Érica Revilla: “La grieta no genera nada, la sociedad quiere dirigentes que le den respuestas”
La flamante vicepresidenta de la UCR bonaerense habló con Data Clave sobre el desafío de conducir al partido centenario en la provincia. Las PASO en el horizonte y la búsqueda del protagonismo perdido. La dirigente radical es además intendenta de General Arenales, por lo que la gestión ejecutiva en tiempos de pandemia atravesó la charla.
En tiempos de pandemia del coronavirus, se hace difícil correr el eje del tema sanitario, dada la gravedad de la situación en el país. Sin embargo, el año electoral se cuela en la agenda de manera obligada. En septiembre habrá PASO y en noviembre elecciones legislativas en todo el país.
Allí, además del desafío para el oficialismo de mantener los votos y la confianza otorgada en el 2019, se abrirá también una oportunidad para la fuerza opositora mayoritaria, Juntos por el Cambio. Dicho frente electoral y político, atraviesa además su propio proceso de reconstrucción de liderazgos.
En ese contexto, el radicalismo asoma con fuerza para intentar tomar las riendas de la alianza con el PRO y la CC-ARI. En provincia de Buenos Aires, semanas atrás asumió la nueva conducción de la UCR, encabezada por el diputado provincial Maximiliano Abad y la intendenta de General Arenales, Érica Revilla.
En este sentido, Data Clave invitó a la vicepresidenta del partido centenario a una charla abierta, sobre política partidaria pero también de gestión. Las PASO en el horizonte y la búsqueda del protagonismo perdido. La pandemia como eje ineludible y el proyecto de provincia y país a futuro.
Data Clave: ¿Cómo tomás este desafío de asumir la vicepresidencia de la UCR bonaerense?
Érica Revilla: Es un orgullo que hayan pensado en mi. Al principio me pregunté si siendo intendenta iba a poder. Soy una apasionada de la gestión, pero consideré también que esta vocación, estos líderes que hay que ir construyendo día a día. También que otras mujeres se pueden ir sumando a querer ocupar espacios para transformar la realidad. Es un compromiso y una enorme responsabilidad.
DC: ¿Con qué partido te encontraste?
ER: Yo soy una enamorada de mi partido. Pero he pasado por distintos momentos, cuando era concejal no veíamos alguien que nos represente, no teníamos un radicalismo fuerte. Armábamos foros de concejales para contar lo que nos sucedía, la falta de debate con el kirchnerismo. Fue un proceso difícil. También había poco interés en participar. Y a partir del 2015 se vio otro tipo de construcción. A través de un frente nos devolvió la manera de creer, de trabajar, ir construyendo de a poquito. Los que nos quedamos en nuestro partido soñamos con ir fortaleciéndolo. Ese año muchos nos animamos a ser candidatos y logramos ser 32 intendentes radicales. Fue un enorme espaldarazo, sentir que podíamos, e intentar ser muchos más. Lograr legisladores nacionales, provinciales, concejales, recuperar consejos escolares, que son muy importante para la gestión. Noto que ahora hay una llama encendida, hay motivación. Hubo un trabajo enorme en pandemia, fue a votar muchísima gente. Nos sentimos acompañados, respaldados. Hay hombres, mujeres y jóvenes que se animan a soñar que otro país puede ser posible.
DC: La interna de este año fue mucho más picante que otros años, incluso el sector de Gustavo Posse no asistió a la asunción de autoridades…¿cómo viviste esa situación?
ER: Eso demuestra la vocación de poder. La interna de este año es un claro ejemplo de lo que era antes y lo que es ahora. Nosotros buscamos permanentemente el diálogo y buscamos construir. Tanto Maximiliano Abad (presidente de la UCR) y yo somos militantes que venimos de los Comité. Él en un camino de la juventud, de la FUA, hizo un camino en la Legislatura, hoy es presidente del Bloque de Juntos por el Cambio. Mi carrera tiene que ver con la gestión, concejalías y la intendencia. Ambos tenemos un conocimiento del territorio y podemos acompañar, representar y trabajar en forma conjunta con los militantes del radicalismo.
DC: Hoy hay una demanda del radicalismo más fuerte que en otros años por los lugares de poder. Una búsqueda por ese protagonismo que no tuvieron en los 4 años de la gestión de Juntos por el Cambio. ¿Van a ir por ese lugar ahora?
ER: Todo tiene un proceso. Uno tiene que fortalecerse primero para después pedir por una representatividad mayor e intentar liderar. Y a nosotros nos cuesta y costó mucho ese proceso. Hoy tranquilamente tenemos hombres, mujeres y jóvenes que pueden liderar los espacios.
DC: ¿Cómo encaran las PASO?
ER: Es un año electivo muy complejo. Uno prioriza la cabeza y el trabajo en la pandemia. Más los que estamos en gestión. Es un día a día y uno siempre está cuidando y resguardando a la población. También tiene que ver la salud con la economía porque se afectan muchas fuentes de trabajo, hay negocios que bajan sus persianas, empresas que cierran y gente que se muere. Son momentos muy sensibles. También hay que cuidar la salud emocional.
No puedo hablar de nombres en este momento. Para la legitimidad real en las cámaras tiene que haber equilibrio, debate. Cuando están las mayorías y las utilizan solo para el absolutismo o intereses particulares, es complejo. No nos olvidemos que el gobierno es representativo y federal. Por eso son muy importantes estas elecciones. Tenemos que trabajar por y para la gente. Son momentos muy duros. Las respuestas que tenemos que dar son sanitarias y económicos. La gente quiere laburar no quiere subsidios. Nos tenemos que parar en el lugar de la dignidad, de la cultura del trabajo.
DC: ¿Cómo está la alianza hoy?
