre lo que debería hacer la provincia (o imitar) con poca ayuda y de relativa efectividad. La política (de cabotaje) juega un rol preponderante y no percibe que lo que afecta a una parte indefectiblemente afectará al todo. Mucho ideologismo y poco sentido común", lanzaron contra el ministerio de Ambiente que conduce Juan Cabandié.
Los expertos explican que "el fuego se compone de tres elementos: combustible, aire y calor", mientras que dan una serie de definiciones técnicas sobre los efectos y los derivados de cada componente. "Combatir los incendios contempla acciones preventivas y acciones específicas según la naturaleza del siniestro. Coordinar regionalmente favorece la acción temprana y eliminación de focos y su expansión. Conocer el territorio y las técnicas para abordarlo es imperioso. Los equipos y brigadas deben ser coordinados por una única unidad ejecutora. Hay que estar en la zona de decisiones", agregaron.
También dieron una definición a nivel global: "Ya es más que evidente que bajo el marco del tan mentado Cambio Climático, el mundo enfrenta el desafío de cómo actuar ante su síntoma más contundente y destructivo, el Calentamiento Global: el derretimiento de los glaciares, las tormentas intensas, los huracanes y tornados, las sequías extremas y los incendios en vastas áreas del planeta, son ejemplos más que elocuentes de su capacidad de daño. No es muy difícil inferir que, aunque extrema-damente dañinos, todo esto muestra sólo la punta de un Iceberg hacia el que la humanidad se dirige a toda velocidad".
"Es muy importante hacerle entender a los dirigentes y a la gente de que no se trata tan solo de una Emergencia Agropecuaria más, se trata de una catástrofe integral en la cual desde lo que inició como incendios se destruyeron por completo complejos ecosistemas que coexisten con comunidades de diferentes grados de desarrollo social y económico, que sin ellos serían sim-plemente inviables. Selvas protegidas, áreas naturales y plantaciones destruidas por igual", advirtieron.
Y por último, remarcaron: "El incendio producido (con su daño) es un hecho pasado que no podemos corregir. Lo que podemos hacer es actuar pensando en términos de futuro. ¿Qué hacer para prevenir? ¿Cómo estar preparados para actuar en caso de siniestros por fuego? Y lo más importante ¿qué hacer para remediar la situación?, que políticas y producciones se deberían fomentar para volver lo más rápido posible a una economía con esperanzas".