"Divide y reinarás": la estrategia de Juntos Somos Río Negro para crecer y mantener el poder
El partido provincial gobierna la provincia desde su fundación en 2015 y siempre apostó al mismo juego: debilitar a sus rivales para ganar músculo. Poco a poco ganó terreno y hoy pisa fuerte, con el Movimiento Popular Neuquino como espejo. El rol del senador y creador del espacio Alberto Weretilneck y su posible candidatura el año que viene. ¿Internas con la gobernadora Arabela Carreras?
Mientras a nivel nacional se vive un clima de grieta entre peronismo y antiperonismo, no son pocas las provincias que comienzan a explorar nuevas alternativas. La amenaza latente de los libertarios de Javier Milei tiene su repercusión, aunque en menor medida en el resto del país. Pero hay otras fuerzas que han ganado terreno a lo largo y ancho del territorio argentino en los últimos años. Una de ellas es Juntos Somos Río Negro.
El partido provincial es gobierno desde 2015, cuando irrumpió como espacio alternativo de la mano del entonces gobernador Alberto Weretilneck, que había llegado al poder de la mano del Frente Para la Victoria. En 2011, el oriundo de Cipolletti fue integró la fórmula como vicegobernador junto a Carlos Soria.
En enero del año siguiente, a pocos días de iniciado el mandato, el “Gringo” fue asesinado por su esposa en un confuso episodio. Así llegó Weretilneck a la gobernación, que tras ese hecho trágico supo construir poder no sin obstáculos. Tuvo férrea resistencia del peronismo ortodoxo, en especial de parte de Miguel Pichetto, quien era entonces el presidente del Partido Justicialista en Río Negro.
Sus idas y venidas con el peronismo fueron tales que, una vez finalizado su primer mandato, decidió armar un sello propio para presentarse a la reelección. Allí nació Juntos Somos Río Negro, que desde aquel entonces suma y crece, elección tras elección. No solo ha ganado las provinciales sino que tiene en su poder varios municipios y hasta se impuso en las últimas elecciones legislativas nacionales y hoy tiene 3 representantes en el Congreso.
Y en el 2023 no quieren ser la excepción. Para eso, aplicarán la misma receta de los últimos años, que bien podría definirse con la frase atribuida a Julio César, “divide y reinarás”. “La estrategia de Juntos Somos Río Negro siempre fue así. Lo hizo en su momento con Martín Soria (actual presidente del PJ provincial) que lo partió con Pichetto, se llevó a todo el radicalismo casi en Juntos por el Cambio. Y ahora va en la misma sintonía”, señaló a Data Clave alguien que comparte la mesa chica del partido oficialista.
Y en esa artimaña, se enciende una luz de alarma en el PRO: en Río Negro, todos los intendentes de JxC son radicales, el único que tenían lo perdieron en Cipolletti (hoy diputado nacional, Aníbal Tortoriello). Entonces los jefes comunales tienen una disyuntiva, de con quien jugar en la elección provincial. Acá no hay tracción como en el conurbano y no todos tienen la estructura del partido provincial.
Y el peronismo no tiene un mejor escenario en ese sentido. Sumido en sus propias internas que bien podrían equipararse con el panorama nacional, el Frente de Todos llega dividido al 2023 en la provincia con el ministro de Justicia Martín Soria por un lado y el senador camporista Martín Doñate por el otro.
Y JSRN metió la cola. La llave en Nación para gestionar la tiene Doñate, pero no tiene llegada a los sindicatos que sí tiene Weretilneck. Se fue gestando una relación de interés mutuo. “A Alberto le permite gestionar cosas de forma directa, que lo atiendan en todos lados y a Martín le permite instalarse en Río Negro y desplazar al sorismo”, confían desde el oficialismo a este medio.
Y un detalle no menor: muchos de los integrantes de Juntos vienen del justicialismo. “El vicepresidente del partido es más kirchnerista y peronista que el presidente del PJ Martín Soria. Y así hay varios más. Lo que pasa es que ahora el partido creció en serio, maduró”, apunta un albertista de Weretilneck de la primera hora .
Hubo dos o tres intentos de partidos provinciales en Río Negro y este es el que terminó prosperando. Una copia calcada del Movimiento Popular Neuquino. Los más entusiastas aseguran incluso que la rionegrina es una versión “mejorada, más moderna”. "El espíritu de Juntos es defender a los rionegrinos y eso permite confluir distintas ideologías, peronistas, antiperonistas, de derecha, más progresistas", indican envalentonados.
Interna partidaria: ¿disputa por la gobernación en 2023?
Si algo hay en el oficialismo rionegrino es optimismo de cara a los comicios del año que viene. No obstante, es poco lo que se deja entrever de lo que puede llegar a ser la lista para las elecciones provinciales. "El 2022 es un año de gestión", sostienen como un mantra. Y si bien es una verdad de Perogrullo, hay otra razón para la premura.
"Se viene viendo que hay un hartazgo de la gente para con la política, que se agravó con la pandemia. Sienten que no les resuelven los problemas. Por eso la última campaña fue vacía, sin promesas. Adaptarse y hacer la mejor estrategia posible para ganar. Bien austera, gastamos en publicidad entre un 10% y un 15% de lo que invirtió Juntos por el Cambio", indicaron desde las filas del partido verde.
Y es que gran parte de lo que suceda en Juntos Somos Río Negro dependerá de la voluntad de Alberto Weretilneck. El fundador del partido quiere volver a ser gobernador y no lo esconde, pero va con calma, sin descuidar sus labores en el Senado y el compromiso con la gestión de Arabela Carreras. "No ha tenido reuniones para planificar lo que viene, no está pensando en eso, va a esperar", revelaron a este medio desde su entorno.
Y subrayaron: "Él va a ser el candidato a gobernador y no va a haber internas. Si él quiere ser candidato, el resto se corre. Habrá lista de unidad". Así, todo parece indicar que el futuro de Arabela depende de lo que quiera hacer Alberto. Pueden ir juntos incluso, no se descarta una fórmula compartida. Mientras tanto, Weretilneck teje y teje. "Habla con todos a nivel nacional, Larreta, Alberto, Randazzo, Urtubey, Lavagna, trabaja con Parrilli y Mayans. Va a traer a Massa ahora a Río Negro", sentenciaron desde la mesa chica del exgobernador.