El radicalismo bonaerense vive por estas horas momentos decisivos de cara a lo que serán los comicios partidarios para renovador sus autoridades. El comité provincial fijó fecha para la realización de las elecciones para el próximo 6 de octubre y en solo diez días se cerrará la presentación de listas para determinar quiénes serán los aspirantes a suceder al actual presidente, el senador nacional Maximiliano Abad.

Las líneas internas están claras. En representación del oficialismo se presentará el exintendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández. El dirigente, quien también fue candidato a vicegobernador en la lista que encabezó a nivel nacional Patricia Bullrich durante las últimas elecciones nacionales, llega con el apoyo de un nutrido grupo de jefes comunales.

Fernández fue, además, presidente del Foro de Intendentes radicales. Y muchos de ellos tomaron la decisión de salir a bancar su candidatura. Bajo el título “Fernández es el candidato de la unidad por su experiencia y apertura al diálogo”, referentes provinciales firmaron un comunicado para insistir con la idea de poder lograr una lista conjunta y evitar las internas.

La intención de Abad es ir por el consenso. Y en las últimas horas logró un apoyo fuerte hacia adentro. Su otrora enemigo político, el exintendente de San Isidro, Gustavo Posse, mandó a respaldar la lista del oficialismo. La principal espada del exjefe comunal en territorio, Walter Carusso, dio a conocer a través de las redes sociales que Protagonismo Radical acordó “apoyar a Miguel Fernández como candidato para presidir el Comité UCR Provincia. Nos sumamos a la decisión mayoritaria de los intendentes bonaerenses. De los 27 jefes comunales, 20 acompañan dicha postulación”.

Justamente, la postulación de Fernández alcanzó esa cantidad jefes comunales gracias a la suma de Matías Rappallini (Maipú) y Miguel Gargaglione (San Cayetano), quienes forman parte de la corriente interna que tiene a Posse, quien fuera precandidato a vicegobernador por la lista que encabezó Horacio Rodríguez Larreta a nivel nacional.

Cabe recordar que Abad y Posse protagonizaron una fuerte interna pospandemia para decidir quién sería el titular del Comité de PBA. La diferencia en favor del actual senador fue mínima. Desde ahí, el vínculo nunca mejoró pese a que las elecciones siguientes acordaron una lista de unidad nuevamente con Abad a la cabeza. Ahora, tras acuerdos privados, el representante de la Cámara alta del Congreso de la Nación sumó un fuerte apoyo para lograr que Fernández se convierta en su sucesor.

Miguel hoy es el único candidato. No descarto que aparezca otro candidato para porotear o posicionarlo. Pero hay muchas trabas sin sentido de parte de Facundo (Manes) y de Evolución”, le dijo a Data Clave uno de los jefes comunales que respalda la candidatura de Fernández.

En dialogo con este medio, el propio Fernández dejó en claro que hay que construir una propuesta de unidad. Pero también hay que tener ganas de ir. Yo tengo tiempo y experiencia para tomar ese rol. Si no sirve lo mío, me quedo en mi casa. Pero decidí dar el paso al costado del distrito y no presentarme para poder contribuir donde y cuando pueda al radicalismo”.

Oposición interna o unidad

El candidato del oficialismo tiene hoy un gran impedimento para sentarse en el sillón partidario: Facundo Manes. El diputado nacional no está dispuesto a ceder terreno. Y tiene sus motivos. El neurocientífico piensa a futuro y con el panorama nacional como marco. Su dirigencia no quiere saber nada con la posibilidad de terminar dentro de un frente que incluya a libertarios. Y ponen sus límites.

Decirle que sí a la unidad sin dar la discusión previa es firmar un cheque en blanco, pero ya no para ser furgón de cola de Macri, Bullrich o cualquier PRO sino para que te metan en un armado con Milei”, le dice a este medio un dirigente que no transa con la idea no dar la pelea interna. Y agrega a modo de consulta para su propia dirigencia: “¿De verdad los intendentes están dispuestos a seguir en esa línea? ¿Los mismos intendentes que hoy tienen que hacer malabares en los distritos?”.

En esa misma línea, el histórico dirigente radical, Juan Manuel Casella, sostuvo en diálogo con Política del Sur que “la UCR de la Provincia no tiene una política visible, tampoco en el órden nacional. Con la candidatura de Fernández lo que pretende el oficialismo es mantener al partido relativamente congelado, eso no sería bueno”. Y agregó: “Pretenden dejar al partido en un Estado de ambigüedad frente al Gobierno, y ese es el primer problema, porque el partido debe ejercer un rol de oposición, tanto en la Provincia como en la Argentina”.

Con la intención de generar un impacto interno, Manes puso sobre la cancha el nombre de Miguel Ángel Lunghi, el histórico intendente de Tandil. Según pudo saber este medio, el dirigente aceptó la propuesta en primera instancia, pero luego desistió. El jefe comunal, quien para los próximos comicios locales tendrá 83 años, tiene por delante la obligación de construir un cuadro en Tandil para su propia sucesión ya que de continuar la normativa que prohíbe la reelección indefinida no podrá volver a presentarse.

“Se habla mucho de la renovación en relación al comité de la Provincia, pero en los distritos hay intendentes atornillados”, le dijo a Data Clave un importante dirigente radical en un claro tiro por elevación a Lunghi, quien lleva seis mandatos consecutivos al frente de su municipio.

"Miguelitos" en el camino de la unidad: crece la interna en la UCR de PBA antes del cierre de listas

La realidad es que hoy Manes no cuenta con un candidato propio para dar la pelea interna. Y, además, Evolución todavía no decidió una postura. En esa línea, el neurocientífico busca convencer a Martín Lousteau y a Emiliano Yacobitti de dar la discusión. Pero sabe que sin su venia le será difícil dar una pelea que, claramente, tendrá un impacto directo en lo que será el armado de listas para el 2025 sea cual sea el lugar que ocupe la UCR.