Este mediodía, representantes de los bloques de La Libertad Avanza, el PRO y el MID se reunieron en Casa Rosada para tratar de calmar las aguas tras la controversia desatada por el decreto 780/2024, que modifica la Ley de Acceso a la Información Pública

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien inicialmente debía liderar el encuentro, fue internado por complicaciones de salud y se encuentra en reposo. En su lugar, Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, asumió la responsabilidad de encabezar las conversaciones, acompañada por Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y el secretario de Relaciones Parlamentarias y con la Sociedad Civil, Omar De Marchi.

Por el PRO participaron el titular del bloque Cristian Ritondo, Silvia Lospennato, y Silvana Giudici; por el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), Oscar Zago, y en representación del oficialismo estuvieron el presidente del bloque de LLA Gabriel Bornoroni, acompañado del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem; Nadia Márquez, Carlos Zapata y Santiago Santurio

El decreto 780/2024, que despertó fuertes críticas en el ámbito parlamentario, fue uno de los temas centrales del encuentro. La modificación de la Ley 27.275 generó resistencia no solo en las filas del PRO, que expresó su rechazo argumentando que representa un retroceso en transparencia, sino también en la Coalición Cívica (CC) y la Unión Cívica Radical (UCR). Ambos bloques opositores presentaron proyectos para derogar el decreto presidencial, considerando que la medida atenta contra los principios democráticos de acceso a la información pública.

"Trabajamos sobre la relación entre los bloques de LLA y el PRO en una mirada de cómo venimos, cómo debemos corregir la relación”, señaló Ritondo tras salir de la reunión y agregó: “También hablamos de nuestra apreciación sobre el decreto sobre acceso a la información pública. Nadie nos había dicho sobre el DNU”. Asimismo, confirmó que les dijeron que no se va a "cambiar la voluntad de la ley" y que hubo un planteo sobre "la cantidad de pedidos que se presentaban" para tener acceso a información oficial, que al parecer consideran que eran demasiados. Por su parte, Silvia Lospennato aclaró que van a “transparentar” y “no restringir”, como les había dicho previamente Francos, y diferenciándose del vocero presidencial, Manuel Adorni, que le había cerrado la puerta a la posibilidad de modificar el decreto.

Por su parte, Oscar Zago opinó que “es muy bueno haber formado una mesa para seguir discutiendo todos los temas” y confirmó que el lunes irá el presidente a presentar el Presupuesto. "Estamos charlando todos los temas, adelantándonos a cualquier tema que mande el Ejecutivo", concluyó el titular del bloque del MID.

Tras el encuentro, se dispuso crear una mesa de trabajo semanal para mantener la cohesión parlamentaria de los espacios. Desde el oficialismo deben trabajar para discutir otros puntos claves de la agenda legislativa, como el rechazo al DNU que otorga fondos millonarios a la Agencia Federal de Inteligencia (SIDE) y el debate sobre la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP) en el Senado. En tanto, el PRO llevó a la mesa su inquietud por las modificaciones al sistema de jubilaciones y el presupuesto universitario, dos temas que prometen generar nuevas tensiones en la Cámara de Diputados en los próximos días.

El encuentro se dio en medio de una crisis interna en la bancada oficialista, marcada por la expulsión de la diputada Lourdes Arrieta tras denuncias contra sus pares. La posibilidad de formar un interbloque con fuerzas aliadas, una idea que ha comenzado a resonar en el espacio de La Libertad Avanza, es resistida por los legisladores del PRO, quienes defienden la independencia de sus bancadas y rechazan cualquier vínculo que los obligue a apoyar medidas con las que no concuerdan.

Mientras el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, continúa su recuperación bajo observación médica, el Gobierno mantiene la expectativa de poder bajar la tensión política y afinar la relación legislativa en un contexto de creciente polarización.