Gritos, insultos y escándalo entre los diputados de LLA: Martín Menem sentenció "¡no somos putitas!"

El miércoles hubo reunión de bloque de LLA en el Salón Blanco del Congreso tras el rechazo al Decreto que otorgaba fondos a la SIDE. Llegaron al espacio luego de semanas de crisis internas, resquemores, y hasta denuncias judiciales. El chispazo fue, como dimos cuenta en este portal, la visita de algunos de los legisladores a los genocidas presos en el penal de Ezeiza. 

Era la primera vez que todos los miembros del bloque estarían juntos en un mismo espacio fuera de las bancas de la Cámara, y fue el momento que algunos creyeron oportuno para acercar posiciones y otros, en cambio, para sacar trapitos al sol. Uno de los temas a debatir era la posible expulsión del bloque de la diputada Lourdes Arrieta, a quien podrían seguir en la misma suerte Rocío Bonacci y Marcela Pagano, quien ya viene con conflictos con buena parte de sus compañeros. 

Ni bien empezó la reunión, la diputada Lorena Villaverde -denunciada por afiliaciones truchas en Río Negro- salió con los botines de punta a pedir una moción para expulsar del bloque a su compañera Arrieta, algo en lo que la apoyaba el diputado santafesino Nicolas Mayoraz. Gabriel Bornoroni, el jefe de bloque, intentó ser condescendiente y explicó que no es una decisión de que deben tomar en ese momento, que deberían tomarse un cuarto intermedio hasta la semana entrante. Villaverde reforzó su idea y dijo que estaba harta de chiquilinadas, y que alguien "debía ponerle el cascabel al gato". 

La cosa subió de tono y entonces sucedió lo que ya conocimos -la crisis nerviosa de Arrieta-  que terminó con una denuncia en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia: Lourdes Arrieta acusó a los diputados Mayoraz, Villaverde y Martín Menem.

Ante la justicia la diputada mendocina dijo: 

"Villaverde empezó con chicanas políticas, que había que apoyar al presidente de cámara, que no puede ser que estemos peleando. Hizo alusiones sobre mi persona indirectamente, que no se pone ningún pato en la cabeza (...). Que, el que no se sienta bien dentro del espacio de la Libertad Avanza que se vaya a un psicólogo o a un psiquiatra. Después salta este señor Mayoraz haciendo alusión específicamente a mí, me mira a los ojos, empieza a cuestionar por qué la denuncia, que había cruzado todos los límites con la denuncia penal, por qué lo había hecho. Empezó a increpar, levantar el tono de voz. No recuerdo todo lo que me dijo, lo que sí también hizo alusión a que vaya al psicólogo y al psiquiatra como dijo Villaverde."

Es luego de esas bravatas que Arrieta relató padecer es que sobrevino su crisis de nervios, en la que entre otras cosas gritó: "Martín mirame, ¡me hicieron una cama! ¡No tuvieron los huevos para defenderme cuando me tenían que defender! ¡Yo pedí explicaciones y no tuvieron los huevos!". En ese contexto, repite: "¡Me hicieron una cama! ¿Quién? ¡Vos, vos Martín! ¡Me amenazaron y estoy con custodia!”, siguió, fuera de sí, y en medio de un llanto incontrolable hasta que ingresó su abogado y la sacó del lugar para ir, precisamente, a hacer la denuncia. 

Diputados debatieron qué hacer luego del escándalo

“Bertie” Benegas Lynch, sin su aplomo habitual y sentado sobre el borde de la silla interrumpió para expresar su paranoia, y casi gritando dijo: "¡Esta reunión va a salir en La Política Online! ¡Este whatsapp está infiltrado, no podemos trabajar así!" , se preocupaba el hombre que en nueve meses no presentó ningún proyecto propio. 

En respuesta a Bertie y los grupos de whatsapp, Villaverde dijo que ella está en setenta y cinco grupos de esa aplicación y que no sabe cuanta gente hay en cada uno, ni quienes son y cerró con un: " ¡Ya no me banco más a esa gente!".

Benegas Lynch insistía en su preocupación por la difusión mediática que podría tener la escandalosa reunión:

“(yo tengo) Desconfianza total. Eso quiere decir que no vamos a ser libres. (Hay que definir) La posición que vamos a tomar, lo cual no quiere decir aceptar ciegamente, bueno, charlémoslo en el bloque!. Y mirá que yo soy una persona que siempre voy a mediar pero tengo claro que lo perfecto es enemigo de lo posible”. 

