Juntos por el Cambio, recalculando: el futuro de una coalición fracturada y sin horizonte
Mientras el grueso de los dirigentes del PRO se encolumna detrás del proyecto privatizador de Javier Milei, los otros socios definen su futuro. Segundas líneas esperan órdenes de los caciques y otros dirigentes coquetean con unirse a Las Fuerzas del Cielo. ¿Desaparece el espacio?
El futuro de la coalición Juntos por el Cambio tal como la conocemos pende de un hilo: con la victoria de La Libertad Avanza, la mudanza de Mauricio Macri -y Patricia Bullrich- y la consolidación del peronismo como principal fuerza opositora pareciera ser un espacio sin destino ni fin.
El fundador del PRO, al mejor estilo Cristina Kirchner, mostró en una auténtica jugada de ajedrez electoral que los votos los tienen las personas y no los partidos. Y mucho menos las coaliciones. La victoria de Milei por más de 10 puntos frente a Sergio Massa demuestra que los votos eran de la candidata y no todos los socios. De haber sido lo segundo hubiera funcionado la campaña anti milei de los radicales y la Coalición Cívica.
Es por este motivo que la mayoría de los socios de la segunda coalición opositora -la primera será Unión por la Patria a partir del 10 de diciembre- se preguntan si tiene sentido mantener el sello de un partido que no tiene candidatos con votos y que se quedó vacío de contenido. Macri los vació de poder, Bullrich de votos y apenas les quedó el consuelo de la pertenencia de Horacio Rodríguez Larreta.
Ese síntoma se va a ver reflejado con mayor claridad en el Congreso. Las 93 bancas que Juntos por el Cambio tiene reglamentariamente en la Cámara de Diputados probablemente no se traslade al funcionamiento. Al menos la mitad de esos diputados será una “oposición responsable” al menos por los primeros meses. Léase oposición responsable con acompañar las medidas que disponga el Poder Ejecutivo.
“Al menos en un primer momento seguramente se vaya a acompañar, habrá que ver si dura”, fue lo que le dijo una fuente del PRO a este medio. Es más, hay grandes chances de que un dirigente de ese partido sea el nuevo presidente de la Cámara de Diputados. Cristian Ritondo se muere de ganas, pero también están en carrera otros dirigentes con pasado como Miguel Ángel Pichetto -reconocido por el propio Milei-.
El probable acompañamiento de los halcones y algunas palomas del PRO no necesariamente sea la postura de los radicales. La última expresión oficial fue la de Comité Nacional, quien saludó al flamante Presidente y manifestó su “predisposición a la cooperación republicana para sumar soluciones a la recuperación argentina".
Una fuente del radicalismo le aseguró a este medio que lo mejor que puede hacer el radicalismo es “salir rápido del shock” y que es “prematuro” pensar en posicionamientos políticos en el Congreso cuando todavía los proyectos no son tangibles. Un ejemplo claro es la privatización de YPF. Para lograrlo, Milei necesita la aprobación del Congreso. Este periodista le consultó a otra fuente de la Cámara Baja si existen chances de que el radicalismo acompañe en el Congreso un proyecto de privatización de YPF. “Ni en pedo”, fue la respuesta.
Un tema menor en términos de correlación de fuerza pero no menos importante es cuál será el futuro de la Coalición Cívica en esta encrucijada. Elisa Carrió, la “Nostradamus” de esta época que anticipó el triunfo libertario, advirtió que su espacio no va a participar “de ningún tipo de negociación” y que “recupera su plena autonomía para reconstruir la República si ésta se ve amenazada”.
Esa expresión no es la que representa al partido en su conjunto, lo cual habla de una fractura y falta de liderazgo. “Yo en lo personal, feliz por los resultados”, le dijo un dirigente de ese espacio a Data Clave. Al respecto, la mesa nacional de la Coalición Cívica se va a reunir este viernes con horario a definir.
Esa misma fuente le agregó a Data Clave: “Todavía no hablamos, pero Juntos por el Cambio se rompió la noche en que Patricia Bullrich perdió y se fue con Milei. Se cortaron solos. Más allá que con el diario del lunes, les salió bien”.
Los segunda línea de los distintos partidos que componen a Juntos por el Cambio esperan las indicaciones de sus caciques, pero por ahora el “shock” es el estado que se impone en la cúpula dirigencial de ese partido con más estructura que representación electoral. El viernes habrá una reunión de la Mesa Nacional al respecto. Recalculando: ¿Será el fin del artefacto que creó Macri para llegar a la Casa Rosada en 2015?