ER: Bien. Está fortalecida la mesa, con diálogo y en conversaciones. La mesa de la provincia está bien.
DC: ¿Qué lugar de la lista crees que tienen que tener?
ER: Todo depende de quiénes quieran jugar. Todavía no están los nombres definidos. No nos olvidemos que el frente Cambiemos no es un frente creado para ganar elecciones. Es un frente con un proyecto y en el que hay que construir y trabajar todos los días. Y más allá de que estas elecciones son muy importantes, lo que nosotros queremos es ser gobierno en 2023. No tenemos que descuidarnos de ese foco. Con este gobierno no vemos que haya futuro. Tenemos equipo y sabemos lo que tenemos que hacer. Y para eso estamos trabajando. Todo se dirimirá a su debido tiempo.
DC: ¿Qué objetivos políticos tenés a futuro?
ER: No tengo aspiraciones personales. Pertenezco a un partido y trabajo para el radicalismo y la gente. no tengo intenciones de seguir en el municipio, en caso de que se pudiera. Esto es una construcción y un proyecto de país en el que quiero trabajar y sentirme parte. Pero no tengo aspiraciones personales.
Gestión en tiempos de Covid
DC: Esta es tu segunda gestión...pero imagino que la pandemia cambió todos tus planes. ¿Cómo viviste la gestión en tiempos de coronavirus?
ER: A mi me tocaron inundaciones y pensé que era lo más difícil que me iba a tocar, pero esto supera todo porque es eterno. Creo que si hubiesen llegado las vacunas antes se hubiesen salvado vidas, pero eso se puede decir con el diario del lunes. Nosotros nunca dejamos de hacer obras, aún en pandemia. En el verano me pasó también tener que tener mucho diálogo con los jóvenes que no entendían las restricciones. Mucha cercanía con la gente. Pudimos hacer cloacas, arreglar calles, cordones cuneta. Haciendo plazas. Estamos trabajando en todo lo que tiene que ver con el bienestar general de las personas.
DC: ¿Cómo está la situación actual de General Arenales con el covid?
ER: Estamos en un pico en este momento. El año pasado tuvimos 156 casos activos como récord y hoy estamos en 176 pero llegamos a 210 activos. Estamos haciendo testeos masivos por localidades. Trabajando en un sistema de rastreo y seguimiento. Tenemos un hospital municipal y centros en cada pueblo. Guardias activas de médicos enfermeros y ambulancieros. Terrible el costo y el cansancio del personal de salud. Y lo vamos llevando. Arenales no tenía terapia intensiva y la trajimos en 2017. No teníamos ambulancias de alta complejidad y hoy tenemos 3. Tenemos 4 camas de terapia intensiva, todas ocupadas. Gracias a Dios nadie entubado. Derivamos pacientes a Junín, Chacabuco y Pergamino, pero el sistema está colapsado y es difícil en todos lados. Estamos trabajando en los controles con inspectores y policía. Es un trabajo muy a conciencia y cultural, que no depende solo del aparato del Estado sino de la responsabilidad de cada uno.
DC: ¿En qué situación están con la presencialidad en las escuelas en Arenales?
ER: Estamos en clases presenciales porque estamos en Fase 3. Pero eso es porque los datos tardan en llegar a la provincia. Seguramente en los próximos días bajaremos a fase 2 y la provincia dispondrá el cierre de las escuelas. Yo no creo que el confinamiento sea el camino. El camino es el control, el testeo y la vacuna. Estamos hablando del interior de la provincia de Buenos Aires. Donde hay escuelas amplias, burbujas con pocos chicos. No hay transporte escolar. Tranquilamente la presencialidad puede estar
DC: Varios municipios reclamaron participación en el proceso de vacunación, ¿ustedes también?
ER: Los vacunatorios están en manos de La Cámpora. En un momento nos habilitaron la vacunación en el hospital pero nos mandaban los turnos a la noche y no llegábamos a coordinar. En un momento nos mandaron vacunas y nos dijeron que teníamos que vacunar en 2 días 750 personas. Entonces pusimos dos toldos en la parte de atrás del hospital y vacunábamos a la gente en los autos. Era un Automac (risas). Vacuna y pasaban.
DC: ¿Cómo es la relación con el gobierno provincial?
ER: En mis primeros cuatro años de gobierno pude gestionar muchísimo. La pandemia me quitó las negociaciones presenciales. Tengo diálogo con algunos ministros pero no con el gobernador. No lo he pedido y él siempre lo da en una reunión que hace cada 15 o 20 días con todos los intendentes. El tema que nos ocupa y nos preocupa es lo sanitario y ese lo manejan a través de la secretaría de Salud. No se ha dado el contacto con Kicillof. Es muy complejo en pandemia hacer una evaluación del acercamiento porque además físicamente no se puede.
DC: ¿Cómo evaluás al gobierno provincial y la gestión de Kicillof?
ER: Hay comunicación, diálogo y trabajo. Tenemos una relación correcta y la pandemia hace muy difícil hacer una evaluación de la gestión. No son tiempos de confrontación.
DC: ¿Qué pensás de la tan mentada grieta?
ER: La grieta, el conflicto, no suma nada. La gente no quiere eso. No necesita un presidente o un gobernador que se paran a inaugurar una obra y lo primero que dicen es que el anterior no hizo nada. La sociedad quiere dirigentes que le den respuestas y que realmente sean honestos en su forma de gobernar. Y eso es lo que nos está faltando en este momento. La gente quiere ver una dirigencia responsable, que se comprometa en un trabajo a futuro. A un año y medio no hay un programa de vacunación y mientras tanto hay una sociedad confinada. A lo mejor se hubiesen salvado muchas vidas si las llegaban antes o si el testeo era masivo. Y las pérdidas económicas son terribles.