Pettovello se alía con Macri para resistir embate de Caputo en Capital Humano y le corta alas a "la conversa"

Se termina otra semana picante de la interna entre La Libertad Avanza y el macrismo paladar negro, que rodea al expresidente de Cambiemos, con coletazos también puertas adentro de un oficialismo paranoico, que visualiza enemigos en cada baldosa. Y, lo peor, es que la que se inicia solo anticipa más cortocircuitos entre las principales figuras de ambos espacios y sus lugartenientes.

El discurso de Mauricio Macri del jueves durante el relanzamiento del PRO, donde se refirió al ruido que provoca el “entorno” de Javier Milei en la relación con el partido amarillo, caló hondo en las huestes libertarias. El previsible señalamiento de Karina Milei y Santiago Caputo como los responsables de las “interferencias” que dificultan los aportes macristas al oficialismo, surtieron efecto en los pasillos palaciegos. 

En consonancia con su dichos, el líder amarillo inició una contraofensiva contra sus detractores y comenzó limándoles poder en las áreas de gestión donde Mauricio tiene ascendencia. Una de ellas es el mega ministerio que ¿conduce? Sandra Pettovello, en el que el PRO tiene instalados ya un buen número de funcionarios, en cargos estratégicos.

Allí se produjo una impensada alianza entre la ministra de Capital Humano y el expresidente, por imperio de un viejo proverbio árabe por el cual dos partes que tienen un enemigo en común deberían poder trabajar juntos para obtener una victoria conjunta contra él. Durante la Segunda Guerra Mundial, el Primer Ministro británico Winston Churchill -un ferviente anti comunista- solía afirmar que “si Hitler invadiera el infierno, me gustaría hacer al menos una referencia favorable al Diablo en la Cámara de los Comunes”, en apoyo de la ayuda británica a las fuerzas soviéticas. 

Uno de los ejemplos de esa alianza, se cristalizó la semana pasada, cuando Macri la convenció a Pettovello de desplazar al subsecretario de Política Universitaria Alejandro “Galleguito” Álvarez, en medio del conflicto que su cartera sostiene con el sistema universitario. 

Esa disputa con los gremios y decanos universitarios por el vaciamiento presupuestario de las casas de altos estudios, provocó una fisura nunca resuelta entre “Caputito” y la “ministra conviviente”, tras la cual el asesor presidencial “intervino” la dependencia y protegió al funcionario. El sitial es pretendido por los amarillos y por eso el contrapunto se encarnizó a tal punto de provocar operaciones cruzadas entre ambos bandos.

“Mauricio, además, le está operando a Sandra algunos temas judiciales por las denuncias que le están haciendo a ella a raíz de su gestión, ella sabe que cuando se vaya del ministerio, la catarata de demandas caerá sobre sus hombros y no está dispuesta a soportarlo”, explicó un funcionario del espacio.

Elogios públicos y favores personales

Luego del acto en La Boca, Macri se paseó por varios medios, en donde reforzó discursivamente su antinomia con la dupla Santiaguito-Karina y se encargó de ponderar públicamente las virtudes de la ministra. Con la ayuda de Alberto Salvo -un ex colaborador de Mauricio en el club de la Ribera, que hoy funge de asesor de la ministra- se blinda de los ataques externos, pero también de los internos.

Una de las piedras en el zapato de la titular de la mega cartera es -curiosamente- alguien que hasta no hace mucho, era ponderada por su coraje para enfrentar “las mafias que manejan el ministerio”. Se trata de la subsecretaria Legal Leila Gianni, más conocida como “la conversa” (por su pasado peronista), quien desde hace varias semanas, viene desarrollando una tarea política, participando de charlas organizadas por referentes políticos del conurbano.

Como parte de esas actividades, la funcionaria tenía previsto para este viernes dar una charla organizada por un grupo libertario de Tres de Febrero, en el oeste del conurbano. Sin embargo, enterada de esta actividad, Pettovello mandó a decirle a Gianni a través de un emisario que “no era conveniente” que tuviera esa exposición y que “lo mejor era suspender la charla”.