Y siguió: "Entonces cuando leo la Ley Bases y voy a votar la Ley Bases lo hago completo porque no se pueden dar todas las batallas por ejemplo con la ley del aborto! Lo primero que los medios van a decir si yo opino del aborto no es que es mi opinión y... es mi opinión! Entonces cuidado con esos procesos y compartirlos y que se haga una cosa que no va en sintonía."

De las imprecaciones contra Arrieta y de la crisis de nervios de la diputada poco se dijo. La preocupación parecía estar puesta en cuidar aquello que pudiera trascender y afectarlos personalmente. En sintonía con “Bertie” Benegas Lynch el diputado Lisandro Almirón, de Corrientes, también está preocupado por las formas puertas afuera del recinto, y dice textualmente: "Y también, nobleza obliga, de acá no puede salir nadie a sostener que hubo un agravio o que se discriminó en este lugar porque sería un disparate..."

Una voz femenina, que no pudimos identificar, dice: "No es un disparate, yo lo vi a Mayoraz, yo lo vi, y tiene antecedentes..."

Almirón la interrumpe y sigue: "Esto es importante porque acá se está tratando de instalar una construcción... una construcción que sirva a los medios para mí ligada al tema de Alberto Fernández... oh casualidad! usted está hablando de violencia de género y de acá alguien dio un argumento de iguales características del que daría el kirchnerismo."

Siguió Almirón, con voz pausada y firme diciendo: "Yo doy mi opinión con respecto a lo que vi en este lugar. Ví a un presidente (por Martín Menem) que vino a tratar de controlar la situación y a tratar de sacar adelante al bloque. Ví un agravio innecesario, desenfrenado, que puede tener que ver con alguna crisis. Vi a alguien que abrió una puerta y a alguien que avisó que entraran...."

Interrumpe Marcela Pagano: "Yo! Yo pedí que la saquen, ¿eh?"

Beltrán Benedit, quien hasta entonces se había mantenido callado, posiblemente para no entrar en territorio de disputa, puesto que fue él quien organizó la excursión de visita a genocidas, intervino para calmar las aguas y generar cohesión. Benedit dijo: "Yo no quiero defender más a Macri. No tengo por qué defenderlo dentro del bloque. Pero evidentemente si a Martín (por Menem) algún boludo le quiere hacer algo vamos a hacer un primer (inentendible); o cuando ataquen a Gabriel (por Bornoroni) o a cualquiera de nosotros. El enemigo está afuera."

Y entonces tomó la palabra Martín Menem, quien desde la partida de Lourdes Arrieta había permanecido callado. Con total firmeza dijo textualmente: “La primera vez en la historia argentina, en la política, donde no va a existir la avenida del medio. donde no va a existir esa opción. La gente se cansó de los tibios. De los que juegan un ratito si y un ratito no. Los que quieren aparecer ahora pero a veces si y a veces no. La Argentina fue hasta acá por los tibios. Llegó hasta acá por los famosos soy la putita. No somos putitas! Y perdón por la expresión".

Y con tono elevado y vehemente siguió: “¡O jugamos a fondo o no jugamos! ¿Estamos?”. La reunión llegaba a su fin, y fue Lorena Villaverde la que, casi a los gritos, cerró diciendo: "Yo les voy a decir que constelen. Yo soy consteladora oficial.  ¡Constelen! Es una muy buena terapia. ¡Constelen! Porque el auto boicot permanente... ¡capaz traen algo de adentro, de la sangre, de su pasado y lo traen acá..."

Para entonces, entre gritos, putitas, constelaciones y miedo a las filtraciones, se retiraron de la sala.

Lilia Lemoine, a la salida de la reunión, le apuntó muy fuerte a la diputada Arrieta: “Lo que vi hoy fue un escándalo de una persona desequilibrada mentalmente, la chica con el patito en la cabeza… Su abogado no casualmente es el mismo que armó la causa de Milman”.

“Está aprovechándose de una chica que no tiene bien los patitos en fila. No sé qué va a hacer si seguirá en el bloque o no”, profundizó la legisladora.