En un contexto donde la situación social se vuelve cada vez más crítica, el nuevo titular de la Conferencia Episcopal Argentina, Marcelo Colombo, encendió el debate al expresar su profunda “preocupación” por el aumento de la pobreza y la exclusión social. Desde su rol como obispo de Mendoza, Colombo afirmó que “hay mucha gente afuera, lo notamos en los comedores y merenderos”. Estas palabras no solo reflejan la realidad que él observa en las calles y parroquias, sino que también subrayan la distancia entre la Iglesia y las políticas del gobierno de La Libertad Avanza (LLA).

En una entrevista reciente por Radio Mitre, el obispo fue categórico: “Lo que pedimos es que todo lo que sea reforma económica sea con la gente adentro y no con la gente afuera”. Esta frase resume la postura de la Iglesia frente a los planes de ajuste del oficialismo. Para Colombo, que hace apenas días asumió la presidencia de la Conferencia Episcopal, la justicia social es “insoslayable” y no puede ser un tema opcional dentro de la agenda económica. En varias ocasiones, el religioso había dejado clara su postura crítica, especialmente cuando se trata de la situación de los sectores más vulnerables.

Para explicar sus críticas al modelo económico de Milei, Colombo se apoyó en lo que observa en los comedores y paraderos nocturnos que Cáritas administra en Mendoza. Según el obispo, el número de personas que acuden en busca de un plato de comida se ha incrementado dramáticamente en el último tiempo. “Antes eran 50 las personas que iban a comer, pero ahora son más de 200”, detalló Colombo. Este dato, según el religioso, es una muestra palpable del deterioro social y económico que afecta a sectores cada vez más amplios de la sociedad.

Frente a este panorama, el líder de la Iglesia católica argentina no dudó en definirse como “crítico” de las medidas que ha puesto en marcha Javier Milei desde su llegada a la Casa Rosada. En sus palabras, la crítica surge de una visión de fondo: “Cuando analizamos una medida de gobierno lo hacemos en función de si está la gente adentro o afuera”. 

El obispo no ahorró cuestionamientos hacia el modelo económico neoliberal de La Libertad Avanza, y reafirmó su postura en defensa de los trabajadores y jubilados. “Los seres humanos tenemos una mirada que avanza y evalúa. Lo crítico tiene que ver con procurar lo mejor para nuestra gente”, señaló, enfatizando la necesidad de mantener una perspectiva inclusiva en cada política.

Colombo insistió en que “la economía está al servicio del hombre”, y alertó sobre las consecuencias de priorizar el orden fiscal por encima de la justicia social. Además, pidió a las autoridades que los trabajadores puedan aspirar a mejores condiciones laborales y, en el caso de los jubilados, recibir mejoras significativas en sus haberes. Para él, este debería ser el “sueño” y el objetivo central de cualquier democracia.

El líder eclesiástico reconoce que, en sus palabras, “gobernar no es fácil”, pero insiste en que el enfoque debería ser “no dejar a nadie afuera de lo que le corresponde”. De esta manera, Colombo posiciona a la Iglesia como un actor cada vez más activo y crítico frente a las políticas de ajuste, que para muchos dejan a los sectores más vulnerables sin respaldo.

La postura de Colombo no es aislada. La Conferencia Episcopal Argentina ha demostrado en el pasado una actitud de cautela y distancia frente a las políticas de gobierno que afectan a los más desfavorecidos. En este contexto, el rol de la Iglesia podría tornarse aún más relevante, especialmente en medio de una situación económica que impacta de manera directa en las familias argentinas.

Mientras el gobierno de Milei enfrenta cuestionamientos crecientes, el papel de la Iglesia podría transformarse en un eje de resistencia en defensa de los sectores menos favorecidos. Desde su influencia en la sociedad, Colombo se convierte en una voz que llama a repensar el modelo económico en pos de la inclusión y la justicia social.