Milei se aferra a la "casta" televisiva y desplaza al extremo los límites del debate ideológico
Valiéndose de su propia popularidad como dirigente político y de la relación con la reconocida actriz e imitadora Fátima Flórez, el líder de La Libertad Avanza consolida su perfil mostrándose en programas del mainstream mediático, donde tensiona discursivamente los postulados del sistema democrático. Con caravanas por el conurbano y optimizando la gestión, el peronismo busca traccionar votos para meterse en el ballotage y descuenta diferencias con los libertarios, a la espera del segundo debate presidencial donde Massa se prepara para contragolpear.
Javier Milei es hoy la figurita más buscada por los medios. Lejos quedaron los tiempos en los que pululaba por programas marginales en busca de promocionar alguno de sus libros de economía y empezaba a perfilarse como un personaje polémico, al que le saltaba la térmica con el primer cortocircuito frente a cualquier interlocutor que osara contradecirlo.
Su perfil se fue moldeando con esa imagen atípica que lo mostraba con la cabellera desgreñada y altisonante para discutir, hasta que llegó 2018, el año de la irrupción fuerte en el maistream mediático, de la mano de una “novia” popular -la cantante Daniela-, con quien mantuvo un romance fugaz, que incluyó besuqueos televisivos y canción propia: "La Bomba Tántrica".
Además de un divertimento, para Milei esto fue una plataforma de lanzamiento. Tal vez haya habido un plan premeditado para instalarlo en la política por parte de sectores que lo apadrinaron en su momento, como el titular de la Corporación América, Eduardo Eurnekián, uno de sus empleadores. De hecho, ambos fueron muy cercanos hasta diciembre de 2021, cuando el libertario dejó el grupo que lidera el reconocido empresario para asumir como diputado nacional.
Lo cierto es que luego de las PASO, Milei se ha transformado en la estrella del sistema que él mismo dice querer destruir para reconstruir nuevamente en base a nuevos criterios, basados en los principios del “anarco-capitalismo”. Aún no quedan claros cuáles son esos pilares ideológicos y justamente cuando intenta explicarlos ante un público específico, interesado en conocer sus propuestas, es donde los argumentos comienzan a descascararse.
Un ejemplo claro de esto, fue lo ocurrido a fines de esta semana en Mar del Plata durante el coloquio de IDEA, donde el ultraliberal les cortó el rostro a los empresarios, no asistió y además les organizó un contracoloquio, acompañado por algunos de los amigos de Mauricio Macri, que quisieron escucharlo para conocer sus iniciativas.
“Al final, estos muchachos libertarios son peor que la casta. Pagué 600 lucas para participar del Coloquio con el solo objetivo de escucharlo al Peluca, a ver si nos tira un centro sobre lo que va a hacer y no fue. Garpé 500 dólares para escucharlo en la cumbre paralela que armó y no dijo nada, todo sarasa, las mismas boludeces que les dice a ustedes los periodistas, una estafa”, le contó a este portal uno de los asistentes a la reunión realizada en el bar “Furia” (donde uno de sus dueños se llama, justamente, Fernando Sarasa).
Marcelo y Mirtha
Pero volviendo a los medios, esta semana Milei protagonizó dos episodios televisivos que lo colocaron nuevamente, donde a él le encanta estar: en el centro de la escena. Uno fue el paso de comedia jugado en el acceso a los estudios desde donde se emite el exitoso ciclo conducido por Marcelo Tinelli, al que el líder libertario asistió para “ir a buscar” a su nueva novia mediática, la comediante Fátima Flórez.
En medio del Bailando 2023 (América) Milei fue entrevistado a las apuradas por Tinelli, que con solo intentar hablar incomodó como nunca al economista. El candidato se mostró todo el tiempo dubitativo ante cada inquisición del presentador, que intentaba lograr que su interlocutor bajara del auto para entrevistarlo en la pista.
Mientras se daba esta especie de “duelo dialéctico”, en el estudio estaba la pareja de Milei, disfrazada de Carmen Barbieri. Vestida así, la imitadora caminó hacia el coche de su novio para intentar persuadirlo de que bajara y se acercara al centro de la escena. Nada sirvió.
“Solo vine a buscar a Fátima, dale”, insistía Milei. “¿No va a bajar a acompañar a Fátima?”, preguntó Tinelli. Luego de varias insistencias de Tinelli, Milei empezó a molestarse. Por eso, el conductor trató de que Fátima, vestida del personaje que interpretó en la pista, lo convenciera de bajar del coche. A pesar de todo, Milei se negó rotundamente. “Esto no tendría que estar pasando”, dijo nervioso. “¿Me pueden llevar después? Porque a tres cuadras de su casa está la mía”, acotó Tinelli para descomprimir una situación cada vez más engorrosa.
La otra situación se vivió en la noche del sábado (aunque se había grabado 24 horas antes) durante el tradicional programa de Mirtha Legrand, donde la “pareja” Milei-Flórez fueron entrevistados a solas por la diva televisiva, mientras cenaban frente a las cámaras de canal 13.
En esta oportunidad, el “Peluca” desplegó todo su arsenal discursivo: defenestró al Estado, al que ni siquiera lo quiere como garante de los casamientos por civil; reivindicó a Carlos Menem, sobre cuyo gobierno opinó que “hizo reformas formidables”; calificó a Domingo Cavallo como “el mejor economista de la historia argentina”; pulverizó a la educación pública, a la que se refirió como una plataforma “de adoctrinamiento para los jóvenes”; y reforzó su opinión a favor de la teoría de los dos demonios, al afirmar categóricamente que “hubo una guerra en la que se cometieron excesos”.
