Derrumbe de los mercados: ¿miedo a Trump o a sus adversarios?
Si todos esperaban lo que venía, ¿por qué la reacción tan negativa en los mercados financieros?
Hace tiempo no me tomaba unos minutos para escribir algunas reflexiones sobre el rumbo de los mercados y la economía global. Han sido semanas turbulentas y volátiles, por lo que despuntar el vicio de la escritura apenas unos minutos después de una jornada con cierre de más de 2% en Wall Street actúa como bálsamo. He estado analizando los acontecimientos recientes muy de cerca. Siempre se dijo para los inversores que "es peor lo incierto que lo malo" al momento de definir una estrategia de portafolio. Yo estoy de acuerdo con el concepto, aunque no tanto con los argumentos que se andan escuchando por estos días.
Déjenme explayarme... Todos sabíamos que Donald Trump, desde que se convirtió presidente de los Estados Unidos por segunda vez, iba a hacer lo que exactamente está haciendo: ser extremadamente agresivo en términos de la política comercial, vía aranceles, para intentar darle volumen a su lema de cabecera MAGA (Make America Great Again).
En este sentido, su faceta de hábil negociador que marcó su carrera profesional privada y pública, iba a quedar explicitada desde el minuto uno en este segundo mandato. Teníamos la evidencia empírica de su primera presidencia, sumado a su discurso de campaña en que avanzaría en esa dirección. De esta manera, si absolutamente todos los agentes económicos sabían lo que se venía, lejos estaba de ser un acontecimiento incierto.
Uno puede argumentar, con certeza, que fue una fuente de generación de volatilidad, tumulto financiero, movimientos drásticos en el flujo de capitales, etc, pero de ninguna manera era algo incierto. Dicho esto, la pregunta siguiente sería: si todos lo esperaban, ¿por qué la reacción tan negativa en los mercados financieros?
Como se observa en la imagen, la Bolsa ha caído fuertemente desde el Inauguration Day (20 de enero) a la fecha en este segundo mandato de Trump.
El mercado perdió casi 6% contra un avance, en el mismo período, de 9% y de 14% registrado en las respectivas presidencias de Joe Biden y Barack Obama.
Es cierto que desde la confirmación de la elección de Trump como presidente hasta su asunción, las bolsas se habían mostrado eufóricas, pero eso no alcanza, según mi opinión, para justificar este comienzo con fuertes traspiés.
En esta línea, identifico tres factores importantes para explicar la dinámica actual visualizada: Las valuaciones actuales del mercado, tanto como un todo o como un análisis sesgado a las 7 Magníficas, lucen extremadamente exigentes en cuanto a sus múltiplos de valuación.
Así, cualquier paso en falso en los earnings guidances o la capacidad de monetización de los grandes desembolsos en la IA a futuro, pueden ser excusas válidas para correcciones profundas.
La posición de liderazgo económico actual de Estados Unidos es muy diferente a la que se encontraba Trump durante su primer mandato. Con un déficit fiscal en torno a 6% del PBI, tasas reales positivas (tasa de interés nominal menos la inflación) y un rollover de un tercio de la deuda federal solo en este año, avecinan grandes desafíos para el republicano.
Por último, y no menor, lo que sí tomó por sorpresa a los mercados (dosis de incertidumbre) tiene que ver con el "contraataque que lanzaron los países víctimas" de las políticas arancelarias de Trump. En este sentido, Canadá ha escalado el conflicto (amenaza de apagones energético a NY). También China, anunciando represalias comerciales de mayor magnitud. Y hasta la Unión Europea también avanzó con fuertes contraofensivas (desde Zelenski en la propia Casa Blanca hasta Alemania liderando un plan expansivo de gasto militar sin precedentes) ponen mucho ruido en el horizonte.
En mi humilde opinión, la idea de un colapso con control de daños autogenerado para inducir a la FED a bajar la tasa de interés tiene poca probabilidad de ocurrencia. Cuando el mercado acelera la caída, es difícil que alguien pueda controlarlo fácilmente. Y Trump lo sabe.
La buena noticia es que los movimientos de mercado como los actuales, generan oportunidades de entrada en activos de calidad a precios más convenientes. Mientras el mercado tenga un anclaje válido para creer que esto no desborda, solo estaremos hablando de una lógica corrección. Caso contrario, tendremos que seguir la dinámica de los acontecimientos bien de cerca.