Berni en la mira: todos le apuntan al talón de Aquiles de Kicillof de cara al 2023
Al rechazo de un nutrido grupo de intendentes peronistas a su figura se sumó en las últimas horas una denuncia por enriquecimiento ilícito por parte de la oposición. Rumores de recambio que niegan desde el entorno del funcionario. La agenda de la inseguridad juega fuerte de cara al 2023.
La campaña llegó hace rato, en especial en la oposición, que tiene varios candidatos lanzados para la disputa ejecutiva del año que viene. Y claro, buena parte de la puja estará en la provincia de Buenos Aires, que reúne el 40% del padrón. Por este motivo, no sorprende a nadie que allí sea más cruda la batalla. El que gane en PBA tiene casi media elección en el bolsillo.
Y esto lo saben de uno y otro lado del mostrador. El oficialismo tiene una de sus cartas fuerte para jugar en ese territorio clave. El gobernador Axel Kicillof irá por un nuevo mandato y en él hay depositadas altas expectativas. Luego del fantasma del desdoblamiento electoral en la provincia, confían en que la boleta de PBA puede hacer las veces de tracción para impulsar a un gobierno nacional que viene a la baja.
Claro que no será tarea sencilla. La oposición, en especial Juntos por el Cambio, ya lanzó casi una decena de precandidatos a caminar la provincia. De acá a las PASO llegarán 2, o 3, pero mientras tanto aumentan el volumen político para intentar destronar al peronismo. El último antecedente en las legislativas del 2021 es alentador.
El Frente de Todos, en cambio, no tiene, hasta la fecha, alternativas a Kicillof. La opción lógica es un intendente del conurbano, pero ninguno es una mejor alternativa que el Gobernador. Hubo alguna intentona por posicionar a Máximo Kirchner como una opción al ubicarlo como presidente del PJ bonaerense. Pero hoy no hay quórum. Y ante la casi única opción, ya comenzó la operación desgaste.
En este sentido, el talón de Aquiles del mandatario bonaerense hoy es el ministro de Seguridad, Sergio Berni. La inseguridad es una de las cuentas pendientes a resolver con urgencia, pero además, el funcionario en cuestión es por lejos el más polémico de su gabinete. Y un dato no menor, recibe críticas y cuestionamientos de propios y ajenos. Aunque siempre tuvo una banca de peso: Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, en el último tiempo parece haberle soltado la mano.
Berni está en el ojo de la tormenta desde el inicio de su gestión. Son recordados sus constantes choques con la entonces par en el gobierno nacional Sabina Frederic, a quien desautorizaba a diario. Con la llegada de Aníbal Fernández a ese lugar, los enfrentamientos mermaron pero no del todo. Incluso suele criticar abiertamente al Presidente Alberto Fernández y llegó a decir que ya no forma parte del kirchnerismo.
En este escenario, lo único que lo sostiene en su cargo es su vínculo con Kicillof. Hasta los intendentes le soltaron la mano y pidieron su cabeza. Como contó Data Clave, los jefes comunales entienden que sin cambios no hay 2023 a mano. Y no dudan, cada vez que pueden, en hacer saber su descontento con el ministro de Seguridad bonaerense. Creen que el Mundial es la excusa perfecta para meter un volantazo por fuera del radar.
Entre los principales reclamos está tomar el control de la Policía local. “La seguridad no puede ser una discusión ideológica. Tenemos que poder darle una respuesta al vecino y decirle en esto estamos mejor”, aseguró un intendente del sur del AMBA a este medio. Y agregó: “Necesitamos la Policía local no para ganar una elección, para poder dar una respuesta real”.
Los roces internos llegaron a tal punto que corrió con fuerza el rumor de que Berni tiene los días contados en el Ejecutivo. La misma versión habla de una fusión de las carteras de Seguridad y Justicia, que quedarían bajó la órbita de Julio Alak. “Sergio Berni es ministro de Seguridad y yo soy ministro de Justicia. Punto. No tengo nada que opinar. Es un tema que no me compete. Lo estamos haciendo bien y el gobernador está contento con todo lo que estamos haciendo”, aseguró el exintendente de La Plata al término de un acto público este viernes y de alguna manera desmintió la operación.
Claro, desde el entorno del zarateño aseguran que no hay nada de eso. Incluso el propio Berni manifestó días atrás que él sigue trabajando y que “el día que me tenga que ir, me voy. Yo no estoy atado a nada. Así como yo no me propuse para estar acá, tampoco me propuse para seguir estando. Yo no soy Martín Guzmán, ni Axel Kicillof es Alberto Fernández”.
Y si hay descontento en las filas del Frente de Todos, en la oposición es el blanco favorito. A principios de octubre, la brutal represión policial en el partido de Gimnasia Boca por la fecha de la Liga Profesional volvió a dejar en offside al ministro, ya que propios y ajenos pidieron su renuncia. La muerte del hincha del Lobo Lolo Regueiro quedó marcada a fuego en la memoria colectiva.
Pero no fue ni es la única crítica. A los cuestionamientos por la inseguridad se le sumó en los últimos días una denuncia por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. Los diputados nacionales de la Coalición Cívica Mónica Frade y Juan Manuel López fueron los autores de la denuncia. En la presentación judicial figuran una casa no declarada valuada en 1 millón de dólares y otros tres departamentos. También apuntaron contra la esposa de Berni, la legisladora Agustina Propato.
"Las sucesivas declaraciones juradas patrimoniales que se agregan tienen denominadores comunes, inconsistencias, inmuebles, fideicomisos que ingresan y egresan sin aparente razón, escaso nivel de consumos y consignaciones de precios viles", explicaron los legisladores en la denuncia.