A fuego lento: dirigentes peronistas, radicales y del PRO buscan reabrir la ancha autopista del medio
Juan Manuel Urtubey recibió en su casa a un grupo heterogéneo de políticos, con experiencia de gestión, entre los que se encontraban Emilio Monzó, Rogelio Frigerio, Gerardo Morales, Juan Schiaretti, Florencio Randazzo, Graciela Camaño, Angel Rozas y Pablo Javkin. La clave del encuentro: "terminar con la grieta, que conduce a la Argentina hacia el abismo", le dijo a Data Clave uno de los asistentes a la cena.
Con un asado en el quincho de su casa ubicada en el partido bonaerense de San Isidro, el ex gobernador salteño Juan Manuel Urtubey reunió este miércoles por la noche a un grupo de dirigentes políticos que integran los partidos más importantes de la Argentina para "analizar el convulsionado panorama político que atraviesa el país" y "comenzar a pensar soluciones de fondo a través del consenso", le dijo a Data Clave uno de los comensales que disfrutó de las exquisiteces asadas por el anfitrión.
Dos gobernadores (uno peronista, Juan Schiaretti, y el otro radical, Gerardo Morales); dos ex ministros (uno del gobierno macrista, Rogelio Frigerio y otro de la administración cristinista, Florencio Randazzo); una diputada lavagnista (Graciela Camaño); el ex jefe del Cámara Baja de Cambiemos (Emilio Monzó), un ex gobernador (Angel Rozas) y un intendente (el rosarino Pablo Javkin), se dieron cita por iniciativa del jujeño y el cordobés y aprovecharon la invitación de Urtubey que ofreció las confortables instalaciones de su chalet para recibirlos.
La cena comenzó temprano (cerca de las 20:30) y se prolongó hasta pasada la media noche. "Todo está mal, la grieta no nos conduce a ningún lado y que hay que construir alternativas en base al consenso", se le escucho decir a Morales mientras degustaba unas exquisitas mollejas. "Los que estamos en esta mesa tenemos al menos dos cosas en común: queremos que a la Argentina le vaya bien y concidimos en que el país necesita construir consensos para salir adelante", aportó Schiaretti mientras le hincaba el diente a una entraña jugosa.
La noche discurrió amable, algunos optaron por regar las carnes, achuras y ensaladas con una selección de vinos salteños, mientras que otros eligieron el agua mineral y hasta las gaseosas sin azucar. A la hora de los postres, los presentes hablaron de la posibilidad de avanzar en el plano legislativo en "reformas necesarias" y se comprometieron a juntarse nuevamente.
"Va a haber más reuniones con el objetivo puesto en fomentar los consensos, para lo cual tiene que haber diálogo y políticas que puedan llevarse adelante en conjunto con todas las fuerzas políticas", le dijo a este portal otro de los comensales.
Ante la consulta de este cronista sobre la posibilidad de cristalizar estos encuentros en una alianza con fines proselitistas, la fuente descartó de plano esa posibilidad. “No tiene nada que ver con un armado electoral, pero sí con buscarle solución a los problemas de la gente, como la inflación o la falta de competitividad, desde un lugar que no sea la visión del kirchnerismo o de Juntos por el Cambio”, explicó.
Hubo otra concidencia tácita que sobrevoló el mitín: "cuanto más lejos de Mauricio Macri y de Cristina Kirchner podamos estar, mucho mejor, ellos son los verdaderos promotores de la grieta que tanto daño nos hace a los argentinos".