El Gobierno recibió las críticas del Papa Francisco contra la gestión de Javier Milei y evitó, al menos de manera protocolar, salirle al cruce. Sí lo hicieron políticos de segunda línea e incluso de sectores de la oposición dialoguista.

En la habitual conferencia de prensa, el vocero presidencial, Manuel Adorni, sostuvo: “Es la opinión del Papa Francisco, la cual respetamos, escuchamos y hasta reflexionamos sobre lo que dice el Papa, pero no tenemos por qué compartir la visión que tiene sobre algunas cuestiones”.

“El respeto es total y absoluto por lo que pueda decir el Papa, con respecto a cualquier cosa”, puntualizó.

Consultado sobre la posibilidad de investigar potenciales pedidos de coimas de funcionarios libertarios, tal y como expuso Jorge Bergoglio, Adorni planteó: Si la Justicia así lo considera, así lo hará. Pero no sé de dónde viene el comentario. Si hay un hecho que haya que investigar, se va a investigar, por supuesto”.

Además, destacó el buen vínculo con el Sumo Pontífice, y remarcó la visita de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, al Vaticano. “La relación con el Papa es fantástica. Empecemos a aceptar que no opinamos igual en todos los temas, y bienvenido sea con él o con cualquier otro líder mundial”, concluyó.

Esta mañana el Sumo Pontífice criticó el protocolo de seguridad que aplica la administración libertaria en el marco de las movilizaciones y cuestionó: "En vez de pagar la justicia social pagó el gas pimienta, le convenía".

Sin embargo, otros sectores del Gobierno sí salieron a cruzarlo, aunque de segunda línea. “Done el oro del Vaticano, Padre. Sería bueno que el Papa visite Argentina y vea la realidad completa en vez de escuchar operadores políticos que negocian con el hambre de la gente”, lanzó la controvertida diputada Lilia Lemoine.

X de Lilia Lemoine 🍋

También se sumó el legislador porteño Ramiro Marra: “La justicia social de este gobierno se basa en dejar de hipotecar el futuro de los jóvenes y hacernos cargo del desastre que dejaron los gobiernos anteriores. Sería muy lindo vivir en un mundo color de rosas ¿pero quién se va a hacer cargo de las decisiones difíciles? Nosotros”.

X de Ramiro Marra

Además, hubo expresiones por parte de la oposición. Uno de ellos fue el diputado Miguel Ángel Pichetto, quien mantiene profundas diferencias desde hace años con la visión política del Sumo Pontífice.

El Papa es otro hombre que no sabe de historia. Cuestiona a un prócer como Julio Roca que consolidó la unión territorial con la ocupación de la Patagonia y consolidó las bases institucionales del Estado argentino. Hoy, al lado de Grabois, como antes de Alberto Fernández, influyendo en la política interna”, lanzó.

X de Miguel Ángel Pichetto

Y agregó: “¿De qué habla el Papa? De una absurda agenda indigenista (un inflado 2% de la población). De una agenda pobrista y antiminera. Y sigue sin tender puentes para la unidad de los argentinos”.

X de Miguel Ángel Pichetto

También se sumó Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño: “Soy alguien de fe, pero para opinar de estas cosas uno tiene que estar acá, entender lo que está pasando, tener en cuenta todas las variables en juego. No hacer un reduccionismo de un hecho en particular ni escuchar solo una campana”, planteó en declaraciones a Radio Rivadavia.

“No quiero entrar en una discusión, pero de estos temas es bueno escuchar todas las campanas y no hacer reduccionismos. Entender que administramos una situación compleja. Es bueno ser equilibrado siempre”, remarcó Macri

La respuesta del Gobierno y opositores aliados contra el Papa Francisco se dan en medio de especulaciones de una posible visita del Sumo Pontífice para 2025. “Me gustaría ir para fines de noviembre o principios del año que viene”, había dicho el 27 de mayo a unos jóvenes que lo fueron a conocer a la Santa Sede junto a sus madres, con la compañía del presbítero Iván Dornelles, secretario ejecutivo de la Vicaría de Niños de la arquidiócesis de Buenos Aires.

En febrero pasado, el Papa recibió en Roma al presidente Javier Milei, quien aprovechó la ocasión para extenderle una invitación al país, comprometiéndose a recibirlo con los honores de un jefe de Estado.