El gobierno de Lula da Silva llamó a consultas al embajador en Argentina, Julio Bitelli, para evaluar la relación bilateral entre los países. La principal razón de la convocatoria es la participación de Javier Milei en la Conferencia de Acción Política Conservadora el pasado 8 de julio. En esa oportunidad, el presidente argentino eligió viajar a Camboriú para una reunión no oficial con el ex mandatario brasileño Jair Bolsonaro a participar de la cumbre del Mercosur en Asunción.

Bitelli se reunió este lunes con el canciller brasileño, Mauro Vieira. Además, tiene encuentros programados con el presidente Lula da Silva y con el vicepresidente Geraldo Alckmin. Desde el gobierno brasileño señalaron que que la convocatoria es inusual, pero no constituye una represalia contra el gobierno argentino. El objetivo es evaluar la dirección de la relación bilateral, que “atraviesa un momento diferente”.

El faltazo de Milei a la cumbre generó malestar en todo el bloque. Uno de lo que se pronunció durante el encuentro fue el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou. No solo es importante el mensaje, es importante el mensajero. Si el Mercosur es muy importante, acá deberían estar todos los presidentes", expresó el mandatario uruguayo durante su exposición. En lugar de Milei, fue la canciller Diana Mondino, que mantiene una buena relación con el embajador Bitelli, por más que no haya falta de diálogo entre los presidente de ambos países. 

La idea es conversar sobre temas de la relación bilateral, cómo llevarla adelante de la mejor manera posible, con la atención que merece tener, afirmó Bitelli y agregó: La preocupación es que las diferencias entre los presidentes no perjudiquen la relación. Lula tiene claro que la relación entre los dos países debe continuar siendo importante, independientemente de las diferencias de prioridades y visiones de mundo”

X de Nacho Lemus

A pesar de ser el principal socio comercial de Argentina, el presidente Javier Milei nunca se reunió con su par brasileño y fueron varias las oportunidades en que lo que criticó. El último antecedente se dio a fines de junio pasado donde, en una entrevista televisiva, el mandatario argentino llamó “corrupto y comunista” a Lula y se negó a pedirle disculpas. “Las cosas que yo dije encima son ciertas. ¿Cuáles son los problemas? ¿Que le dije corrupto? ¿Y acaso no fue preso por corrupto? ¿Y qué le dije, comunista? ¿Y acaso no es comunista? ¿Desde cuándo hay que pedir perdón por decir la verdad? ¿O estamos tan enfermos de corrección política que a la izquierda no se le puede decir nada, aún cuando sea verdad?”, manifestó el presidente argentino. 

Días atrás, Lula da Silva había aclarado nuevamente que no mantiene diálogo con su par argentino porque considera que Milei antes tiene que pedir disculpas por las “estupideces” que dijo sobre Brasil y su gobierno. “Yo quiero a Argentina, es un país que me gusta mucho. No es un presidente de la República quien va a crear cizaña entre Brasil y Argentina”, aseguró el líder del Partido de los Trabajadores en declaraciones al portal UOL.