Crece presión en Provincia para implementar Boleta Única de Papel tras aprobación en el Senado
Luego de la media sanción en el Congreso nacional, bloques opositores bonaerenses exigen avanzar en la Legislatura provincial con proyectos para instaurar la BUP, planteando que la medida aportará mayor transparencia y eficiencia en los próximos comicios.
La reciente aprobación en el Senado de la Nación del proyecto de ley para implementar la Boleta Única de Papel (BUP) en las próximas elecciones nacionales ha reavivado el debate en la provincia de Buenos Aires. Los bloques opositores de la Legislatura bonaerense, conformados principalmente por legisladores del PRO y partidos libertarios, han intensificado los pedidos para que se avance con una iniciativa similar en el territorio provincial. Actualmente, existen al menos dos proyectos en estudio para adaptar este sistema en las elecciones locales.
En la madrugada del viernes, el Senado nacional aprobó el proyecto por 39 votos a favor y 30 en contra, con respaldo del oficialismo. La ley busca reemplazar las tradicionales boletas partidarias por una única papeleta en la que figuren todos los candidatos de manera clara y organizada. Este cambio se aplicaría en las próximas Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 2025.
Con el impulso de la votación en el Congreso, legisladores bonaerenses como el senador monzoísta Marcelo Daletto han renovado sus reclamos para que la provincia adopte el mismo sistema. A través de sus redes sociales, Daletto calificó a la Boleta Única como un "sistema electoral moderno, transparente y equitativo", a la vez que subrayó la necesidad de replicarlo en la Legislatura provincial. Su propuesta, que se encuentra en estudio desde junio, recupera las bases de proyectos anteriores presentados por otros legisladores de la oposición en 2022.
La senadora radical Nerina Neumann, del mismo bloque, celebró el avance en el Congreso y destacó que el nuevo sistema fortalecería la democracia al mejorar la confianza en el voto. “Es un paso clave hacia una mayor transparencia en los comicios”, afirmó. De igual forma, Eugenia Gil, también de la UCR-Cambio Federal, subrayó que el nuevo sistema reducirá significativamente los costos electorales y beneficiará al medio ambiente al disminuir el uso de papel.
Por su parte, desde el PRO, el senador Marcelo Leguizamón apoyó la iniciativa destacando que la Boleta Única permitirá eliminar prácticas fraudulentas como el robo de boletas y facilitará el conteo de votos. “La Boleta Única es, sin dudas, una herramienta que aporta equidad y transparencia al proceso electoral”, sostuvo.
A nivel de la Cámara de Diputados bonaerense, bloques del PRO, la UCR y la Coalición Cívica ya han presentado un proyecto unificado para implementar la BUP en la provincia. Si bien esta propuesta lleva años en carpeta, el contexto nacional y la unión de fuerzas opositoras podrían acelerar su tratamiento. Diego Garciarena, titular del bloque UCR-Cambio Federal, uno de los autores del nuevo proyecto, destacó los beneficios en términos de "transparencia y ahorro", y prometió trabajar para que la Boleta Única se convierta en ley en Buenos Aires.
El proyecto propone que cada partido presente una única lista de candidatos por categoría electoral, lo que implicaría el fin de las boletas múltiples. Según la oposición, la medida no solo traerá mayor transparencia y equidad, al evitar prácticas como la manipulación o robo de boletas, sino que además contribuirá a la modernización del sistema, tomando como referencia las experiencias en provincias como Mendoza y Córdoba, donde este formato ya es una realidad.
En concreto, la propuesta de la oposición modifica una veintena de artículos de la Ley Electoral provincial para establecer la obligatoriedad de la boleta única en las elecciones bonaerenses. Los pilares del proyecto son la eficiencia, ya que reduciría la impresión de boletas; la equidad, garantizando la presencia de todas las fuerzas políticas en las mesas; y la transparencia, eliminando la manipulación de boletas que históricamente ha afectado el proceso electoral.
La implementación de este sistema también modificaría la estética de las boletas. El nuevo formato estaría dividido en franjas horizontales, que representarían a cada partido y a las distintas categorías de cargos electivos. Cada fila contendrá el nombre, la sigla, color y emblema de la agrupación política, junto a un casillero en blanco donde el elector marcará su voto. Las categorías principales, como Gobernador, Diputados, Senadores e Intendentes, incluirán los nombres y fotos de los candidatos.
Desde el oficialismo, las críticas no tardaron en aparecer. Los legisladores alineados con el gobierno provincial argumentan que el cambio podría debilitar a los partidos locales y aumentar la complejidad del proceso electoral. Además, algunos sectores plantean que la boleta única podría centralizar más aún las decisiones en las listas nacionales, restando protagonismo a las agrupaciones que operan únicamente a nivel municipal.
La implementación de la Boleta Única de Papel no solo sería un cambio estructural en el sistema electoral, sino que también tendría un fuerte impacto en la logística de las elecciones en Buenos Aires, que alberga al 38% del padrón electoral nacional.