Aerolíneas Argentinas, otro bastión de pelea entre la provincia y el gobierno nacional
Axel Kicillof aseguró que, ante una posible venta de la aerolínea de bandera, su provincia tomará medidas para garantizar su continuidad. Destacó el impacto económico positivo y rechazó que vuelva a ser desmantelada, como ocurrió en el pasado. Los contrapuntos con la gestión libertaria.
El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, fue tajante: no permitirá que Aerolíneas Argentinas sea vendida o transferida a manos privadas sin dar batalla. Durante una conferencia en la Casa de Gobierno bonaerense, afirmó que su administración está dispuesta a intervenir si el presidente Javier Milei avanza en la privatización de la aerolínea estatal.
"Si el Gobierno nacional quiere vaciar o vender Aerolíneas a una empresa extranjera o un grupo amigo, la Provincia de Buenos Aires no lo va a permitir", declaró con firmeza Kicillof. Acompañado por representantes sindicales, subrayó que la compañía es clave para la conectividad, el desarrollo y la integración del país.
En octubre y a pesar de que había quedado afuera de la Ley Bases, el gobierno nacional declaró a Aerolíneas Argentinas como una empresa del Estado sujeta a privatización a través de un decreto. En los considerandos de la norma, consideraron que “la privatización de la compañía y su funcionamiento en condiciones de mercado permitirán una mejor prestación del servicio, el cuidado de las arcas públicas y, principalmente, que los argentinos dejen de financiar el déficit de una compañía ineficiente”.
Los datos que maneja provincia
Kicillof presentó datos contundentes para defender su posición. Según un análisis de su equipo, el impacto positivo de Aerolíneas Argentinas en territorio bonaerense asciende a 2.665 millones de dólares. Además, la empresa genera 81 mil empleos directos e indirectos, fortaleciendo tanto el turismo como la actividad económica en general. "No estamos en condiciones de perder semejante motor económico y social", enfatizó.
El gobernador también recordó que la privatización previa de la aerolínea, durante los años 90, resultó en un vaciamiento y pérdida de rutas, dejando a numerosas localidades sin conexión aérea. "No se trata de una idea nueva, ya la vivimos y fue un desastre".
En caso de que el Ejecutivo nacional decida avanzar con la venta, Kicillof anunció que su gobierno iniciará conversaciones con trabajadores y otros gobernadores para garantizar la continuidad de la aerolínea. "Estamos dispuestos a evaluar todos los caminos institucionales necesarios para que Aerolíneas siga siendo de los argentinos", aseguró.
Sin dar detalles específicos, el mandatario dejó entrever que la provincia podría hacerse cargo de la empresa si fuese necesario. "La Provincia sí la quiere, y estamos listos para actuar", sentenció. Además, señaló que el proyecto de traspasar la compañía a sus empleados es, en sus palabras, "una simple parafernalia".
Durante la misma conferencia, Kicillof destacó otros anuncios de su gestión, como nuevas licitaciones de obra pública por más de 28 mil millones de pesos, que incluyen escuelas, acueductos y cloacas. También se ampliará el programa de asistencia alimentaria MESA, con una inversión de 50 mil millones de pesos, además de la entrega de canastas navideñas para familias vulnerables.
El gobernador aprovechó la ocasión para criticar las políticas del gobierno nacional, calificándolas de insuficientes ante la crisis social actual. "Mientras otros recortan, nosotros seguimos invirtiendo en la gente", concluyó.