El inminente cierre del Enohsa: qué rol cumple el nuevo ente apuntado por Caputo
El ministro de Economía, Luis Caputo, adelantó el cierre del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa). Según el funcionario, sus funciones serán reemplazadas por la Subsecretaría de Servicios Hídricos. El anuncio generó el rechazo de gremios y trabajadores.
Luis Caputo, ministro de Economía, sorprendió al anunciar el cierre del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), al que describió como un “antro de corrupción”, sin ofrecer denuncias concretas al respecto. Durante su entrevista en el programa La Cornisa, aseguró que la Subsecretaría de Servicios Hídricos, bajo su órbita, asumirá las funciones del organismo. Esta decisión fue rápidamente repudiada por los trabajadores del gremio de Obras Sanitarias, quienes destacaron la importancia del ente para garantizar el acceso al agua potable y sistemas de cloacas en todo el país.
Creado en 1995, el Enohsa tiene una trayectoria mucho más extensa. Se originó en 1963 como parte del Servicio Nacional de Agua y Saneamiento. A lo largo de los años, su rol fue fundamental en la ejecución y financiamiento de proyectos de infraestructura hídrica en regiones donde el sector privado rara vez invierte, como zonas rurales y vulnerables.
El Enohsa se encarga de llevar a cabo obras de infraestructura para garantizar el acceso a agua potable y saneamiento en toda la Argentina. Uno de sus principales objetivos es desarrollar redes de agua y cloacas en localidades que, de otro modo, no contarían con estos servicios esenciales. Además, brinda asistencia técnica y financiera a los gobiernos locales, lo que permite que las obras no solo se realicen sino que también se mantengan y sean sostenibles a largo plazo.
Entre las principales obras a cargo del Enohsa se encuentran aquellas incluidas en el Programa Federal de Saneamiento (Profesa), que abarca desde grandes áreas metropolitanas hasta pequeñas localidades en todo el país. Además, el organismo administra fondos de programas internacionales como los del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar).
Actualmente, el Enohsa tiene 230 empleados altamente capacitados que trabajan en la ejecución de más de 100 obras de saneamiento en todo el país. No obstante, el personal del organismo ha sufrido un recorte del 35% desde diciembre pasado, cuando contaba con 358 empleados. Según los gremios, el cierre definitivo del ente pondría en riesgo no solo la continuidad de estas obras, sino también los puestos de trabajo de los empleados calificados.
Caputo justificó el cierre del Enohsa al señalar que sus funciones podrían ser asumidas por la Subsecretaría de Servicios Hídricos, aunque esta cuenta con apenas 124 empleados, un número insuficiente para gestionar las 116 obras que actualmente lleva adelante el ente. En su entrevista, el ministro aseguró que la centralización de las obras en el Enohsa dificultaba su auditoría y lo describió como “una caja de la política”.
El ministro también vinculó el cierre con su plan de ajuste y recorte del gasto público, un objetivo central de la actual administración de Javier Milei. Según Caputo, el Enohsa había sido creado para realizar solo unas pocas obras y, con el tiempo, se convirtió en un “monstruo burocrático” que favorecía la corrupción.
El anuncio del cierre del Enohsa encendió las alarmas entre gremios y trabajadores del sector. El Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias emitió un comunicado en el que advierte sobre las consecuencias negativas que podría tener la medida, especialmente en las regiones más vulnerables del país. Además, señalaron que el cierre del ente afectaría directamente a los municipios, que no cuentan con los recursos financieros ni técnicos para llevar adelante las obras de saneamiento por su cuenta.
Ernesto Cresto, extitular del Enohsa, advirtió que el cierre impactará gravemente en el desarrollo de nuevas obras y en la continuidad de las que están en marcha. Según el ex funcionario, más de 1500 obras fueron ejecutadas por el ente durante su gestión, beneficiando a más de un millón de personas con acceso a agua potable y servicios de cloacas.
A nivel nacional, aproximadamente el 80% de la población tiene acceso a agua potable, mientras que el 60% cuenta con cobertura de cloacas. Sin embargo, estos porcentajes varían notablemente entre provincias y regiones rurales, donde el trabajo del Enohsa ha sido clave para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.