Para reforzar la raspada, la ministra le pidió a su nuevo amigo Mauricio que la ayude a evitar que “esta mina arme La Cámpora mileista”, tras lo cual el canal de indisimulables vínculos macristas, salió a operar fuerte la información a través de la pantalla, generando la suspensión de la actividad. “A Sandra le molesta que Leila tenga juego propio, pero la verdad es que la única que tiene alguna gestión para exhibir es la subsecretaria legal, porque el resto es verdaderamente un desastre”, le dijo a Data Clave un integrante de los equipos técnicos de LLA.

El León vuelve a rugir mientras Caputito espía

Por su parte, Milei encabezará un nuevo acto masivo el próximo 20 de agosto en La Plata. En realidad se trata de un “plan B” porque originariamente, los operadores bonaerenses del team violeta -encabezados por Sebastián Pareja- habían pensado realizar una caravana en La Matanza para festejar la personería jurídica del partido en el territorio provincial. Pero ahora el encuentro servirá como respuesta a la jugada de Macri.

“El formato no es un acto de campaña, sino un análisis de la marcha del gobierno, parecido al Luna Park. Van a estar las autoridades nacionales y como figuras centrales Milei y José Luis Espert”, explicó una fuente del armado local, quien no se animó a confirmar a ningún otro dirigente, sin descartar que pudieran sumarse a último momento.

Otras que tienen el frente tormentoso abierto por las diferencias con el Marlboro Man son las otras dos damas del espacio: Patricia Bullrich y Victoria Villarruel. En este caso, el territorio en disputa es la Comisión Bicameral de Control y Seguimiento de los organismos de Inteligencia. Hasta la semana pasada, era destacada para el acto del 20 en La Plata. 

Tanto la vice, como la ministra de Seguridad pretenden que el senador misionero del PRO Martín Göerling asuma presidencia de la comisión que analizará el DNU por el cual se le asignan $100 mil millones de presupuesto para la nueva SIDE, bajo el poder de Caputito. Sin embargo, tanto el asesor sin oficina, como El Jefe, ya eligieron al entrerriano peronista Edgardo Kueider.

“Teníamos todo arreglado para que fuera el misionero y apareció Caputo y le prometió la Presidencia a Kueider”, dicen en el despacho de la Vice. 

Y ya que se menciona a los servicios de inteligencia, todavía resuenan en los pasillos de la Rosada los ecos de aquellas jornadas previas al acto del 25 de mayo, en Córdoba, donde las acusaciones de espionaje sobre propios y ajenos ensombrecían aún más la figura del, por entonces, Jefe de Gabinete Nicolás Posse.

Nerviosismo y preocupación generó en Olivos un reporte que llegó a las manos del presidente este jueves donde se le informa al primer mandatario acerca de “actividades de seguimiento” sobre movimientos y líneas telefónicas pertenecientes a dirigentes políticos y periodistas. “Es lo mismo de lo que lo acusaron a Posse y por lo cual dijeron que lo echaban”, aportó otro colaborador del entorno presidencial.

De hecho, lo ocurrido en la noche del miércoles fue un dato llamativo que permitió especular con esta hipótesis. Por primera vez desde que se transformó en un personaje público, Caputo dio una entrevista para un portal de noticias y aprovechó la oportunidad para efectuar una movida anticipatoria de los ataques que recibiría 24 horas después por parte del expresidente. Elogió de un modo exagerado a Macri, buscado dejar la hostilidad únicamente del lado del líder del PRO.

En ese mismo reportaje, Caputo remarcó que no tiene “ningún rol formal en la reestructuración de la SIDE” y que ese rearmado "fue producto de la visión del Presidente de reformar el sistema de inteligencia”. El titular de la SIDE, Sergio Neiffert, sin embargo, llegó a su cargo de la mano del asesor presidencial y lo visita casi a diario en la Casa Rosada. 

“Mauricio está probando de su propia medicina, porque seguramente es uno de los monitoreados por los aparatos de inteligencia, así como también lo son otros funcionarios y hasta colegas tuyos”, le dijo a este portal el mismo chismoso de siempre.