Milei tensa la cuerda
El libertario provoca discursivamente porque sabe que de la mano de la provocación, suma adeptos. Y tensa la cuerda, al punto de poner en cuestionamiento los postulados democráticos. Hace algunas semanas, el título de un editorial publicado por la revista conservadora británica The Economist, tras una entrevista de tres horas con él fue: “Milei es un riesgo para la democracia argentina”.
Para el candidato de LLA, cualquier opinión o disenso con sus posturas representa un acto de persecución política hacia sus ideas. Por eso se niega a asistir a entrevistas con periodistas que no piensan como él o desisten del plan de tirarle centros permanentemente. Además, muestra fastidio e intemperancia ante cualquier límite y reacciona con berrinches propios de un dictador. Sin embargo, suma adhesiones que no tienen ninguna posibilidad de ser analizadas desde una perspectiva racional.
Los términos de las discusiones políticas se han corrido hacia un extremo peligroso, admitiendo nuevamente la reapertura de debates que parecían cerrados, como por ejemplo el planteo acerca de la homosexualidad efectuado por el candidato libertario tucumano Ricardo Bussi, quien vuelve a instalar la idea de que se trata de una “enfermedad” o “incapacidad física”.
O la propia reivindicación de la violencia desplegada por el Estado durante la Dictadura, proyectando sombras sobre la labor de los organismos de derechos humanos y el número de los desaparecidos. Todas ideas que siempre existieron, pero estaban confinadas al pensamiento de sectores minoritarios expresadas en ámbitos con escasa repercusión. Y hoy aparecen nuevamente en el “prime time” y concitan la adhesión de millones en las urnas.
Del otro lado, afortunadamente, existen otros sectores que continúan ejerciendo con persistencia, la condena a la represión ilegal y los abusos cometidos por los gobiernos de facto. “El pueblo unido jamás será vencido. Esto demuestra que estamos de pie”, se entusiasmó Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, ante 3000 asistentes al terminar el séptimo Encuentro Federal de Derechos Humanos para discutir cómo ponerle un freno al negacionismo y seguir impulsando la agenda de derechos.
También participaron del cierre el secretario de Derechos Humanos Horacio Pietragalla Corti y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro. A su lado, Taty Almeida –referente de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora– lanzó un grito de optimismo de cara a la pelea electoral: “Vamos a seguir resistiendo, y vamos a ganar porque no nos han vencido”.
El repunte de Súper Massa
Como era de esperarse, el período que separa las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de las elecciones generales se ha transformado en un subibaja para las expectativas del oficialismo, golpeado por el resultado del 13 de agosto y por la devaluación impuesta desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) veinticuatro horas después de las urnas.
A pesar de la dureza del doble golpe, el oficialismo reaccionó logrando fortalecer la figura de su súper ministro y candidato, quien se puso la campaña al hombro, mientras apuntalaba la gestión con anuncios económicos para mitigar el impacto devaluatorio en los ingresos populares, sin dejar de lado el fortalecimiento del aparato productivo.
“Todas las encuestas realizadas tras las PASO muestran esa ola que baja fuertemente en las primeras dos semanas y luego comienza a repuntar conforme el gobierno fue anunciando las medidas que mejoraron el salario, como la eliminación de Ganancias y la devolución del IVA”, explicó a Data Clave un analista de opinión que trabaja en cercanías del búnker de Unión por la Patria.
Los últimos relevamientos publicados por las consultoras Aresco y Zuban Córdoba reflejan la corta distancia que existe entre Javier Milei y Sergio Massa de cara a las generales del próximo 22 de octubre. Ambas encuestas anticipan una segunda vuelta entre los candidatos de La Libertad Avanza y el oficialismo.
Aresco realizó un estudio de opinión previo al primer debate presidencial que dejó a Milei en el primer lugar con el 32,9% de intención de voto, seguido por Massa con el 30,2% y Patricia Bullrich decididamente fuera de la disputa con una adhesión del 24,3%.
Tras el encuentro de los cinco postulantes en Santiago del Estero, Zuban Córdoba y Asociados efectuó un sondeo donde expone que el 92,6% de los encuestados no modificará su voto luego de escuchar las propuestas de los postulantes.
El trabajo de campo realizado entre el 3 y 4 de octubre, con una muestra de 1.400 casos, reporta que si mañana fueran las elecciones a Presidente de la Nación, un 34,7% de los votantes apoyaría a la fórmula de La Libertad Avanza, integrada por Milei y Victoria Villarruel. Dos puntos por detrás de los libertarios aparecen los oficialistas Massa y Agustín Rossi (32,7%), en tanto que Bullrich y Luis Petri, de Juntos por el Cambio, apenas alcanzan un 25 por ciento.
Como dato saliente, la fórmula Massa-Rossi incrementó la intención de voto un 3% desde el 28 de septiembre pasado, día en el que Zuban Córdoba y Asociados había publicado la última encuesta sobre los candidatos presidenciales.
Ya sin chances de dar pelea en las urnas, los candidatos a presidente y vicepresidente de Hacemos por Nuestro País, Juan Schiaretti y Florencio Randazzo acumulan un 2,7% de los votantes, mientras que la fórmula integrada por Myriam Bregman y Nicolás Del Caño (Frente de Izquierda y de Trabajadores - Unidad) suman el 1,6 por ciento.