La semana anterior al anuncio de cierre definitivo de la Casa de Moneda, la canciller Diana Mondino firmó un acuerdo multimillonario con la entidad para asegurar la provisión de pasaportes, visas y otros documentos esenciales para el funcionamiento de los servicios consulares. Según la documentación a la que accedió la Agencia Noticias Argentinas, el contrato totaliza una suma superior a los $1.039 millones, distribuidos entre pagos en pesos y dólares. La firma, que data del 12 de septiembre de 2024, estipula la entrega de estos insumos en un plazo de 30 días hábiles.

El contrato incluye artículos esenciales para la emisión de documentos de viaje, como 30.000 fojas de protocolo notarial, 17.500 obleas para pasaportes de emergencia y 18.000 pasaportes de lectura mecánica.

El costo total asciende a más de $1.039 millones, $44.763.300 en pesos argentinos y USD 829.225 en dólares estadounidenses, al tipo de cambio vigente al momento de la firma. La orden de compra tiene fecha del 24 de octubre, apenas siete días antes del anuncio oficial del cierre de la Casa de Moneda.

El presidente de la entidad, Daniel Méndez, y el embajador Ernesto Gaspari firmaron el convenio en representación de la Casa de Moneda y del Ministerio de Relaciones Exteriores, respectivamente. Según los términos, la entrega de los insumos debería completarse en los 30 días hábiles posteriores a la firma.

Este convenio llega en medio de un contexto de ajuste estatal impulsado por el actual gobierno, que incluye la disolución de la Casa de Moneda y otras dependencias. La decisión, que busca reducir la estructura estatal y disminuir los costos operativos, implicará la desvinculación de más de 1.100 empleados, quienes han manifestado su incertidumbre frente a la falta de claridad sobre su futuro laboral. Además de la Casa de Moneda, el plan contempla el cierre de otros organismos, como Trenes Argentinos Capital Humano.

Fundada en 1875, la Casa de Moneda desempeñó un papel clave en la emisión de billetes y otros productos oficiales. Sin embargo, sus funciones pasarán ahora a manos privadas, según el esquema de licitaciones que planea implementar el gobierno. La medida, además, abre la posibilidad de que Argentina recurra a la importación de billetes para suplir su demanda interna, una estrategia que ya se ha adoptado en ocasiones anteriores.

Por otro lado, en línea con la decisión de cierre, el Banco Central anunció la rescisión del contrato que la Casa de Moneda mantenía para la impresión de billetes de $1.000 y $2.000. Según confirmaron fuentes del BCRA, la resolución fue aprobada el pasado viernes y se fundamenta en los altos costos y en el incumplimiento de plazos de entrega. La rescisión abarca contratos vigentes desde 2021 hasta 2023, aunque se espera recibir una parte de los billetes de $2.000 que estaban en proceso.

La incertidumbre crece entre los empleados de la entidad mientras los efectos de este ajuste estatal comienzan a hacerse visibles. Para algunos sectores, la posibilidad de que empresas privadas gestionen la emisión de documentos y billetes plantea dudas sobre la eficiencia y seguridad del proceso.